Teresa Ribera, actual ministra española de Transición Ecológica y vicepresidenta tercera del Gobierno, está en el foco de las negociaciones para asumir una de las carteras más codiciadas de la próxima Comisión Europea: la cartera de Competencia.
Este puesto, considerado uno de los más influyentes en el ejecutivo comunitario, supervisa cuestiones clave como la regulación de grandes fusiones empresariales, la imposición de sanciones millonarias y la supervisión de las ayudas estatales. Aunque el perfil de Ribera inicialmente la posicionaba para otro cargo, el de medio ambiente, los últimos rumores apuntan a que podría recibir un puesto con competencias más amplias.
Ribera ya ha admitido en varias ocasiones su interés en asumir un rol con un enfoque más “horizontal”, es decir, que combine responsabilidades económicas y de transición digital. Algo alineado con el “Pacto Industrial Limpio” que Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, ha propuesto como parte de su agenda. Este pacto se centra en la descarbonización de la economía europea, así como en la modernización de la infraestructura energética, aspectos en los que Ribera ya tiene experiencia como responsable de la transición energética en España.
Uno de los cargos más importantes
La cartera de Competencia, actualmente ocupada por Margrethe Vestager, ha sido muy clave para la imposición de fuertes controles a las grandes tecnológicas, como Google y Apple, y para bloquear fusiones empresariales dentro de la UE que podrían haber llevado a la creación de oligopolios en ciertos sectores. Y el puesto también tiene el poder de regular las ayudas estatales.
El posible nombramiento de Ribera otorga a España valor y reconocimiento a nivel europeo, y también hace hincapié en la importancia de la representación de género en la Comisión -contexto donde, actualmente, hay gran tensión-. Tras su reelección como presidenta, von der Leyen solicitó a los Estados miembros que presentaran tanto un candidato masculino como femenino para los puestos de comisarios, con el objetivo de garantizar una representación equilibrada de hombres y mujeres en su equipo. Sin embargo, la mayoría de los países no ha seguido esta recomendación. De los 27 Estados miembros, diecisiete han nominado a hombres, mientras que solo siete han propuesto a mujeres.
Irritada, von der Leyen fue explícita en su descontento con esta falta de paridad. En su última rueda de prensa, lamentó: “Representamos a los ciudadanos de la UE y la mitad de ellos son mujeres. En toda mi vida política he luchado para que las mujeres tengan acceso a puestos de liderazgo y de toma de decisiones. Y mi experiencia es que si no lo reclamo, no lo consigo. No viene de forma natural.” Así, defiende la importancia de la diversidad de género en los procesos de toma de decisiones, argumentando que la inclusión de mujeres en posiciones de poder mejora el funcionamiento de las instituciones. Por eso es más que probable que premie a las candidatas femeninas, como Ribera, con carteras más jugosas.
Von der Leyen también ha reconocido que la situación es compleja para algunos países, que pueden tener dificultades para encontrar candidatas adecuadas. “Sin duda es un proceso complicado, pero eso en absoluto cambia mi convicción y determinación”, señaló, subrayando que seguirá trabajando para conseguir un equipo paritario. Este desequilibrio podría convertir a la próxima Comisión en la más desequilibrada en términos de género desde hace más de una década, lo cual sería un retroceso en comparación con el primer mandato de von der Leyen, cuando su equipo casi alcanzó la paridad, con 14 hombres y 13 mujeres.
Encontrar más mujeres
A pesar de este revés, von der Leyen aún tiene tiempo para presionar a algunos Estados miembros para que reconsideren sus nominaciones antes de que el equipo final se conforme en diciembre de 2024. La presidenta de la Comisión está trabajando activamente para persuadir a países como Malta y Eslovenia a que cambien sus nominaciones masculinas por candidatas femeninas. En el caso de Malta, von der Leyen ha pedido que se prolongue el mandato de la actual comisaria de Igualdad, Helena Dalli, en lugar de nominar a Glenn Micallef, como había propuesto el primer ministro maltés, Robert Abela. Aunque este último ha resistido a la presión, defendiendo su derecho a nominar al candidato de su elección, Eslovenia sí que ha retirado a su candidato masculino y se dispone a elegir a una mujer para su nominación.
Una vez que la lista final de candidatos sea aprobada por von der Leyen, los comisarios propuestos deberán pasar por una serie de audiencias en el Parlamento Europeo, que comenzarán el 14 de octubre. En estas audiencias, los candidatos serán sometidos a un escrutinio riguroso por parte de los eurodiputados, quienes evaluarán su idoneidad para ocupar los cargos propuestos. La votación final sobre el nuevo equipo de comisarios está prevista para noviembre, lo que dará tiempo a von der Leyen para seguir ajustando la composición de su equipo.
El proceso para conformar el nuevo equipo comisarial aún no ha concluido, y las próximas semanas serán decisivas para definir qué papel jugará Ribera en la nueva Comisión Europea. Como ha señalado la propia Ribera en relación con su futuro rol en la Comisión: “Creo que en este momento tenemos que relajarnos. [Von der Leyen] está terminando de organizar las cosas y viendo cómo encajan las diferentes prioridades políticas y familias políticas”.
La decisión final sobre el nuevo equipo está prevista para diciembre.