A partir de este mes, la aerolínea india, IndiGo, dará la opción a las mujeres a que elijan si desean o no sentarse junto a los hombres durante el vuelo. Ellas verán que se las identificará de rosa en el mapa online de asientos. Tendrán, por tanto, la oportunidad de decidir. A los varones, en cambio, no les saldrá en la pantalla ninguna diferencia cromática a la hora de seleccionar sus sitios y desconocerán el género que les toque al lado.
Esta iniciativa es pionera en el sector y saca al escaparate el problema de los abusos sexuales en los aviones. Es el resultado de una encuesta realizada por la propia compañía en la que se le preguntó a las mujeres qué haría falta para que sus viajes fueran más placenteros. Debió ser tal el número de quejas que la medida fue inevitable.
90 violaciones al día
No es casualidad que la empresa sea de India. El país más poblado del mundo tiene graves problemas de agresiones a las mujeres. En 2022, se perpetraban cerca de 90 violaciones diarias y el número de abusos aumentó un 20 por ciento con respecto al año anterior. En 2018, fue considerada la nación más peligrosa para las mujeres tras un sondeo de Thompson Reuters Foundation en el que destacaron una idea: “No se está haciendo lo suficiente para atajar el peligro al que se enfrentan”.
El reciente caso de la influencer brasileña nacionalizada española, Fernanda, es un ejemplo. En mayo, fue violada por siete hombres a roce de cuchillo en la yugular. Estaba acampando junto a su marido, Vicente, mientras iban camino de Nepal en moto. Se encontraban a 1.300 kilómetros de Nueva Delhi y fueron atacados en su tienda de campaña.
Su vídeo en redes sociales explicando lo sucedido dio la vuelta al mundo. Casos como éste son parte del día a día en el país y las zonas más desfavorecidas -especialmente las minorías étnicas- se llevan la peor parte.
La amenaza se traslada al aire
Los comportamientos inapropiados en los aviones suceden a menudo. Según la columnista, Annabel Fenwick-Elliott, “yo misma fui besada en los labios por una lesbiana de mediana edad al aterrizar en Australia al final de mi adolescencia”. Agrega que en Estados Unidos este tipo de agresiones se han triplicado en los últimos cinco años, “lo que ha dado lugar a una investigación del FBI”.
“Las insinuaciones no deseadas, por muy educadas que sean, ya son bastante incómodas en un entorno social tradicional -por ejemplo, en un bar-, donde uno puede alejarse. Estar atado, muslo con muslo, al lado de un ligón persistente (o peor aún, de un sobón) es algo totalmente distinto”, apunta la periodista.
Sin ir más lejos, en enero de 2023, una joven de 17 años que viajaba junto a su madre de Dublín a Madrid fue tocada por otro pasajero que aseguró a la Guardia Civil haberse sentido “provocado”. El caso ha sido sobreseído debido a que su progenitora no interpuso ninguna denuncia.
Segregación en trenes
La iniciativa de la aerolínea no es nueva en otros sectores de India, como el ferroviario. Allí, las mujeres pueden viajar en sus propios vagones. Esto también sucede en el metro de Tokio, en Ciudad de México y en otras grandes ciudades del mundo con altos índices de acoso. Taxis y otros servicios de movilidad se han unido a esta idea, sin embargo, IndiGo es la primera compañía aérea que ha decidido actuar. Lo han hecho, dicen en un comunicado, “para hacer que la experiencia de viaje sea más cómoda para nuestras pasajeras”. Añade, “estamos comprometidos a proporcionar una experiencia de viaje sin igual para todos nuestros pasajeros, y esta nueva característica es sólo uno de los muchos pasos que estamos dando”.
Está por ver si la separación por géneros se generalizará en otras aerolíneas del mundo y si el rosa seguirá siendo el “color cliché” que identifique a las mujeres en el mapa de asiento. Hay voces que quieren ajustar este detalle de una medida que está siendo bienvenida.