Banco Sabadell ha decidido blindar a sus consejeros independientes para asegurar que no puedan ocupar cargos de responsabilidad en entidades análogas O competidoras. Para ello, la entidad que preside Josep Oliu propondrá a sus accionistas en la próxima Junta General una modificación de sus Estatutos Sociales y Reglamento del Consejo de Administración. Esta actualización se produce tras el fichaje de su consejera independiente Laura González-Molero, como presidenta de la aseguradora DKV, a la que se incorporará el próximo 21 de marzo.
En la asamblea, convocada para el 20 de marzo en segunda convocatoria, también se votará la renovación del consejero delegado, César González-Bueno, por un nuevo periodo de cuatro años; la distribución de un dividendo complementario de 0,1244 euros por acción, que se abonará el 28 de marzo de 2025; y la reactivación del programa de recompra de acciones que quedó en suspenso por la oferta pública de adquisición (OPA) de BBVA.
Blindaje
El pasado 6 de febrero, Laura González-Molero presentó su dimisión como consejera de Banco Sabadell “tras haber recibido una importante propuesta profesional para asumir la presidencia de una compañía de seguros que haría incompatible ambos cargos“. En su carta de despedida, la consejera señaló que durante su período como consejera ha intentado prestar sus servicios de la “manera más leal al Banco Sabadell” y su satisfacción por formar parte de su consejo de administración. En consecuencia, Sabadell renovó su consejo con la incorporación de Gloria Hernández (exdirectora general del Tesoro) y Margarita Salvans (directora financiera de Mango). Estos nombramiento serán ratificados en la junta de accionistas, junto con la relección de González-Bueno como consejero delgado.
A tenor de la modificación propuesta de los Estatutos y Reglamento, este fichaje no habría sido bien recibido en el seno del máximo órgano de administración de la entidad. La redacción actual del artículo 39 del Reglamento sobre la obligación de no competencia señala que “el consejero no puede prestar sus servicios profesionales en sociedades españolas que tengan un objeto social total o parcialmente análogo al de la compañía. Quedan a salvo los cargos que pueden desempeñarse en sociedades del Grupo”. Asimismo, se prevé que “antes de aceptar cualquier puesto directivo en otra compañía o entidad, el consejero deberá comunicarlo a la Comisión de Nombramientos y Gobierno Corporativo“.
Al detalle
Según explica Banco Sabadell a sus accionistas en relación a la actualización de los artículos 50 y 59 de los Estatutos Sociales, “la modificación tiene por objeto incluir la prohibición a los consejeros independientes de ocupar cargos de administración o puestos directivos en entidades de crédito, empresas de seguros o reaseguros, o sus matrices, españolas o de la Unión Europea, o en entidades análogas de aquellas otras geografías en que opere Banco Sabadell o su grupo consolidado”.
Con esta nueva redacción, quedará más claramente detallado qué empresas considera competidoras y, por tanto, aplica la incompatibilidad. La segunda modificación está relacionada con la futura posición y así, ahora, se añade que también deberá comunicarse “cualquier cargo de administración“. En el caso de González-Molero, podría interpretarse qué se entiende por puesto directivo en relación a su nombramiento como presidenta de DKV.
Seguros, un negocio bancario
Las alianzas entre las entidades bancarias y las aseguradoras son una fórmula de éxito para ambas, dada la capacidad de los bancos para ofrecer a sus clientes diferentes tipos de seguros, en muchas ocasiones ligados a sus productos bancarios. Por ejemplo, es habitual que ofrezcan condiciones más ventajosas (como una rebaja de algunas décimas en el tipo de interés) en las hipotecas vinculadas a la contratación de un seguro de hogar y/o vida.
En el caso de Banco Sabadell, mantiene una alianza con Zurich, mientras que el pasado octubre ING y DKV presentaron su nueva oferta de seguros de salud, en el marco del acuerdo a largo plazo suscrito un año antes. Estos acuerdos son similares a los que mantienen CaixaBank, con Mutua Madrileña; Santander, de la mano de Aegon y Mapfre; BBVA, junto con Allianz; Bankinter, con Mapfre, por citar algunos ejemplos.
Retribución al accionista
Además, se someterá a examen de la junta, que se celebrará en Sabadell tras el regreso a su ciudad de origen, la propuesta de distribuir un dividendo complementario de 0,1244 euros por acción, con cargo al resultado de 2024. De cara al futuro, la entidad también propondrá una nueva política de retribución al accionista que contempla el pago de dos dividendos a cuenta durante 2025 y en ejercicios sucesivos, en torno al 29 de agosto y el 29 de diciembre, que se sumaría al pago del dividendo complementario que la entidad prevé pagar en marzo de 2026, previa aprobación de la junta.
Por otra parte, se votará la reactivación del programa de recompra de acciones que quedó en suspenso por la oferta pública de adquisición (OPA) de BBVA, por un importe de 247 millones de euros. A este programa se le suma otro por un importe nominal total de 755 millones de euros. Este segundo programa es el resultado de aplicar la política de repartir el exceso de capital por encima de un 13% de CET1. El programa de 247 millones dará comienzo el 31 de marzo, mientras que el de 755 millones comenzará el día hábil posterior a la finalización del programa anterior.
Con estos números, y considerando que el banco distribuirá el 60% de los dividendos obtenidos este año y el siguiente, Sabadell estima que retribuirá a sus accionistas con 3.300 millones de euros, superando los 2.900 millones que estimó en julio.