Renáta Kellnerová, la empresaria que puede acabar salvando Talgo

Es la cuarta mujer más rica de Europa dueña del conglomerado checo Grupo PPF, que a través de Skoda ha propuesto al fabricante español explorar una fusión

Imagen de Renata Kellnorova, propietaria de Grupo PPF.
Renáta Kellnorová gestiona Grupo PPF a través de la sociedad Amalar. Grupo PPF (web pública).

Renátta Kellnérova es la cuarta mujer más rica de Europa con un patrimonio de 12.200 millones de dólares ( casi 11.000 millones de euros), según el índice de multimillonarios de Bloomberg. Y puede ser la empresaria checa que acabe salvando la encrucijada en la que se encuentra el fabricante de trenes español Talgo, después de que el Gobierno haya vetado la opa lanzada por la húngara Magyar Vagon, aludiendo a razones de “seguridad nacional y orden público”.

Kellnérova tiene un perfil público muy bajo, apenas hay apariciones públicas, y era desconocida en el ámbito empresarial hasta hace apenas tres años. Fue en marzo de 2021, tras el trágico fallecimiento de su marido, Petr Kellner, en un accidente de helicóptero, cuando se vio obligada a tomar las riendas del grupo inversor PPF fundado por él, un conglomerado empresarial que abarca sectores diversos, como telecomunicaciones, medios de comunicación, servicios financieros, comercio electrónico o inmobiliario, entre otros.

Una de las empresas de PPF es Grupo Skoda -participa en 85% y no tiene relación con la marca de automóviles del mismo nombre propiedad de Volkswagen-, que se presenta a sí mismo como un líder en soluciones de transporte público, entre las que se incluyen los trenes. A mediados de julio, ya lanzada la oferta de Magyar Vagon, Skoda planteó a Talgo una integración industrial desde la óptica de que ambas son complementarias.

La propuesta del grupo checo, que cuenta con el beneplácito del Gobierno que lleva meses buscando alternativas para Talgo, ayudaría a la española aumentar su capacidad industrial para poder asegurar que cumple con los pedidos de trenes de clientes como Renfe. El Grupo Skoda, que es mucho mayor que Talgo -en 2023 ingresó cerca de 1.400 millones euros, más del doble de la facturación de la española-, cuenta con siete fábricas: cinco en República Checa y otras dos en Finlandia y Turquía, respectivamente.

Una vez que la opción Magyar Vagon queda en vía muerta tras el veto del Ejecutivo español, aunque el grupo húngaro y los accionistas minoritarios agrupados en Aemec han advertido que batallarán en los tribunales en contra de esta decisión, la oferta de Skoda resurge con más fuerza.

A su favor, como señalaba en julio el ministro de Economía, Comercio y Empresa, Carlos Cuerpo, ser un potencial socio industrial estable de largo plazo que contribuya a la viabilidad de Talgo. Y de hecho, ayer desde el Ejecutivo ya se intentaba trasladar un mensaje de tranquilidad aludiendo a un Plan B, aunque sin mencionar explícitamente esta alternativa.

Los planes para Talgo forman parte de cuestiones que exigen una discreción que impiden desvelarlos. Planes hay, claro”, aseguran a Artículo14 fuentes del departamento de Oscar Puente, ministro de Transporte, informa Carla Acuña.

Reorganización y visión hacia Occidente

Para el Grupo PPF, una integración de su participada Skoda con Talgo, encaja en su estrategia de fortalecer su presencia en países occidentales. Como así explica Renátta Kellnérova en la carta a los accionistas en la Memoria de 2023, “el grupo se centra en la inversión en mercados e industrias occidentales en los que tiene un largo historial de éxitos, ya sea como propietario mayoritario o en colaboración con socios inversores”.

Desde que en 2021 aterrizara al frente de PPF, Kellnérova ha llevado a cabo una reorganización que culminó en 2023 y que deja empresa preparada para la siguiente generación. Una de las dificultades a las que se enfrentó fue entender un grupo que como fundador dirigía con una visión unipersonal su difunto marido, así como gestionar la participación de dos accionistas minoritarios.

Tras un acuerdo para la compra del 10% que no controlaba, desde hace un año la familia Kellners, cuya próxima generación ya está involucrada en el negocio, es el único accionista del grupo PPF a través de Amalar, una sociedad de cartera familiar que -según señala Kellnérova- es “una garantía de estabilidad y unidad familiar para el futuro”.

Filantropía

Hasta que Kellnerová tuvo que tomar las riendas del grupo PPF estuvo volcada en la crianza de sus cuatro hijos, Petr, Anna, Lara y Marie, y en actividades filantrópicas. Ella y su difunto marido Petr Kellner crearon en 2002 su primera fundación familiar (Fundación Educa), bajo la convicción de que sus hijos no eran los únicos que merecían el acceso a una educación de calidad. Es el origen de la Fundación de la Familia Kellner.

En 2005, esta última fundó en Babice, cerca de Praga, el colegio Open Gate, el primero de la República Checa que obtuvo la certificación para el Bachillerato Internacional y que facilita que niños en situación de vulnerabilidad puedan estudiar y recibir una educación de alta calidad. Desde entonces, casi 2.000 estudiantes han sido becados en sus estudios.

La Fundación también está volcada en la mejora de la calidad de la educación primaria pública en la República Checa a través de Escuelas al Éxito, en el que en este curso escolar 24/25 estarán involucradas casi 150 escuelas y más de 3.000 profesores; así como en el apoyo de universitarios. En 2023, se reforzó con el fichaje de una nueva directora ejecutiva, que entre otros objetivos tiene la construcción de un centro de investigación oncológica. 

Discreta, apasionada de las bellas artes y amante de la naturaleza y el deporte, como el ciclismo y el esquí, si prospera la propuesta de Skoda a Talgo, Renáta Kellnerova ya no pasará desapercibida en España.

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