Entre la población española hay muchas personas, especialmente aquellas que han dedicado su vida a cuidar de su casa y familia, que se preguntan si pueden acceder a algún tipo de pensión al llegar a la jubilación. Y la respuesta afortunadamente es sí. Aunque no se haya cotizado nunca a la Seguridad Social, existe una prestación conocida como pensión no contributiva de jubilación, destinada a garantizar un ingreso mínimo para quienes no han acumulado suficientes años de cotización.
Por ejemplo, para uno de los colectivos más afectados por la falta de cotización, que son las amas y amos de casa. Durante décadas, muchas personas han trabajado en el hogar sin recibir una remuneración ni generar derechos en el sistema de la Seguridad Social. Sin embargo, el Estado reconoce la importancia de estas tareas y permite que quienes han dedicado su vida al cuidado del hogar puedan acceder a una pensión no contributiva cuando llegan a la edad de jubilación.

Una ama de casa puede acceder a las pensión no contributiva
Diferencias entre pensión contributiva y no contributiva
Antes de entrar en materia, vamos a poner contexto. Y es que dependiendo del tiempo cotizado, una persona puede acceder a dos tipos de pensión:
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Pensión contributiva: Para obtenerla es necesario haber cotizado al menos 15 años a la Seguridad Social. La cuantía de esta pensión depende de los años cotizados y de la base reguladora. En 2023, la pensión mínima para un jubilado con cónyuge a cargo es de 966,20 euros al mes en 14 pagas.
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Pensión no contributiva: Está dirigida a quienes no han cotizado lo suficiente para acceder a la pensión contributiva o directamente nunca han cotizado. Esta prestación garantiza un ingreso básico para cubrir las necesidades esenciales de los beneficiarios.
Requisitos para solicitar la pensión no contributiva
Para poder acceder a esta pensión es necesario cumplir ciertos criterios, como:
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Tener 65 años o más.
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Haber residido en España durante al menos 10 años entre los 16 y los 65 años, de los cuales dos deben ser consecutivos e inmediatamente anteriores a la solicitud.
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No superar el límite de ingresos establecido anualmente por el Gobierno. En 2023, este umbral es de 6.784,54 euros anuales para quienes viven solos. Si el solicitante convive con familiares, el límite puede aumentar dependiendo del número de personas en el hogar.
Cuantía de la pensión no contributiva
La cantidad que se percibe con esta pensión se actualiza cada año y depende de la situación económica del solicitante. En 2023, la pensión no contributiva ronda los 500-600 euros mensuales. Sin embargo, si la persona recibe otros ingresos o convive con familiares con rentas elevadas, la cuantía puede reducirse.
Además, quienes cumplen con ciertos requisitos pueden acceder a complementos adicionales, como:
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Complemento por hijo a cargo, para quienes tienen personas dependientes en su hogar.
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Complemento por necesidad de tercera persona, destinado a quienes requieren ayuda para las actividades diarias debido a una discapacidad. Pero este caso tiene más aristas.
En caso de que exista una discapacidad: La pensión no contributiva de invalidez
Además de la pensión no contributiva de jubilación, también existe la pensión no contributiva de invalidez, que está destinada a personas con un grado de discapacidad igual o superior al 65% y que carecen de ingresos suficientes. Esta prestación ofrece un apoyo económico similar al de la pensión de jubilación, pero con la posibilidad de recibir un complemento adicional si se necesita asistencia de una tercera persona para realizar actividades básicas del día a día.
Ventajas de la pensión no contributiva
Aunque la pensión no contributiva no es tan elevada como la contributiva, ofrece beneficios adicionales, como:
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Acceso a asistencia sanitaria gratuita y medicamentos a precios reducidos.
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Descuentos en el transporte público y acceso a programas sociales para mayores.
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Posibilidad de recibir ayudas adicionales dependiendo de la comunidad autónoma.