En el complejo mundo de las finanzas internacionales, el ‘carry trade‘ es una estrategia que ha jugado un papel crucial. Especialmente, en relación con el yen japonés. Sin embargo, recientes desarrollos han puesto en jaque esta práctica, generando una considerable turbulencia en los mercados financieros globales.
¿Qué es el ‘carry trade’ del yen y cómo funciona?
El ‘carry trade’ es una estrategia de inversión en la que los inversores piden prestado dinero en una divisa con bajas tasas de interés, como el yen japonés, para invertirlo en activos denominados en una moneda con tasas de interés más altas. El diferencial entre las tasas de interés permite a los inversores obtener ganancias significativas. Durante años, el yen ha sido la divisa preferida para esta estrategia debido a las políticas de tasas de interés extremadamente bajas del Banco de Japón.
El proceso es relativamente sencillo en teoría. Los inversores toman préstamos en yenes, una moneda con tasas de interés cercanas a cero o incluso negativas, y luego convierten esos yenes a dólares estadounidenses o euros para invertir en activos que ofrecen mayores rendimientos. Por ejemplo, con tasas de interés más altas en Estados Unidos, los activos en dólares resultaban más atractivos, permitiendo a los inversores beneficiarse del diferencial de tasas de interés.
El ‘carry trade’ del yen ha tenido un impacto significativo en los mercados financieros. Esta práctica ha contribuido a la depreciación del yen, ya que la conversión masiva de yenes a otras monedas aumentaba la oferta de yenes en el mercado. Además, ha inyectado grandes cantidades de capital en mercados con tasas de interés más altas, inflando el valor de los activos en esos mercados.
¿Por qué ha colapsado el ‘carry trade’ en los últimos días?
En los últimos meses, la situación ha dado un giro drástico. Varios factores han confluido para desestabilizar el ‘carry trade’ del yen. En primer lugar, las expectativas de recortes de tasas de interés en Estados Unidos, motivadas por señales de desaceleración económica, han reducido el atractivo del ‘carry trade’. Los inversores anticipan que la Reserva Federal podría bajar las tasas hasta en 125 puntos básicos, lo que haría menos rentable la inversión en activos denominados en dólares.
Además, el yen ha mostrado una inesperada fortaleza frente al dólar, subiendo más de un 10% desde su punto más bajo en julio. Este fortalecimiento del yen ha resultado en pérdidas para los inversores que habían tomado préstamos en yenes y convertido esos fondos en dólares, obligándolos a revertir sus posiciones de ‘carry trade’.
La reversión del ‘carry trade’ del yen ha desencadenado una venta masiva de activos, impactando no solo a los mercados asiáticos, sino también a los europeos y estadounidenses. Los inversores, al deshacer sus posiciones, han provocado caídas significativas en índices bursátiles clave, como el Nikkei en Japón, que ha registrado su peor sesión desde 1987.