Beatriz Raluy, madre de dos hijos de 18 y 22 años, acaba de dar un paso más en el objetivo de conseguir que la formación financiera básica forme parte de la educación básica en colegios e institutos. Coincidiendo con la vuelta al cole, el viernes 13 de septiembre envió a la ministra de Educación, Formación Profesional y Deportes, Pilar Alegría, las 31.000 firmas recogidas a través de la plataforma Change.org para pedir una asignatura de educación fiscal y financiera, impuestos y redacción de contratos.
Y no parece dispuesta a aceptar una callada por respuesta. Explicó que si no recibe una respuesta por parte del Ministerio en las próximas semanas, se plantea viajar a Madrid para registrar personalmente las firmas y solicitar una reunión, según informa Change.org. Raluy destacó “la importancia de revisar el currículum educativo y los contenidos impartidos en las asignaturas que estudiarán este curso los niños y los adolescentes”.
“Me parece vergonzoso porque estamos obligados por ley a presentar la declaración de la renta y nos pueden multar si la hacemos mal… pero curiosamente nadie nos enseña a hacerla bien”, afirmó, al tiempo que recordó que sucede lo mismo con las gestiones bancarias: “A veces mis hijos me preguntan cosas que me hacen temblar: ‘Mamá, ¿esto qué me están cobrando aquí qué es?”, “¿Esto lo tengo que aceptar?. Me da miedo que, por falta de conocimiento y en un momento de tantos fraudes y fisuras de seguridad, alguien los pueda estafar”.
Prepararse
La impulsora de esta petición considera que los ciudadanos estarían “más preparados si desde pequeños recibiéramos educación financiera básica y sobre otros aspectos básicos de la vida cotidiana. Que aprendiéramos cómo hacer la declaración de la renta, interpretar nuestra cuenta bancaria, preparar un currículum, darnos de alta como autónomos o firmar un contrato de trabajo o de alquiler”.
En su opinión, esta asignatura evitaría muchas discriminaciones que existen hoy en día hacia las personas que tienen menos recursos económicos y educativos. Un ejemplo claro es el bono social eléctrico que solicitan más las personas con mayores ingresos y nivel educación o la falta de demanda del Ingreso Mínimo Vital (IMV), más de la mitad de los potenciales beneficiarios no acceden al mismo, por los trámites burocráticos.
“Porque la información nos hace libres y la falta de la misma nos vuelve vulnerables, porque cuando uno sabe de lo que habla no es tan fácil que le puedan engañar. Quiero que dejemos de ser marionetas, ya vale de aceptar condiciones que otros nos imponen pero que no entendemos”, recalcó Beatriz, que criticó que los españoles estén obligados en su vida diaria a gestionar lenguajes que son “incomprensible” para la mayoría de la población.
“Por lo menos que nos enseñen a los ciudadanos a manejarnos desde pequeños. No queremos seguir indefensos ante tantísimas situaciones cotidianas en las que nos sentimos perdidos por falta de información”, apostilló.
La nueva asignatura que propone debería tratar educación fiscal y financiera para conocer cómo hacer la declaración de la renta, por ejemplo, y preparar a los estudiantes para entender sus obligaciones fiscales y cómo funcionan los impuestos y su impacto en la economía y la sociedad. “Esta comprensión fomenta una mayor conocimiento de las obligaciones fiscales y una mayor responsabilidad y conciencia ciudadana”, aseguró.
Otro de los temas que abordaría esta materia sería la redacción de contratos porque, según recalcó, “la capacidad de redactar y entender contratos es fundamental, desde el alquiler de una vivienda hasta la firma de un contrato de trabajo”. La madre incidió en que esta competencia puede reducir el estrés y la confusión en momentos críticos y asegurar que se cumplan los procedimientos legales y administrativos.