En el año 2025, más de 10 millones de pensionistas en España se beneficiarán de una nueva subida de las pensiones. Esta subida no es fruto del azar, sino que está directamente relacionada con el Índice de Precios al Consumo (IPC) interanual del mes de noviembre, lo que garantiza que las pensiones mantengan su valor real frente a la inflación. Esta política fue instaurada en 2022 por el gobierno de Pedro Sánchez como parte de los Presupuestos Generales del Estado, estableciendo una fórmula que protege a los pensionistas del desgaste del poder adquisitivo debido al aumento del coste de vida. ¡Hablemos de las pensiones en 2025, porque se viene una interesante subida!
En 2022, las pensiones experimentaron un incremento del 3,8%. Y, aunque aún falta conocer el IPC definitivo de noviembre de 2024, las previsiones apuntan a un aumento en torno al 3% para el próximo año. Así, desde el 1 de enero de 2025, los pensionistas verán reflejado este ajuste en sus prestaciones. Sin embargo, este incremento de las pensiones en 2025 viene acompañado de importantes desafíos financieros para la Seguridad Social, que tendrá que desembolsar aproximadamente 6.620 millones de euros adicionales.
El impacto del aumento de las pensiones en el sistema financiero
La vinculación de las pensiones al IPC, si bien es beneficiosa para los pensionistas, implica una creciente presión sobre las arcas públicas. Con una población envejecida y la incorporación progresiva de la generación boomer al sistema de pensiones, el gasto en jubilaciones aumentará considerablemente. Además, las pensiones que estos nuevos jubilados percibirán serán más elevadas debido al crecimiento salarial experimentado a lo largo de sus carreras laborales.
Los seis últimos meses del año son los más recomendados para solicitar la pensión por jubilación | Shutterstock
El número de pensionistas sigue en aumento. Y, con ello, el ritmo de crecimiento de las prestaciones. Actualmente, hay más de 10 millones de pensiones en España. De ellas, más de seis millones corresponden a jubilación, seguidas de las de viudedad, incapacidad permanente, orfandad y pensiones en favor de familiares. Este crecimiento, que avanza a un ritmo del 1,3% anual, supone un reto constante para la sostenibilidad del sistema de pensiones.
La subida de las pensiones no contributivas
Uno de los segmentos más vulnerables de la población pensionista son aquellos que reciben pensiones no contributivas. En 2025, estas pensiones, que son percibidas por aquellos que no han cotizado el mínimo de 15 años exigido por la ley para acceder a la jubilación, experimentarán una notable subida del 14,1%. Esta subida es especialmente relevante para casi medio millón de personas que dependen de estas prestaciones. Las cuales están dirigidas a quienes no superan los 7.250 euros anuales en ingresos.
Un grupo de jubilados protesta por la situación de las pensiones | Shutterstock
El Gobierno ha previsto un aumento progresivo de estas pensiones mínimas no contributivas que continuará hasta 2027. De esta forma, en 2025, los beneficiarios verán incrementada su pensión hasta los 542,85 euros al mes, lo que supone un total de 7.599,9 euros anuales, frente a los 7.250 euros actuales. Este aumento permitirá, en gran medida, que los pensionistas más desfavorecidos mantengan un nivel de vida digno en un contexto económico cada vez más desafiante.
Fechas claves del aumento de las pensiones en 2025
El cálculo final de la subida de las pensiones en 2025 depende de dos fechas clave. La primera es el 13 de diciembre de 2024, día en que se conocerá el dato final del IPC, que servirá como referencia para determinar el aumento exacto de las pensiones. Esta cifra será crucial, ya que la inflación medida en noviembre será el factor que ajuste las prestaciones a la realidad económica. La segunda fecha clave es el 1 de enero de 2025, cuando entrarán en vigor los nuevos Presupuestos Generales del Estado y, con ellos, la subida efectiva de las pensiones.