En el ámbito de las pensiones en España, existe una situación que afecta a un grupo específico de jubilados: aquellos cuyas pensiones derivan de accidentes laborales o enfermedades profesionales. Estos ciudadanos no perciben la conocida paga extra de las pensiones en los meses de junio y diciembre. Una circunstancia que, aunque sorprendente para algunos, está perfectamente regulada y tiene su explicación lógica y económica.
Los dos grupos que no cobran la paga extra de las pensiones
Las pensiones derivadas de accidentes laborales y enfermedades profesionales se distinguen por su estructura de pago. A diferencia de la mayoría de las pensiones, que se distribuyen en 14 pagas anuales (12 mensualidades ordinarias y 2 extraordinarias), estas se abonan en 12 mensualidades, sin la paga extra de las pensiones que se otorga en junio y diciembre. Esta diferencia en la distribución de los pagos no implica que estos pensionistas reciban menos dinero del que les corresponde en comparación con otros pensionistas. Por el contrario, su paga anual se mantiene equilibrada y justa.
La razón de esta particularidad radica en el prorrateo de las pagas extras en las mensualidades ordinarias. Esto significa que la cantidad total que recibirían en concepto de pagas extraordinarias está distribuida proporcionalmente a lo largo de las 12 mensualidades del año. En otras palabras, cada mes estos pensionistas reciben una parte adicional de lo que sería su paga extra, incluida en su pago ordinario. Así, aunque no perciben una paga adicional en junio y diciembre, su ingreso anual total no varía.
¿Por qué sucede esto?
Dos jubilados disfrutan de su tiempo libre juntos (EFE)
Para entender mejor este mecanismo, es importante conocer cómo se calcula la base reguladora de estas pensiones. Este cálculo toma en cuenta varios factores del salario del trabajador en el año anterior a la jubilación o a la incapacidad. Entre estos factores se incluyen el salario base diario, la antigüedad, las pagas extraordinarias y las retribuciones complementarias. A esto se suma el porcentaje aplicable según el tipo de incapacidad sufrida, lo que finalmente determina la cuantía de la pensión. Todo este proceso asegura que las pagas extraordinarias estén ya integradas en las mensualidades regulares.
Este sistema tiene como objetivo ofrecer un ingreso estable y previsible para los pensionistas afectados, evitando fluctuaciones significativas en sus ingresos mensuales. Además, garantiza que la pensión recibida a lo largo del año sea justa y acorde a los derechos adquiridos por el pensionista, sin la necesidad de esperar a los meses de junio y diciembre para percibir una cantidad adicional.
Es crucial que los pensionistas y sus familias comprendan este aspecto del sistema de pensiones para evitar malentendidos y preocupaciones innecesarias. Aunque no reciban una paga extra en junio y diciembre, el total anual recibido es equivalente al de los pensionistas que sí perciben esas pagas adicionales. En definitiva, el objetivo es que todos los pensionistas, independientemente de la modalidad de su pensión, reciban una cuantía justa y adecuada a lo largo del año.