Solo el 30% de los controladores aéreos son mujeres. Una profesión muy demandada y exigente pero también con buenos sueldos, entre 50.000 y 100.000 euros al año. ENAIRE, el gestor de navegación aérea de España, ha convocado 150 plazas nuevas para este 2025 y son muchas las mujeres que están preparándose para ampliar ese porcentaje femenino dirigiendo el tráfico aéreo.
María Villar era autónoma, sin un salario fijo y con una inestabilidad laboral que la empujó a prepararse la oposición de controladora aérea. “Está oposición me llamó mucho la atención por la posibilidad de conciliación entre trabajo y vida personal, sin renunciar a una buena calidad de vida. Sinceramente, creo que si hasta ahora hay pocas mujeres es porque es un sector bastante desconocido en general. Conozco muchísimas compañeras que están opositando también así que pronto ese 30% se quedará pequeño en consideración”, reconoce María.
Tiene que preparar diversas materias y dominar el inglés. “Hay muchísima variedad de pruebas, Enaire suele ser muy variado, puedes encontrar teoría, psicotécnicos, cuestionarios de personalidad, pruebas más técnicas, un gran remix en el que mostrar todas tus habilidades. El inglés es importantísimo, hay que tener en cuenta que el trabajo del día a día es prácticamente en inglés, te comunicas con personas de todo el mundo, así que si, sin duda, necesitas tener inglés para aprobar esta oposición”.
Si hay un incentivo para animarse a sacar esta oposición es el salario. Un empleo fijo y estable con sueldos superiores a la media. “Pues, sin meternos demasiado en cifras, el salario mínimo de un controlador aéreo suele rondar los 55.000/60.000€ anuales que ya sería prácticamente el doble de lo que ganaba con mi trabajo…”.
Pero la competencia es grande. Se ofertan 150 plazas y los candidatos rondan los 4.500 en total. Un trabajo que no es para cualquiera, es muy estresante y necesita de profesionales que gestionen muy bien los momentos de mayor tensión. “A lo largo de la preparación, de la instrucción y de la vida te vas preparando para situaciones así… no obstante, Enaire cuida mucho al trabajador en esta parte y me consta que no será un problema en el futuro. Es cierto que si eres una persona demasiado nerviosa o que se estresa con facilidad, igual o lo trabajas muchísimo o no es para ti”. María dedica una media de dos horas al día a estudiar. “Al final es como la típica rutina de por ejemplo “ir al gimnasio”, te comprometes a ello y lo acabas adaptando a tu rutina de vida”.
Se trata de una oportunidad histórica para acceder a uno de los empleos más atractivos y desafiantes. “Con más de 30 plazas adicionales respecto a la convocatoria de 2023, las oportunidades aumentan y el ratio de éxito es mayor. ENAIRE muestra claramente su necesidad de nuevo talento, convocando más de 140 plazas para este proceso de selección en 2024”, explica Juan Carlos Romero, experto en preparación de oposiciones en Supera Oposiciones.
La vocación es la principal motivación para presentarse a estas oposiciones, según un estudio realizado por Supera Oposiciones. El 39% de los entrevistados señala su pasión por el mundo aeronáutico como el motor principal, mientras que un 22% busca estabilidad laboral.
Alba López es graduada en Publicidad y Relaciones Públicas. Siempre le gustó el mundo de la aviación y se planteó también ser azafata de vuelo. “Al terminar mis estudios descubrí la profesión de controladora aérea y los atributos que tenía que tener el perfil parecían encajar con mi personalidad y forma de ser. Desde entonces decidí comenzar este camino que me entusiasma y considero mi verdadera vocación”.
En su caso, el dinero no es lo que la ha movido para prepararse la oposición. “El principal atractivo de esta profesión no es solo el salario, aunque es bien sabido que el control aéreo es una de las profesiones mejor remuneradas. Como decidí opositar después de finalizar mis estudios, no tengo experiencia laboral previa, por lo que no puedo hacer una comparación salarial personal”.
La responsabilidad que conlleva este empleo es muy elevada y se necesitan habilidades especiales como la resiliencia y la capacidad de mantener la calma en situaciones difíciles. “Es una profesión muy estresante, ya que el controlador aéreo tiene un alto grado de responsabilidad, tomar decisiones rápidas y precisas en un entorno de alta presión, siempre con la seguridad como prioridad. Desde que comencé a prepararme para esta oposición, he aprendido que gestionar el estrés es fundamental. Y, durante este proceso, creo que es importante encontrar un equilibrio entre el estudio y el descanso. La desconexión es clave y en mi caso hacer ejercicio físico me permite liberar tensiones y renovar energías. Además, dedicar tiempo a la introspección me ayuda a gestionar las emociones de la mejor manera posible”.
La disciplina en el estudio es fundamental. Pero también el tiempo de descanso para no acabar desquiciada. El equilibrio que se necesita en la profesión también lo necesitan para preparar el examen. Hay mucho en juego porque si consiguen aprobar, tendrán un trabajo estable y un salario envidiable.