Las OPAs hostiles en el sector bancario son un rara avis en España. La decisión de BBVA de lanzar una Oferta Pública de Adquisición (OPA) hostil por Banco Sabadell, una semana después de que la entidad presidida por Josep Oliu rechazara la oferta inicial, pilló ayer por sorpresa a gran parte del mercado y a las instituciones. La entidad presidida por Carlos Torres volvió a poner sobre la mesa su oferta inicial confiando en que resultará atractiva a los inversores.
Banco Sabadell se pronunció ayer a última hora de la noche. En un comunicado a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), acusó a BBVA de vulnerar el régimen de OPAs al introducir datos “incompletos” que pueden afectar al mercado. El banco que preside Josep Oliu ha argumentando que BBVA ha publicado una presentación en inglés sobre la operación, una nota de prensa y además ha ofrecido esta mañana una rueda de prensa y una comparecencia con analistas en la que, aseguran, se ha dado detalles que ha ocultado al Sabadell y al mercado.
En este sentido, Sabadell asegura que hay “documentación no incorporada al anuncio” y que la información proporcionada en dicha reunión “vulnera el artículo 32.1 del Real Decreto 1066/2007, de 27 de julio, sobre el régimen de las ofertas públicas de adquisición de valores y, en general, introducen datos incompletos que pueden afectar al mercado”. Por ello, ha dado traslado a la CNMV en aras de que el mercado cuente con información completa y transparente y se garantice un proceso ordenado y correcto.
BBVA ofrece un canje de un título nuevo por cada 4,83 de Sabadell. El precio equivalente de la contraprestación en efectivo es de 2,12 euros. Banco Sabadell rebotó ayer un 3,17% en bolsa y sus acciones cerraron en 1,85 euros. Por el contrario, BBVA registró una caída del 6,71%, hasta los 9,60 euros por acción. Aunque el éxito de la propuesta está en manos de los inversores -BBVA afirmó que “algunos relevantes” han mostrado su interés-, el Gobierno recordó hoy que “tiene la última palabra” a la hora de autorizar o denegar la operación. La vicepresidenta primera y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, fue la más explícita al afirmar que el Gobierno no va a autorizar esta operación porque entiende que conllevaría una “excesiva concentración de riesgos”. Es el Ministerio de Economía, quien, una vez recabados todos los informes, tiene el pronunciamiento final.
Desde el Ejecutivo hubo un aluvión de reacciones en contra. Se teme su impacto en la estabilidad financiera, los clientes y la economía, según explicó el ministro de Economía, Carlos Cuerpo. Otra de sus grandes preocupaciones es también el efecto de la operación sobre sobre el empleo. En el caso de las trabajadoras, fue la ministra de Igualdad, Ana Redondo, quien expresó la inquietud por este colectivo.
En la primera rueda de prensa desde que BBVA dio a conocer sus intenciones respecto a Sabadell, su presidente, Carlos Torres, reconoció ayer que ” puede haber reducción de empleo en un primer momento, pero se hace siempre bajo esta perspectiva del diálogo”. Y añadió que la entidad atesora mucha experiencia en estos procesos que aborda fundamentalmente mediante “medidas no traumáticas”. Además, destacó que el valor para la plantilla resultante es mucho más claro al formar parte de una entidad “mucho más sólida”.
Empleo femenino
En el supuesto de que culmine con éxito la operación, esta tendrá sin duda impacto en el empleo femenino: ellas serían mayoría en la plantilla de la entidad resultante. Representan el 52,3% de los 140.776 trabajadores que resultan de la unión de ambas entidades. En dos bancos con fuerte presencia nacional, España es el mercado donde existe mayor duplicidad. Así, en el caso del mercado español, el número de mujeres ascendería a 20.750 (el 66% corresponderían a BBVA y el 34% restante, a Sabadell), con un salario medio en España en el entorno de los 50.500 euros.
Sin embargo, la radiografía individual de cada entidad es diferente. Las mujeres en BBVA cobrarían de media alrededor de 49.125 euros, según la estimación realizada por Artículo14 partiendo de la información pública disponible (Informe Anual de Gobierno Corporativo, IAGC, e Informe No Financiero) del último año. En el caso de Sabadell, la entidad detalla el salario de sus trabajadoras en España, que asciende de media a 52.024 euros. Con estos datos y de fraguar la fusión, el despido femenino resultaría más barato en BBVA que en Sabadell, si bien la diferencia en ambos casos no es sustancial.
En el último año, han salido 14.147 personas del Grupo BBVA, una cifra similar al año anterior. Un 52,3% fueron mujeres (7.404) y -según figura en la información pública- la mitad de estas salidas corresponden a bajas voluntarias (dimisiones). El resto fueron despidos (16,3%), bajas incentivadas (6,7%) y jubilaciones y prejubilaciones (3,13%); la categoría de otras, que incluye bajas definitivas y fallecimiento, suma el 24,5% restante. En paralelo, la entidad bancaria incorporó nuevo talento dentro de su apuesta por la captación de perfiles estratégicos muy focalizados en nichos especializados de tecnología y banca de inversión. De esta forma, en 2023, se firmaron 19.928 contratos, de los que un 48% correspondieron a mujeres.
En el caso de Sadadell, las bajas sumaron 147 personas (59 de ellas mujeres). Hay que tener en cuenta que en junio de 2022 finalizó el expediente de regulación de empleo llevado a cabo por la entidad un año antes. En 2022, salieron 1.228 personas, que incluyen las vinculadas al ERE, de las que 682 (el 55,5% fueron mujeres).
Tanto CCOO como UGT se mostraron contrarios a un posible impacto en el empleo. El secretario general de CCOO, Unai Sordo, advirtió de que “el sindicato va a ser muy vigilante para que en cualquier proceso de fusión no tenga consecuencias traumáticas para las plantillas. Por su parte, UGT avisó de que “no permitirá que las plantillas sean el coste de esta operación. No aceptaremos medidas forzosas. Ambas entidades acaban de presentar unos beneficios récord en 2023 y en el primer trimestre del 2024. No hay excusas”.
Justificación de la OPA
El presidente de BBVA, Carlos Torres, explicó ayer las razones que han movido a la entidad a dar este paso. “La postura ‘fácil’ habría sido abandonar el proyecto. Pero no es por lo que nos pagan. Creemos que tenemos la responsabilidad de defender los intereses de nuestros accionistas y, ese sentido, creemos que lo que exige la situación ante una operación que tiene enorme atractivo para todos es presentársela a los accionistas de Banco Sabadell para que decidan”, aseguró ayer, al tiempo que se mostró dispuesto a asumir el riesgo reputacional en el caso de que no prospere la oferta.
“Hemos puesto nuestra mejor oferta encima de la mesa”, afirmó ayer Torres. En opinión de BBVA, la oferta del canje de acciones propuesto es una oferta “extraordinariamente” atractiva, pues implica una prima de entre el 30% y el 50% con respecto a mediados de abril, cuando la entidad comenzó a sondear la operación. Incidió en el recorrido de la acción de BBVA y subrayó que se trata de un activo más líquido que las acciones de Sabadell. “Es una oferta muy atractiva que el tiempo la hará aún más y que además tiene componentes de mucha liquidez”, concluyó.
Este es solo el segundo episodio de una batalla que dará mucho que hablar.