BCE

Un nuevo alivio para los hipotecados a final de año

El euríbor va a situarse por de debajo del 3% para diciembre, lo que facilita que las hipotecas sigan bajando

La presidenta del BCE, Christine Lagarde, en una rueda de prensa
La presidenta del BCE, Christine Lagarde, en una rueda de prensa Efe

José Luis Escrivá acaba de tomar posesión de su puesto como Gobernador del Banco de España y ya tiene que tomar decisiones importantes. Como si el primer día de colegio, el profesor pusiera un examen a sus alumnos. En su caso resolver, junto con el resto de gobernadores europeos, si bajar o no los tipos de interés en la reunión de política monetaria del Banco Central Europeo (BCE). Y lo que sucede en Fráncfort, a más de 1.800 kilómetros de distancia, afecta directamente al bolsillo de los españoles.

Al menos a aquellos que tienen una hipoteca de tipo variable. Pero las noticias son buenas. Después de dos años con el euríbor escalando, la curva comienza a descender. Hasta abril de 2022, el indicador estuvo en terreno negativo. De estar en el -0,47% a dispararse al 3,018%. Y todavía quedaba lo peor al año siguiente, en 2023, con seis meses consecutivos con el indicador mensual por encima del 4%, desde junio hasta noviembre. No son solo números, se traduce en angustias para las familias que han visto durante todo este tiempo cómo tenían que destinar hasta 2.000 euros más al año a las cuotas hipotecarias. Ahora está sucediendo lo contrario.

Según datos que acaba de publicar Funcas, la Fundación de Cajas de Ahorros, el euríbor va a situarse por debajo de la barrera del 3% para el mes de diciembre, exactamente su estimación es del 2,8% para finales de año, lo que da alas para que las hipotecas sigan bajando.

Asufin, la Asociación de Usuarios Financieros, coincide en sus previsiones. “Se descuenta una rebaja de cuarto de punto, lo que nos sitúa los tipos en el 4%. Esto va a tener un impacto directo en el euríbor. En agosto ya vivimos un descenso acusado, el mayor en términos intermensuales en once años, así que el nuevo rumbo de la política monetaria del BCE hará descender aún más el euríbor, algo que por otra parte se esperaba. Seguimos ahondando en las rebajas de las cuotas hipotecarias, que ya fue de unos 50 euros por cada 100.000 de hipoteca en el cierre de agosto. Y prevemos que continúe así hasta final de año, que esperamos un euríbor en el 2,8%”.

El mercado descuenta ahora hasta seis bajadas del precio del dinero hasta finales de 2025. Si se cumplen las previsiones, habrá un recorte de 25 puntos básicos por trimestre. Y la Reserva Federal, en Estados Unidos, seguirá también la misma estela. La semana que viene se reúne la FED los días 17 y 28 de septiembre y en su caso la disyuntiva está entre que la rebaja sea de 0,25% o de 0,5%.

Si lo que hacen los bancos centrales es fijarse en su inflación antes de actuar, en el caso de Estados Unidos el IPC se ha comportado como estaba previsto y ha bajado cuatro décimas de julio a agosto hasta el 2,5% aunque la subyacente, la que no tiene en cuenta los elementos más volátiles como son la energía y los alimentos frescos, sigue estando elevada por encima del 3%. En la zona euro, la inflación ya está casi controlada en el 2,2%, a solo dos décimas del objetivo del Banco Central Europeo.

Los que contrataron una hipoteca variable de 150.000 euros a 30 años, con revisión anual, han podido respirar ligeramente con un ahorro mensual de 79 euros, lo que supone casi 1.000 euros al año. Aquellas hipotecas con revisión semestral, también han podido comprobar aliviados una bajada de unos 41 euros en sus cuotas mensuales, casi 250 euros al semestre.

La bajada de tipos no solo conlleva un descenso de las hipotecas variables, también empuja a la banca en general a mejorar las condiciones de las hipotecas fijas. Hay muchos compradores de vivienda que están esperando el momento oportuno y podría estar ya cerca. Futuros propietarios que han esperado estos dos años a que el euríbor volvería a moderarse para asegurarse unas hipotecas más asequibles. Pero la tendencia ya ha cambiado. Si hace una década, la gran mayoría de los préstamos que se contrataban eran de tipo variable, ahora, tras los sustos del euríbor, hay quienes prefieren saber qué es lo que van a pagar siempre cada mes, con una cuota fija, sin que entren en la ecuación otros factores que desestabilicen las finanzas familiares. Ahora solo falta que los precios de la vivienda también comiencen a bajar, aunque eso parece mucho más difícil.