Cuenta Marina Gerner, la autora de ‘The Vagina Business’, que todo empezó hace cinco años durante una conferencia en Londres en la que tuvo otra perspectiva. Cuando se piensa en un persona con un ataque al corazón que imagen viene a la cabeza. Quizás un hombre que se agarra el pecho y siente presión y dolor que se irradia a su brazo izquierdo. “Estos síntomas suelen ser masculinos, no femeninos. Las mujeres tienen un 50% más de probabilidades que los hombres de recibir un diagnóstico equivocado después de un ataque cardíaco”, advierte Gerner. La buena noticia es que en esta misma cita conoció la startup, Bloomer Tech, que cuenta con un sujetador inteligente que gracias a su tecnología pude ayudar a las mujeres con riesgos de problemas cardiacos a monitorear su estado de salud.
Fue entonces cuando se dio cuenta que la investigación en medicina se había centrado históricamente en la salud masculina. Trato de que los medios publicaran su historia, pero entonces nadie quiso publicarla allegado que era muy de ‘nicho’ -“cuando afecta a más del 50% de la población”, puntualiza-. Con la llegada de la Covid, la salud femenina empezó a cobrar protagonismo y The Guardian se animó a divulgar este tema. Y así se le abrió al puerta a moderar una mesa redonda en una conferencia ‘Femtech’, término que define la tecnología de la salud al servicio de la mujer. Descubrió la importancia que para las mujeres podía tener conocer los avances tecnológicos muchos de ellos de fácil acceso.
“Tenemos que desterrar el mito de ‘Bienvenida a ser mujer, esto te va a doler'”. Este es el mensaje que busca con su libro. En su opinión, la innovación y la educación deben ir de la mano para transformar la experiencia de ser mujer y avanzar hacia una atención médica más equitativa. Este es además un sector con gran potencial de crecimiento. El ‘negocio de la vagina’, traducción literal del título, aborda una industria que podría estar valorada a un trillón de dólares (un billón de euros). En Artículo14, repasamos con Marina Gerner, los retos del ‘Femtech’ y su visión sobre el mercado español.
¿Cómo puede la tecnología ayudar a cerrar la brecha de género en la salud?
La tecnología tiene el potencial de transformar la investigación y el acceso a la salud. Con dispositivos portátiles podemos facilitar la participación de mujeres en ensayos clínicos, abordando así la brecha de datos de género. Además, puede facilitar el acceso a la atención médica, en momentos cruciales como el embarazo. No solo necesitamos nuevas tecnologías, sino también educarnos sobre prácticas más seguras, como posturas las adecuadas durante el parto para una mujer, que puede no ser la más conveniente para los profesionales de la salud [en alusión a la posición supina, frente a otras como cuclillas].
¿Cuál ha sido el mayor reto durante su investigación?
Durante la fase de preparación entrevisté a más de un centenar de personas entre empresarios, investigadores e inversores en quince países. Al final, filtrar quién incluir en el libro fue difícil porque mi intención abordar diversos temas, desde fertilidad y menstruación hasta menopausia o salud ósea y cardíaca. Dar una visión de la salud de la mujer, que incluya la reproducción, pero ¡también más allá de nuestros ovarios!
¿Algún avance revolucionario en la salud femenina?
Nueve de diez madres primerizas experimentan una lesión en el parto, que es algo de lo que las mujeres hablan en voz baja. Coincide que cuando comencé a investigar supe que quería tener un hijo. Me ha impresionado una ‘startup’ en California llamada Materna Medical, que está desarrollando un dispositivo para prevenir lesiones en el parto y el prolapso de órganos pélvicos en el futuro. Actualmente está en fase de ensayos clínicos.
Es increíble pensar que, hasta ahora, la epidural, introducida en los años 50, ha sido la última gran innovación en el parto. No hay otra área de la tecnología en la que digamos que lo mejor que tenemos tiene muchas décadas de antigüedad. En el siglo XVIII se inventaron los fórceps. Creo que, no solo es revolucionario, sino que debería haberse hecho hace mucho tiempo, investigar para disponer de una mejor tecnología de parto mejor que los fórceps, que es básicamente son un juego de tenedores para ensalada.
España
¿Cómo ve la evolución del mercado ‘femtech’ en España?
España está en el décimo lugar en cuanto a financiación de capital riesgo para empresas ‘femtech’, según Dealbook.co, con 62,4 millones de dólares. Es un comienzo prometedor. Empresas como LactApp (app que brinda apoyo basado en evidencia a madres primerizas,) y Emjoy (app centrada en el placer femenino, que también considero esencial para el bienestar generalplacer femenino) demuestran que España puede liderar ciertas áreas. También es un destino de referencia para la congelación de óvulos, por ser más asequible que en EE. UU. y el Reino Unido, lo cual es una gran oportunidad para innovaciones en el área de fertilidad.
Mi recomendación sería que cualquier persona que quiera innovar en el ámbito de la salud de la mujer en España debería analizar las necesidades no cubiertas de las mujeres españolas en función de su etapa vital y demografía, y averiguar cómo operar dentro del sistema sanitario español.
¿Qué piensa sobre las inversiones en salud femenina?
Una gran parte de las personas que están trabajando para mejorar la salud femenina son mujeres. Cuando hablé con fundadoras de empresas ‘Femtech’, muchas me dijeron que era difícil recaudar fondos, en parte porque la mayoría de los inversores son hombres y ciertos temas aún son tabú. Como dijo un inversor de capital de riesgo: “No quiero hablar de vaginas en mis reuniones de los lunes por la mañana”.
Es frustrante saber que, a veces, la falta de inversión en innovaciones femeninas se debe simplemente a incomodidad o vergüenza. En 2023, las empresas de salud de la mujer recibieron el 4,3% del capital riesgo invertido en empresas centradas en la salud. Sí, sigue siendo un porcentaje muy pequeño, pero es un aumento del 59% con respecto al año anterior.
¿Qué depara el futuro?
Creo que es muy interesante la posibilidad de utilizar la sangre menstrual para diagnósticos. Potencialmente, podría proporcionarnos una forma menos invasiva y mucho más privada de diagnosticar todo, desde la endometriosis hasta el VPH (virus del papiloma humano). El movimiento Femtech ha unido a la comunidad. Con mi libro, he querido contribuir a cambiar la narrativa y empoderar a los lectores con historias inspiradoras. Como dijo Kirkus en la primera reseña, mi libro ofrece una visión positiva y esperanzadora de cómo podemos mejorar los resultados de salud de las mujeres en todo el mundo.