Es una multa histórica. Por cometer prácticas ilícitas que cualquier consumidor que haya viajado en una aerolínea de bajo coste ha tenido que sufrir. Pero ahora el ministerio de Consumo marca un antes y un después e impone una sanción sin precedentes: 150 millones de euros a Vueling, Ryanair, Volotea y EasyJet. Por cobrar de más constantemente y de forma irregular. Por hacer desembolsar al consumidor por llevar una maleta de mano a bordo, por cobrar sistemáticamente cuando seleccionamos, en la compra del billete online, un asiento contiguo si viajamos con un dependiente o un menor de edad o por prohibir el pago en metálico tanto dentro del aeropuerto como en el avión. En el caso de Ryanair, también se le sanciona por hacer pagar al pasajero 20 euros extra por reimprimir la tarjeta de embarque si, por ejemplo, se le ha olvidado en casa.
Consumo considera además una infracción muy grave la opacidad que ejercen estas aerolíneas a la hora de publicitar los precios de los billetes. Nos encontramos con un precio inicial que nada tiene que ver con el que finalmente nos cobran. Existe, según el ministerio, un ocultamiento de los sobrecostes que inicialmente el pasajero no puede leer. De hecho, lo que parece un billete de bajo coste al inicio, acaba resultando tener un precio de aerolínea convencional.
Batalla judicial a la vista
Esta multa no significa que a partir de ahora ya no se vuelvan a cometer estos abusos. Es solo la primera victoria para las asociaciones de consumidores. Ahora las aerolíneas pueden recurrir, primero ante el propio ministerio de Consumo y después ante la Justicia.
De hecho, en cuanto se ha hecho pública la noticia, la Asociación de Líneas Aéreas (ALA) que representa al 85% del tráfico aéreo en España, ha convocado una rueda de prensa para dejar claro que van a llegar hasta el final. Javier Gándara, presidente de ALA, insiste en que las resoluciones no son firmes y hay posibilidad de recurso de alzada y vía judicial. “Nos ponemos a disposición del ministerio de Consumo para demostrar que en las prácticas no hay ninguna intención de sacar un provecho injustificado. Negamos las mayor. Esta política es perfectamente legal y buena para los consumidores. Al final se impondrá la razón. Y además hace un flaco favor a los consumidores y hay que insistir en que la resolución no es firme. Decir lo contrario es problemático porque llevará a confusiones, retrasos y discusiones. Todas las compañias aéreas permiten llevar un bolso de mano. Después por la maleta de mano hay compañías que cobran y otras no. Estamos a disposición del ministerio y de las asociaciones de consumidores. De momento nada cambia. En el mes de junio habrá un recurso de alzada, después tres meses y a resolver por vía judicial. Cada línea aérea se pronunciará personalmente”.
Y también amenaza con una subida de precios. “Ahora mismo se parte de una tarifa básica que dejará de serlo porque habrá que subir la tarifa. Habrá gente que tenga que pagar por servicios que no precisan. Entre el 30% y el 40% de los pasajeros no llevan una maleta a bordo. Ellos serían los primeros perjudicados y habría más retrasos”.
Habrá que esperar a que se pronuncie la Justicia al respecto pero es un primer varapalo, sin precedentes en España, para las compañías.