El aceite, el queso y el vino son tres sectores especialmente perjudicados por la política arancelaria de Trump. Más de 1.500 millones de euros en exportaciones a los Estados Unidos que van a verse alteradas por este imprevisto. Un arancel del 25% que puede suponer una subida del precio final pero también un empobrecimiento para las empresas. En Artículo14 hablamos con tres mujeres, Ángeles Santos, quesera Fariza, Susana García Dolla, directora general Interprofesional del vino de España y María José Vera, agricultora. Las tres coinciden en que se necesitan ayudas para paliar el golpe y que en una guerra arancelaria, todos salen perdiendo. Consumidores y productores.
Ángeles Santos tiene una granja familiar en Zamora con un rebaño de 1.000 ovejas de raza achurra. Elabora unos 95.000 litros de leche y 20.000 kilos de queso al año. Y exportaba a Estados Unidos y Canadá hasta que llegó el Covid. “Desde la pandemia dejamos de exportar con el cierre de fronteras, somos una empresa pequeña y era un riesgo que consideramos que no era necesario asumir y preferimos potenciar el mercado interior, nos centramos en producir bien, un producto de calidad y lo vendemos por toda España. Desde la tienda que tenemos en mi pueblo hasta pedidos online por todo el país”.
Pide un esfuerzo diplomático para reconducir la situación pero también un cambio de mentalidad. “Ya estábamos viendo que esto podía pasar, vivimos en este mundo tan loco, se deberían sentar a negociar para que esta ocurrencia no tenga consecuencias, primero para ellos, pero después para todo el mundo. También es verdad que deberíamos reflexionar para quién producimos. Vemos los riesgos que hay, llegan al poder personas extremistas y antojadizas y creo que habría que hacer una reflexión y pensar hacia qué mercado debemos dirigirnos. Quizás sea mejor centrarnos en el mercado interior y potenciar nuestra soberanía alimentaria”.
Cuando Trump realizó el anuncio de los aranceles, “lo primero que pensé fue: menos mal que ya no estamos exportando porque me pongo en la piel de las empresas agrarias que están produciendo vino y aceite…” Da la bienvenida a las ayudas gubernamentales planteadas por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, pero asegura que son solo un parche. El problema es mucho mayor. “No tiene sentido que produzcamos tanto para exportar, tantas hectáreas de olivar, por ejemplo. A lo mejor hay que diversificar más y que se consuma más en el interior pero es un trabajo a largo plazo. Sí es cierto que ahora los afectados necesitan una solución rápida pero repensar la estrategia que queremos hacer como país o como región porque somos Europa”.
El kilo de queso lo vende a 20 euros. Podría dispararse a más de 60 en Estados Unidos con aranceles.
Susana García Dolla es la directora general Interprofesional del vino de España. En el caso del vino, se llegó a hablar de unos aranceles del 200% lo que hubiera significado una salida automática del mercado. Pero en el sector ya saben lo que es lidiar con este tipo de gravámenes. “No es la primera vez que nos ocurre esos aranceles con Estados Unidos. Ya sufrimos un pequeño avance de guerra arancelaria al vino europeo, de un 25%, con España y Francia. En esta ocasión Italia no estaba incluida y nos dejó en una desventaja competitiva. En aquel entonces resistimos a costa de sacrificar márgenes pero se intentó no trasladar al precio final”.

Estados Unidos es el primer mercado extracomunitario para los vinos espumosos españoles. Hay mucho en juego. “Estados Unidos produce mucho menos de lo que consume, es deficitario y necesita importar vino para abastecer la demanda.
Nos vamos a encontrar a todos los países ahora tratando de vender en otros mercados alternativos. Es cierto que de momento a todos los países de la Unión nos está afectando de la misma manera y lo bueno es que estamos haciendo piña desde los 27. Cada empresa, en función de su política comercial y lo afianzado que esté en el mercado, tendrá que ver qué decisiones toma pero no es descartable que suban los precios”.
Las ayudas presentadas por el Gobierno van en la buena dirección. “Es positivo que se apoye la internacionalización, que se apoye el crédito, el empleo, nos ha gustado que haya ayudas directas a las pymes porque la gran mayoría del sector son pequeñas y medianas empresas, y eso podría beneficiarnos. Hemos escuchado también que se van a intensificar las acciones promocionales fuera a través del ICEX, trabajar en esa imagen España y si se concreta en los vinos pues muy bien”.
Agricultura
María José Vera es agricultora. Tiene 3.500 olivos en la campiña norte de Jaén. Lleva aguantando cinco años de malas cosechas por la sequía y ahora recibe otro nuevo mazazo: el arancel de Trump que, dice, impactará en una caída de los precios que le pagan por vender la aceituna para hacer aceite de oliva. “Nos va afectar en una bajada de precios porque juegan con eso, este tipo de movimientos nos afecta al sector primario en viña, olivos y cereal. Llevamos un año con una inestabilidad increíble, por eso salimos a la calle con los tractores a protestar. Es que no podemos vivir así, tengo una vivienda y pago hipoteca y no puedo llegar a casa con más deudas que beneficios. Y el precio del aceite fluctúa mucho. Por la mañana puede estar a 3,80 euros y a mediodía a 3,30 euros. El agricultor estamos en una montaña rusa. Lo que tenemos claro es que necesitamos que se regule el precio, que no haya una distorsión de precios. Cuando voy a trabajar no sé ni cuánto voy a cobrar a final de año y te puedo decir que hay familias en la ruina, hipotecadas para toda la vida”. Necesitan certezas que es justo lo que Trump les ha quitado.