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Mira Murati: una joven ingeniera albanesa desafía la elite tecnológica americana

Exempleada de OpenAI o Tesla, Mira Murati se ha abierto un camino en el sector americano de la tecnología

La exdirectora de tecnología de OpenAI Mira Murati

Vlorë es un pequeño puerto de Albania, ese pequeño país de menos de tres millones de habitantes que lleva años solicitando su entrada en la Unión Europea. Situada a 130 kilómetros al este de Italia, esa pequeña ciudad marítima podría haber pasado sin pena, ni gloria, por la historia, si no fuera por una de sus más ilustres ciudadanas. Hace 36 años, nació allí Ermira Murati (Mira para los amigos), una niña que, desde muy joven, demostraría una pasión por los estudios y la ingeniería.

A los 16 añitos, a Mira le dieron la alegría de su vida, le otorgaron una beca con la que soñaba. Se fue a estudiar a Canadá, lejos de Vlorë y de su familia. Esa etapa marcaría sus estudios, su carrera y, sin ser consciente de ello, algo del futuro mundial de la tecnología. Tras estudiar en el Pearson United World College, la joven albanesa se mudó al país vecino, Estados Unidos. Allí completaría su licenciatura y empezaría a hacer sus primeros pinitos.

Brillante e inquieta de nacimiento, no estaba dispuesta a dejarlo solo en un intento, hizo muchos méritos y consiguió unas prácticas en Goldman Sachs, uno de los bancos más importantes de Estados Unidos. A continuación, enlazaría con un trabajo en una multinacional aeroespacial, antes de dar el salto a una empresa de notoriedad internacional. Se trataba de Tesla, que no era tan conocida como ahora. Ahí fue nombrada gerente del model X, uno de los primeros modelos de la marca. Más tarde, se uniría a otra empresa llamada Leap Motion, una startup de realidad aumentada. Año tras año, lograba abrirse camino en un mundo tan complejo, como masculino. Todas estas experiencias consolidarían sus distintas facetas, preparándola para asumir unos roles de primer rango en esta competitiva y tecnológica industria.

OpenAI y el boom de la IA

En el 2018, Mira Murati se uniría a OpenAI, una empresa por aquel entonces bastante desconocida. Como directiva en el área de innovación fue destacando por su talento, pasión y especial dedicación. Considerada incluso por algunos, como “madre” (o al menos uno de los artífices) de proyectos emblemáticos como ChatGPT, DALL-E o GPT-4, dedicó su intensa vida laboral a desarrollar herramientas que copan hoy todos los telediarios.

Tras la destitución sorpresa de Sam Altman, su jefe, CEO y alma mater de dicha compañía, Murati tuvo, de hecho, que dar la talla al asumir, y durante unos días, el cargo de directora ejecutiva interina de una las empresas más cotizadas del planeta. Aunque Altman fue pronto “readmitido”, Murati había demostrado tener el talento necesario para sortear cualquier escenario.

Sin embargo, la joven tenía probablemente en la cabeza ya, otros horizontes y metas. La omnipresente inteligencia artificial abría debates y dejaba muchas incómodas preguntas. Siendo ella misma “juez y parte”, siempre mostró una preocupación importante por conseguir la ética en esta nueva forma de computación cada vez más autónoma. Enfatizó muy pronto en la importancia de alinear estas máquinas, con los valores humanos y sus almas.

En septiembre de 2024, decidió dar el paso y dejar su destacado puesto para explorar nuevos universos. Expresó públicamente su deseo de involucrarse en unos proyectos más personales y continuar innovando en los campos de las inteligencias artificiales. Durante un tiempo, no se supo mucho más de la talentosa tecnóloga en el mercado.

Thinking Machines Lab: una nueva sorpresa

No hay semana sin movimiento estratégico en el mundo de la IA. Si China ponía en duda, hace nada, el monopolio americano presentando sus modelos avanzados de DeepSeek y Qwen de Alibaba, ayer Elon Musk (ex jefe de Mira Murati en Tesla) volvía a la carga con Grok3, su nueva apuesta. Sin embargo, la sorpresa la dio realmente Mira, al reaparecer después de un corto descanso, anunciando su más esperada alternativa.

Presentó Thinking Machines Lab: una organización dedicada a desarrollar unos sistemas de inteligencia artificial más comprensibles, humanos y personalizados. Con sede en San Francisco y al frente de un equipo de primeros espadas (muchos de ellos provenientes de OpenAI, Meta, Mistral y otras corporaciones destacadas) pretende potenciar la creatividad y la toma de decisión de las personas, y todo eso en lugar de reemplazarlas. De carácter generosa y de alma comunitaria, Mira Murati planea, de hecho, compartir regularmente sus avances con el conjunto de la comunidad de investigadores.

Humana, innovadora e inspiradora

Al margen de su contribución significativa en el campo de la IA, Murati se erige como un referente femenino para millones de mujeres, inspirando a futuras generaciones a perseguir carreras en ciencia y tecnología, copadas habitualmente por los hombres.

Según un reciente informe de la Comisión para la Igualdad de Oportunidades en el Empleo (EEOC) de Estados Unidos, en el 2022, las mujeres constituían apenas el 22,6% de los trabajadores en roles de alta tecnología, una cifra que ha permanecido prácticamente estancada desde más de dos décadas. Esta realidad subraya los desafíos que enfrentan las mujeres para abrirse camino en un mundo predominantemente masculino. Sin embargo, la atrevida y genuina figura de Murati demuestra que es posible no solo participar, sino liderar y transformar dicha industria.

Su liderazgo en proyectos pioneros sumado a su compromiso con una inteligencia artificial ética conforman su relevante figura en la cuna de californiana de la tecnología, y eso a miles de kilómetros de su querida Albania. Sin lugar a duda, hoy Vlorë tiene su transcendencia y lo ha puesto en el mapa, una tal Mira.

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