MasOrange, la compañía de telecomunicaciones fruto de la fusión de Orange y MásMóvil en España, ha anunciado un expediente de regulación de empleo (ERE) de carácter voluntario para un máximo de 795 trabajadores, lo que supone el 9,5% de los alrededor de 8.400 efectivos que componen la plantilla actual de la empresa, según se detalla en un comunicado interno remitido a los empleados este martes y al que ha tenido acceso Europa Press.
Orange y MásMóvil cerraron el pasado 26 de marzo los flecos pendientes para sellar su fusión al 50% en España tras una operación valorada en torno a 18.600 millones de euros, y desde ese mismo día comenzaron a operar como una sola compañía con una plantilla de alrededor de 8.400 empleados, de los que 6.600 procedían de Orange y unos 1.800 de MásMóvil.
El plazo máximo para constituir la mesa de negociación del ERE con los sindicatos será de 15 días, por lo que la intención de la teleco es que el diálogo con los agentes sociales concluya a mediados de octubre, momento a partir del cual se abrirá el proceso de adhesión al plan de salidas voluntarias, según han confirmado fuentes de la compañía.
El consejero delegado de MasOrange, Meinrad Spenger, ha mantenido una reunión virtual con los trabajadores para trasladarles la situación y, sobre ello, la empresa ha indicado que desde el comienzo de la actividad de la ‘joint venture’ se ha “trabajado intensamente para implementar la mejor organización posible” para lograr los objetivos de la compañía.
No obstante, MasOrange defiende la necesidad de aplicar el ERE debido a que ha comprobado que todavía existen “ciertas duplicidades organizativas” como consecuencia de la integración de las plantillas de Orange y MásMóvil.
“El plan de ajuste organizativo que ahora se anuncia es coherente con la posición que han mantenido siempre los directivos de la compañía, que desde el inicio han apostado claramente por la voluntariedad”, han resaltado las fuentes consultadas.
De hecho, a comienzos del mes de abril, Spenger afirmó en un encuentro con la prensa –y anteriormente en un evento con los empleados– que la compañía no contemplaba “ningún plan masivo de salidas forzosas”.
Asimismo, la fusión de Orange y MásMóvil requirió el visto bueno del Gobierno, una aprobación que estuvo acompañada, según describió el ministro para la Transformación Digital y de la Función Pública, José Luis Escrivá, de un plan industrial “verdaderamente ambicioso” -de hasta 4.000 millones de euros- y de unos compromisos de “mantenimiento del empleo suficientes”.
De este modo, la empresa ha subrayado que la voluntariedad será el criterio preferente de adhesión al ERE, que afectará a las principales sociedades del grupo (Orange Espagne, Orange España Comunicaciones Fijas, Xfera Móviles, Lorca Telecom Bidco, Euskaltel y R Cable y Telecable).
No obstante, quedarán fuera del proceso las tiendas propias, los ‘call center’ y también algunas áreas funcionales de las compañías.
Por otro lado, y en línea con la intención de la compañía de “definir condiciones justas y satisfactorias para las personas que decidan adherirse al plan”, el ERE irá acompañado de un “buen plan de recolocación”.
Según el comunicado interno al que ha tenido acceso Europa Press, la “compañía va a dar lo mejor de sí misma en este proceso, trabajando de manera honesta y transparente para poder llegar a acuerdos satisfactorios para todos y comenzar un nuevo capítulo sin incertidumbres”.
UGT rechaza la medida
Por su parte, UGT ha emitido un comunicado en el que indica que rechaza la medida presentada por la compañía, dado que, en su opinión, “ahonda en políticas de destrucción de empleo bien formado, bien remunerado y que aporta riqueza y valor añadido a la economía de España”.
“Una regulación perniciosa que no ha querido ser corregida por ningún Gobierno conduce a un círculo vicioso de despidos colectivos. En cualquier caso y en caso de no ser retirado, UGT defenderá la voluntariedad total y un paquete indemnizatorio y prejubilaciones similares a las firmadas en 2021 en Orange España”, ha añadido la organización.