Mariu Luchetti es la directora de Marketing, Innovación y Sostenibilidad en Deoleo, el líder mundial en aceite de oliva. La compañía cuenta con una cuota de mercado del 12,5%, gracias a marcas como ‘Carbonell’, ‘Hojiblanca’ o las internacionales ‘Bertolli’ y ‘Carapelli’. Desde su posición, Mariu enfrenta el reto de impulsar la transformación del sector, combinando tradición e innovación. En un sector con una larga tradición, que ha conquistado los mercados internacionales, Luchetti está enfocada en dar respuesta a las nuevas demandas del consumidor, sin perder la cercanía al territorio. En esta línea el grupo busca innovar con nuevos formatos, como presentaciones en spray, o este año, con una botella en formato de aceitera.
Luchetti cuenta con más de 25 años de experiencia internacional en el sector de productos de gran consumo. Ingeniera química por el Instituto Tecnológico de Buenos Aires (ITBA), ha complementado su formación con programas ejecutivos en administración, innovación y estrategia digital en instituciones de prestigio como el Instituto de Empresa y la London Business School. Su trayectoria incluye roles clave en Unilever, donde trabajó en Argentina, Brasil y el Centro de Innovación para LATAM, así como en Unilever España. Posteriormente, lideró el área de marketing en Suntory Schweppes, primero como directora de Marketing para Iberia y luego para Europa.
En Artículo 14, conversamos con Luchetti para conocer más detalles de su personalidad.
– ¿Cuál ha sido la decisión más difícil en su carrera profesional?
La decisión más difícil que he tenido que tomar creo que tiene que ver con una decisión más bien personal relacionada al trabajo. Y que ha sido aceptar, en un momento dado, que ya no era la persona más indicada para cubrir una determinada posición; aceptar mis limitaciones. Parte del proceso de crecimiento y éxito en roles de responsabilidad tiene que ver con aparcar el ego y ser generoso con los demás. Dar ese paso requiere trabajo personal y no es fácil. Normalmente, se crece a través de los tropiezos, de las experiencias que no salen bien.
– ¿Cuál es el consejo que más ignoró al inicio de su carrera y cuál fue la consecuencia? Y ¿cuál fue el más útil?
El consejo que he ignorado al inicio de mi carrera… A ver… Déjame pensar…¡ya han pasado más de dos décadas! La verdad es que tendemos a escuchar poco cuando somos jóvenes. En general, somos más impulsivos y menos reflexivos, por lo que probablemente ignoré buenos consejos sin ser consciente de ello.
Creo que el consejo más útil que me han dado es que intente disfrutar cada día de lo que hago y que trate de encontrar todos los días un motivo para alegrarme. ¿Hoy por qué te alegras? Me parece brillante. A día de hoy les insisto mucho a mis hijos en que disfruten de lo que hacen.
– ¿Cuándo dejó de sentir que ya no tenía algo que demostrar y empezó a disfrutar del éxito profesional?
Uf… honestamente, todavía siento en ocasiones la necesidad de demostrar, aunque en menor medida. No sé si esto es parte de mi forma de ser y si solo me ocurre a mí. Sin embargo, la experiencia me hace sentir que las mujeres tendemos a pensar que no nos merecemos las cosas, o que tenemos que ganárnoslas constantemente. No me gustan los clichés, pero creo que es algo que ocurre mucho. Por ello, me gusta estar atenta a este tema con las mujeres de mi equipo, para hacer su camino más fácil, sin que tengan que esforzarse en exceso.
– ¿Qué mito sobre el liderazgo femenino le gustaría desterrar para siempre?
Yo humildemente pienso que las mujeres no tienen que liderar adoptando valores masculinos. La magia está en liderar apalancándonos en lo que nos hace diferentes. Somos ciertamente distintas, ni mejores ni peores. Podemos aportar cosas diferentes y eso aporta riqueza. El problema es cuando una mujer intenta ganarse su lugar pretendiendo ser algo que no es, o cuando el mismo entorno le exige ser algo que no lo es. Yo he tenido mucha suerte en este aspecto y siento que puedo ser auténtica, aunque es cierto que ha sido un proceso.
– ¿Qué hábito o ritual sigue para mantener la creatividad y la claridad mental en su día a día?
Me encanta empezar el día tempranísimo haciendo deporte, al menos algunas veces por semana, me despeja la cabeza. Luego me gusta sentarme a anticipar el día que tendré por delante con un buen mate y un desayuno que me apetezca. Organizarme es clave. También es importante para mí sentir que dedico tiempo tanto a mis cosas personales y como a las del trabajo. Si el trabajo lo invade todo, pierdo el equilibrio y no funciona. Además, he comprendido que enfocarme solo en el trabajo es egoísta con los que tengo más cerca mío, en mi entorno personal. No es fácil… pero tampoco hay que volverse locos, hay días mejores que otros.
– ¿Cuál es su fórmula para conciliar la vida profesional con la familiar?
Creo que la experiencia y las etapas vitales también te van ayudando a conciliar mejor. No es lo mismo ahora, con todo encaminado, que cuando mis hijos eran pequeños y tenía más ansias de progresar en el trabajo y demostrarme a mí misma. Pero un poco al hilo de lo que decía antes, creo que una cosa revierte sobre la otra. Si no hay un equilibrio, no es posible sacar lo mejor de uno. Tanto mi vida personal como mi trabajo son fuentes de disfrute si soy capaz de balancearlos. La pareja, la familia, los amigos y el trabajo nos aportan cosas diferentes. Hay que regar todas las ramas.
– Un error profesional del que aprendió una lección valiosa
Un gran error profesional en mi disciplina: la parálisis por el análisis. Hay que aprender a identificar cuándo las cosas son lo suficientemente buenas para tirar adelante. Tomar decisiones y avanzar siguiendo la lógica de los demás y no necesariamente la mía. Construir a partir del trabajo de los otros y respetar enfoques distintos, que no son los míos. El tiempo me ha demostrado que ganas aceleración, das alas y es muy gratificante porque ves crecer a los demás.
– Si el éxito profesional fuera un deporte, ¿qué tipo de entrenamiento recomendaría para jugarlo bien?
Un deporte… Si fuera el tenis, por ejemplo, creo que Rafa Nadal podría ser un grandísimo referente. Disciplina, perseverancia, esfuerzo…, creo que para esto hay que dosificar la energía, para no llegar exhaustos al partido; diversión, disfrute, alegría…, creo que no puede haber éxito, o mejor dicho, que el éxito no puede ser sostenible, si no se disfruta del juego; curiosidad y atrevimiento, dicen que el que no arriesga no gana; humildad para aprender de los errores; y sobre todo, generosidad, porque no hay éxito posible que no venga de la mano de los que te rodean y te ayudan a tirar para adelante.
– Un imprescindible en el bolso.
Llevo poquísimas cosas en el bolso, ¡pero necesito mis gafas de leer, sí o sí!
– Su cita o frase vital.
“Ser agradecido y disfrutar de las pequeñas cosas del día a día”. Esa es la mentalidad de las personas que más me inspiran.