Marie Claire, la icónica marca de medias símbolo del avance de la mujer en la España de la postguerra y la transición, consigue sortear el abismo al que se vio abocada hace un año cuando tuvo que declararse en concurso de acreedores. Su salvador es ForMen, una firma textil que comprará la empresa por 250.000 euros y que tiene ambiciosos planes para relanzar la enseña. Al menos, este es su compromiso ante el Juzgado y los trabajadores.
La primera señal del renacer de Marie Claire es la vuelta progresiva de sus empleados a las instalaciones de Vilafranca en Castellón. Los primeros trabajadores de los 77 que se encuentran en situación de ERTE, desde que el pasado verano se declaró la quiebra de la empresa y el cierre de la fábrica, han comenzado a reincorporarse a sus puestos de trabajo.
Primero, la parte operativa administración, compras e informática, y la semana que viene el equipo de mantenimiento para poner a punto las máquinas reanudar su actividad. Toca desempolvar unas instalaciones que han estado cerradas más de un año, engrasar los rodillos y diseñar el plan para volver a estar en el mercado.
“No va a ser fácil el camino, pero el nuevo propietario no viene a especular, sino a reflotar la marca Marie Claire a nivel nacional e internacional”, afirma el secretario general de UGT FICA Comarques de Castelló, Antonio Durán.
“Los mensajes que transmite la nueva propietaria hacen pensar que en unos años se habrá consolidado la empresa, lo que dará estabilidad a la comarca”
No será de un día para otro. La previsión es que todos los trabajadores que están en ERTE se incorporen antes del 30 de septiembre. Reactivar la producción tardará “un poco” -según explicó Durán-, ya que previamente se está trabajando en recuperar clientes y abrir nuevas líneas de producción. Más allá de las medias, con su experiencia en fibras, se visualiza una oportunidad en la fabricación de ropa deportiva que es una de las demandas del público más joven.
Compromiso a tres años
Tras más de un año en vilo y con diferentes candidatos a hacerse con la icónica marca, ha sido ForMen quien ha convencido a la titular del Juzgado de lo Mercantil número 1 de Castellón para quedarse con la empresa. Para ello, tuvo que corregir defectos de la oferta inicial y lograr la conformidad del Fondo Garantía Salarial, Fogasa, a la operación. Se prevé que la adquisición formal se cierre antes del 18 de septiembre, según UGT.
Una condición impuesta por la jueza es que la actividad empresarial de Marie Claire deberá continuar durante al menos tres años. Lo contrario supondría la reversión de los bienes transmitidos a la masa del concurso, que se volvería a activar en el caso de estar concluido.
ForMen se ha comprometido a revitalizar y relanzar Marie Claire, respetando su legado y, al mismo tiempo, adaptándola a las tendencias emergentes del mercado global. Para esta empresa, Marie Claire no es solo una marca, “sino un símbolo de tradición, calidad y creatividad en la industria de la lencería”.
Para dar cumplimiento a lo exigido, el nuevo propietario afirma tener planes “ambiciosos” para Marie Claire, que incluyen la expansión de su catálogo de productos para abarcar ropa interior, ropa deportiva, ropa de baño para hombres y mujeres, productos sanitarios, así como el mantenimiento de la línea tradicional de la marca.
Además, se prevé la modernización de la planta de producción en Castellón y el fortalecimiento de la presencia de la marca tanto en el mercado español como en el internacional. La empresa ha reafirmado su compromiso con la economía local al mantener y generar nuevos puestos de trabajo en la comarca.
Historia
La historia de Marie Claire comienza en España en 1907, cuando Francisca Íñigo tuvo la visión de convertir su afición por la costura en una actividad empresarial. En sus inicios se llamó Lencería Eugenia de Montijo como la emperatriz y estuvo centrada en calcetería y ropa interior femenina. Tras ser capaz de sortear la escasez de materiales de la Guerra Civil, floreció en la postguerra.
Su éxito vino de la mano de los nuevos materiales textiles del momento: las fibras y las lycras de las que supo sacar provecho especialmente en la fabricación de medias. En consonancia con la modernidad de los tiempos se rebautizó como Marie Claire. Fue entonces cuando vivió su boom. No había mercería y corsetería que no tuviera las medias ‘Marie Claire’.
Hoy, las mercerías están al borde de la extinción sustituidas por las grandes cadenas especializadas y hay una generación de jóvenes que nunca han oído la marca o les suena historias del pasado. El verdadero reto de la Marie Claire es reconectar con ellos como fue capaz de hacerlo con sus abuelas.