El fin del verano suele conllevar unos días raros de adaptación a la rutina, tristes en ocasiones, y abrumadores con el retorno a las obligaciones de la casa y el trabajo. Si a ese pequeño trauma le sumamos una multa de tráfico, entonces el drama postvacacional está asegurado. Las prisas en la carretera no son buenas y las sanciones económicas que aplica la Dirección General de Tráfico por exceso de velocidad son cuantiosas, entre los 100 euros y los 600 euros además de la pérdida de ente 2 y 6 puntos.
Por eso hay que tener mil ojos a la hora de coger el coche en las operaciones salida y llegada. Primero por nuestra propia seguridad pero también porque la red de carreteras española está repleta de radares fijos y móviles que captan cualquier desliz. Según el último informe de Automovilistas Europeos Asociados (AEA), hay dos radares que hacen su particular agosto, los que más caja generan de toda España, y están en la provincia de Cádiz, ambos en la A-381.
En España, y sin contar con los datos del País Vasco y Cataluña donde la Dirección General de Tráfico (DGT) no tiene competencias, se superan las tres millones de denuncias anuales por exceso de velocidad. Más de dos millones de ellas fueron captadas por radares fijos o de tramo y unas 800.000 en radares móviles.
Con estas cifras, hay que tener mucho ojo si pasamos, por ejemplo, las vacaciones en la provincia de Cádiz porque el radar situado en la carretera A-381 en el kilometro 74,7, acumula casi 80.000 denuncias por exceso de velocidad. Está colocado en un lugar difícil de visualizar puesto que se encuentra a la salida del túnel de Valdeinfierno y es un tramo donde la velocidad máxima es de 100 kilómetros por hora.
Pero es que muy cerca de ese punto, en esa misma vía A-381, está situado el segundo radar que más multas genera de toda España con 68.321 sanciones.
Si Cádiz ostenta el primer y segundo puesto de los radares con más multas, hay otros puntos también entre los veinte primeros que más recaudan. Entre los más calientes se encuentra la autovía más larga de españa, la autovía del Mediterráneo, la A-7, desde La Junquera (Girona) hasta Algeciras (Cádiz) en un recorrido de 1.300 kilómetros. En el listado que elabora la AEA, hay cuatro radares concentrados en ese tramo que ocupan los puestos tercer, cuarto, sexto y decimocuarto lugar de los radares que más multas ponen en España. Acumulan casi 172.000 denuncias por superar los límites de velocidad. Eso son 471 sanciones diarias. Una buena caja para la DGT y un buen disgusto para el conductor o conductora.
Pero no solo la DGT recauda dinero con las multas de los conductores, también los ayuntamientos. Según datos de Dvuelta, hay un ranking con los diez municipios que más recaudan en multas de tráfico y hay una ciudad que se lleva un claro primer puesto, la ciudad de Madrid, con más de 211 millones de euros en este 2024. Esta cifra es tres veces superior a la recaudación de Barcelona que se sitúa en segunda posición. En total, hay diez ciudades que este año van a recaudar casi 400 millones de euros en multas de tráfico, esto es un 4% más que los ingresos obtenidos en 2023.
En este informe de Dvuelta, también se estudia el dinero recaudado por el Impuesto de circulación o más comúnmente llamado 'numerito' que es un impuesto que se paga por el mero hecho de tener un coche en propiedad. Sin ser una multa de tráfico, ningún conductor se libra de tener que pagarlo menos en algunos municipios que aplican un descuento del cien por cien en el caso de los vehículos eléctricos. Pues con este impuesto de tracción a vehículos mecánicos, las arcas municipales se embolsan tanto como por las multas de tráfico. Hay diez ciudades que son Madrid, Barcelona, Palma de Mallorca, Sevilla, Málaga, Bilbao, Zaragoza, Valencia, Las Palmas de Gran Canaria y Murcia que ingresan con esta tasa un total de 396 millones de euros. La ciudad que más ingresa por impuesto de circulación es de nuevo Madrid, que cada año embolsa casi 140 millones de euros. Le siguen Barcelona con más de 50 millones de euros, Sevilla con 34 millones y Valencia con 31 millones.
Si la vuelta a la rutina ya es dura en septiembre, más todavía si tenemos un coche, por las multas, los impuestos y el tráfico de las grandes ciudades. Mejor plantearse un septiembre ecológico y coger una bicicleta si estamos en forma o el transporte público, con el que también nos podemos ahorrar unos euros.