Casi todas las medidas del Gobierno para paliar los efectos de la Dana han sido bien recibidas. Casi. Hay una en particular, que además afecta especialmente a las mujeres que suelen ser las cuidadoras dentro de los hogares, que no ha hecho ninguna gracia a la patronal CEOE. El presidente del Gobierno ha presentado un segundo bloque de ayudas a los afectados tras el Consejo de Ministros. En total, 3.765 millones de euros y 110 medidas, entre las que se incluyen los permisos retribuidos.
Se trata de días libres que dispondrán los empleados afectados y que no se restan de las vacaciones para poder hacerse cargo del caos de sus viviendas estos días. Seguramente sean muchas mujeres afectadas por la Dana las que soliciten estos permisos para cuidar a su familia. Hay varios supuestos: para las personas que no pueden teletrabajar pero corren algún tipo de peligro en los desplazamientos o directamente tienen los accesos cortados, si tienen que hacerse cargo de todas las gestiones por un familiar fallecido, o todavía tienen desaparecidos, también si han perdido su vivienda. Y por supuesto, si hay menores o mayores a su cargo. Con la Dana, todavía quedan muchos niños que no han podido regresar al colegio y mayores que tampoco pueden acudir a las residencias de ancianos.
En todos esos casos, la empresa pagará el 100% de los permisos justificados y el trabajador no tendrá que recuperar esos días. La empresa, por su parte, podrá recurrir a los ERTE por fuerza mayor, que les exime de pagar las cotizaciones sociales si hay ceses de la actividad.
Yolanda Díaz, la ministra de Trabajo, explicaba esta figura en La Sexta. “Los permisos retribuidos significan que los trabajadores recibirán salarios íntegros y cotizaciones. Personas que se hayan quedado sin casa, que no puedan teletrabajar… personas que estén reconstruyendo, que cuiden a descendientes o a ascendientes, que no tengan garantizada la movilidad… en resumen, personas que con razones justificadas no puedan teletrabajar. Permiso que no es recuperable, empresas a largo plazo no podrán reclamar el tiempo perdido en estos días”.
El presidente de la CEOE, Antonio Garamendi, ha insistido en que no es lo mismo esta catástrofe que la Pandemia, entonces las empresas solo cerraron y podían hacerse cargo de algunas medidas pero ahora, dice, esas empresas están destruidas. “Esto no es el Covid, no tiene nada que ver. Después del Covid las empresas estaban impolutas y ahora no queda nada, están arrasadas, los coches igual… llamamos a la unidad. no sobra nadie, tenemos que trabajar todos juntos y pedimos a la clase política que deje de hacer política. En el Covid tenía sentido pero ahora no hay empresas, no hay bares, comercios… una parte del gobierno nos consulta, no entendemos que por hacer política se planteen escudos sociales a costa de empresas arruinadas”.
La reacción de la ministra de Trabajo ha sido contundente. “Le pediría empatía porque el lenguaje que ha empleado es muy grave, no está teniendo empatía hacia las víctimas de la Dana. Seamos institucionales, los trabajadores tienen derechos igual que las empresas y las estamos salvando. Yo echo de menos al señor Garamendi que trabajaba por su país, que salvaba personas y autónomos. Que se ponga a la altura de su país. Creo que está a otra cosa, no a defender los legítimos intereses de su país”.
Otra de las medidas que afectan directamente a las empresas es la prohibición de despedir si reciben subsidios públicos. Lo que sí pueden hacer las empresas es acogerse a los ERTE por fuerza mayor, que ya protegen a 9.000 personas que cobran el 70% de su base de cotización y más de 400 empresas que, por el momento, no pagarán las cotizaciones sociales. Una herramienta que se ha ampliado a las empresas que no están localizadas en las zonas afectadas pero que su actividad se ha visto dañada gravemente.
Muchas mujeres en el sector de la agricultura se verán beneficiadas también de ayudas directas al sector, muy afectado por la catástrofe. El presidente del Gobierno ha anunciado una línea de ayudas directas de 200 millones de euros para las explotaciones que han sufrido graves daños y que no puedan afrontar la próxima temporada y con pérdidas superiores al 40%. Más dinero y menos burocracia para tratar de recuperarse cuanto antes.