Cuando se habla de señales de recesión, la mayoría de los análisis se centran en indicadores clásicos como el PIB, la tasa de desempleo o la inflación. Sin embargo, existen otros indicadores que podríamos clasificar como “raros y desconocidos” que suelen darse en momentos de crisis.
Un ejemplo curioso es el llamado índice de los tacones altos, que sugiere que en tiempos de incertidumbre económica las mujeres tienden a comprar zapatos con tacones más altos. La teoría detrás de este fenómeno es que, en épocas de recesión, los consumidores buscan pequeñas formas de evasión y autoestima sin recurrir a grandes gastos, optando por artículos de moda llamativos en lugar de inversiones costosas. Aunque no es el único indicador. Repasamos los más desconocidos que podrían indicar una caída de la economía.
En épocas de crisis el tamaño de los tacones crece
Un estudio de IBM reveló una curiosa tendencia en el mundo de la moda: en tiempos de crisis económica, el tamaño de los tacones de los zapatos femeninos tiende a aumentar. Según el análisis de datos de la compañía, durante periodos de recesión, las mujeres optan por tacones más altos, mientras que en épocas de bonanza económica prefieren calzado más bajo y cómodo. Esta teoría se basa en la idea de que, en tiempos difíciles, los consumidores buscan formas de evasión y símbolos de estatus accesibles, y los tacones altos representan un elemento de sofisticación y empoderamiento sin necesidad de grandes desembolsos.
El fenómeno ha sido observado en distintas crisis a lo largo de la historia. Durante la Gran Depresión de los años 30 y la crisis financiera de 2008, los diseñadores de moda reportaron un aumento en la demanda de zapatos de tacón alto, mientras que en los años de estabilidad económica la tendencia se inclinó hacia calzado más bajo y funcional. IBM utilizó algoritmos de inteligencia artificial para analizar datos de ventas y confirmar este patrón, concluyendo que la moda puede ser un reflejo inesperado del estado de ánimo de la economía y de cómo los consumidores adaptan sus hábitos en tiempos de incertidumbre.
Se deja de comprar ropa interior masculina
Un indicador sorprendente de crisis económica es la caída en las ventas de ropa interior masculina. Durante períodos de recesión, los consumidores tienden a posponer la compra de este tipo de prendas, consideradas no esenciales, y priorizan productos más necesarios o visibles. Este patrón se ha observado en crisis pasadas, como la de 2008, donde las ventas de ropa interior masculina disminuyeron significativamente. Así, este comportamiento refleja cómo los consumidores ajustan sus hábitos de compra a la incertidumbre económica, limitando el gasto en artículos menos indispensables.
El efecto barra de labios
El efecto barra de labios es un indicador sorprendente de crisis económica. Durante períodos de recesión, las ventas de pintalabios y productos de belleza de bajo costo tienden a aumentar, mientras que el consumo de artículos más caros, como ropa o perfumes de lujo, disminuye. La teoría detrás de este fenómeno es que, en tiempos de dificultades económicas, los consumidores buscan pequeñas indulgencias accesibles que les brinden un sentimiento de bienestar y mejora personal, sin comprometer su presupuesto. Así, aunque recortan gastos en productos de alto precio, las barras de labios se convierten en una forma asequible de elevar el ánimo, convirtiéndolo en un indicador de la percepción del consumidor ante una crisis económica.
Más construcciones de rascacielos
El aumento en la construcción de rascacielos ha sido identificado como un indicador de crisis económica según el economista Andrew Laurence. A pesar de que, a primera vista, la construcción de rascacielos podría parecer un signo de prosperidad, Laurence sugiere que este fenómeno a menudo ocurre en momentos de incertidumbre económica.
La lógica detrás de esto radica en que, durante las crisis, los inversores suelen buscar inversiones seguras a largo plazo y, debido a la escasez de terrenos en áreas urbanas, los rascacielos se convierten en una forma eficiente de maximizar el uso del espacio.
Además, la construcción de estos grandes edificios puede estar vinculada a la especulación, donde los desarrolladores apuestan por un futuro económico más estable y el capital busca refugiarse en activos físicos de gran valor. Por lo tanto, el auge de los rascacielos puede reflejar tanto una necesidad de inversión a largo plazo como una señal de confianza en la recuperación económica, lo que a menudo surge en momentos de crisis.
Se producen menos cajas de cartón
Un indicador sorprendente de crisis económica es la disminución en la producción de cajas de cartón, un fenómeno que se agudiza en tiempos de recesión. En momentos de desaceleración económica, la demanda de productos y envíos disminuye, lo que reduce la necesidad de embalajes como las cajas de cartón. Este comportamiento fue especialmente visible durante la crisis financiera de 2008, cuando la producción de cartón en muchos países cayó significativamente, reflejando la desaceleración de la actividad comercial e industrial.
Las empresas ajustaron sus operaciones debido a la caída en las ventas y la reducción de la confianza del consumidor, lo que afectó tanto la manufactura de productos como la cantidad de bienes que se transportaban. La disminución en la producción de cajas de cartón se convirtió en una señal temprana de una desaceleración global, ya que este material es clave para la distribución de productos a nivel mundial.
La cuenta bancaria, claro indicador de recesión
La cuenta bancaria se convierte en un indicador clave de recesión económica, ya que refleja cambios en el comportamiento financiero durante periodos de crisis. En tiempos de incertidumbre, las personas suelen aumentar sus ahorros y reducir el gasto, como ocurrió en la crisis de 2008, lo que se refleja en menos transacciones y depósitos.
Además, aumenta la demanda de créditos y préstamos, ya que tanto consumidores como empresas buscan liquidez. Así, el comportamiento de las cuentas bancarias, con más ahorros y solicitudes de crédito, es un claro reflejo de la inseguridad económica y una señal temprana de recesión.