El nuevo año trae consigo importantes modificaciones en el sistema de la Seguridad Social en 2025. Esto marca un antes y un después en la manera en que se gestionan y calculan las pensiones en España. Las reformas no solo afectan a las cuantías que perciben los pensionistas, sino también a las condiciones para acceder a ellas, así como a las bases de cotización de los trabajadores.
1) Revalorización de las pensiones: más moderada, pero significativa
El primer cambio en la Seguridad Social en 2025 es la revalorización de las pensiones contributivas, que suben un 2,8% en línea con el IPC medio interanual. Aunque este incremento es más moderado que en años anteriores, sigue marcando un récord de gasto debido al aumento constante de pensionistas, impulsado por las jubilaciones de la generación del “Baby Boom”. En cifras concretas, el gasto mensual en pensiones superará los 15.000 millones de euros y se aproximará a los 16.000 millones al incluir pensiones no contributivas.
Una imagen simbólica de las pensiones | Shutterstock
Para los pensionistas, esto significa un incremento anual medio de 568,4 euros para quienes reciben una pensión contributiva de jubilación, que ahora se sitúa en 1.490,50 euros mensuales. Por otro lado, las pensiones mínimas subirán un 6%, beneficiando especialmente a hogares unipersonales y con cónyuge a cargo. En el caso de las pensiones no contributivas y el Ingreso Mínimo Vital (IMV), la subida será del 9%, con lo que estas ayudas alcanzan nuevos máximos históricos.
Además, el complemento por brecha de género también se revaloriza un 8,1%, situándose en 35,9 euros mensuales por hijo. Este esfuerzo por cerrar las desigualdades de género forma parte de una estrategia más amplia de la Seguridad Social en 2025 para garantizar un sistema más equitativo.
2) Reformas en la cotización: bases máximas y nuevos recargos
La reforma de la Seguridad Social en 2025 introduce importantes ajustes en las bases máximas de cotización y en las cotizaciones sociales. Por un lado, la base máxima de cotización aumenta un 4%, alcanzando los 4.909,5 euros mensuales, lo que equivale a 58.914 euros anuales. Este incremento se acompaña de un aumento proporcional de la pensión máxima, que en 2025 se situará en 3.267,60 euros mensuales, un 2,8% más que el año anterior.
Un grupo de jubilados disfruta de su merecido tiempo libre en el parque | Shutterstock
Un cambio clave es la implementación de la cotización adicional de solidaridad, que se aplicará a los salarios que excedan la base máxima de cotización. Este recargo, progresivo entre 2025 y 2045, empieza con tasas que oscilan entre el 0,92% y el 1,17%, dependiendo del tramo salarial. Este nuevo mecanismo busca aumentar los ingresos de la Seguridad Social sin generar derechos adicionales para los pensionistas.
También se incrementa el Mecanismo de Equidad Intergeneracional (MEI), una cotización adicional creada en 2023 para reforzar el Fondo de Reservas. En 2025, el MEI pasa del 0,6% al 0,8%, distribuyéndose entre empresas (0,67%) y trabajadores (0,13%). Este aumento gradual continuará hasta 2029, cuando se estabilizará para asegurar la sostenibilidad del sistema a largo plazo.
3) Cambios en la edad de jubilación y modalidades flexibles
En 2025, la Seguridad Social en 2025 implementa nuevas medidas que afectan directamente a la edad de jubilación y las opciones de retiro anticipado. La edad legal de jubilación aumenta dos meses, situándose en 66 años y 8 meses para quienes hayan cotizado menos de 38 años y 3 meses. Sin embargo, quienes superen este periodo podrán seguir jubilándose a los 65 años con el 100% de la pensión.
Una imagen conceptual de la jubilación | Shutterstock
Por otro lado, se flexibilizan las condiciones de la jubilación activa, permitiendo compatibilizar el trabajo con porcentajes de la pensión según los años de demora. Por ejemplo, quienes retrasen su jubilación un año podrán recibir el 45% de su pensión mientras trabajan, porcentaje que aumenta progresivamente hasta el 100% con cinco años de demora.
La jubilación parcial también experimenta cambios significativos. A partir de 2025, se podrá anticipar hasta tres años (un año más que en 2024) siempre que se cumplan ciertos requisitos, como la contratación indefinida de relevistas. Además, se introducen mejoras en la regulación de la jubilación para trabajadores fijos discontinuos y de la industria manufacturera, con ajustes para mayor flexibilidad.