Las reconocerás por la estrella y porque parecen sucias aunque las estés estrenando. Son las zapatillas Golden Goose, un símbolo de estatus entre los jóvenes y no tan jóvenes en Europa y Estados Unidos como lo es llevar un bolso Puzzle de Loewe o un reloj Cartier. Las Goose son un calzado muy particular puesto que cuestan cuatro veces más que unas deportivas normales, por ejemplo, las Adidas Samba que están tan de moda no superan los 120 euros y unas Goose como mínimo cuestan 400 euros pero además están confeccionadas de tal manera que nuevas, parecen usadas, ya que tienen alguna mancha o raspadura hechas a propósito para demostrar que son un calzado con una larga vida.
Ahora esas suelas de élite van a pisar el parqué de Milán próximamente, preparadas para dar el salto definitivo en la Bolsa italiana. La marca va a sacar el 30% de capital a bolsa con un precio por acción que va a oscilar los 9,50 y los 10,50 euros con una capitalización que rondará los 1.860 millones de euros. Aún se desconoce cuándo se comenzarán a comercializar las acciones de esta compañía italiana nacida en Venecia y con un recorrido más bien breve pero exitoso.
La compañía ha anunciado este martes que retrasa su salida a Bolsa debido al “significativo deterioro de las condiciones del mercado tras las elecciones al Parlamento Europeo de este mes y la convocatoria de elecciones generales en Francia”. De hecho, uno de los inversores ha explicado que “todos los indicios nos dicen que actuemos con cautela en Europa. Creo que algunos de nosotros nos echamos atrás”.
La intención de la compañía era recaudar 558 millones de euros en la operación después de los buenos resultados que han puesto sobre la mesa. Solo en el año 2023, la empresa de lujo facturó 587 millones de euros con un crecimiento del 18% respecto al año anterior. Y el objetivo para 2029 es facturar 1.000 millones de euros.
Las usan Taylor Swift y Selena Gómez
Su seña de identidad es el lujo sin aspavientos, con ese aspecto desgastado que ha conquistado a famosas de la talla de Taylor Swift o Selena Gómez. Según Antonio Castelo, economista de Ibroker, “después de años, desde 2020 por culpa de la pandemia, donde los mercados han estado parados, había muchas operaciones esperando salir en Bolsa como el caso español de Puig. En un momento en que los tipos de interés están altos, el objetivo es buscar financiación y te permiten una alternativa a la deuda. Y además les da mucha visibilidad. Los dueños de este fondo buscan entrar en empresas en momentos previos de explosión y aprovechan después para venderlas así que es una operación muy habitual, muy del estilo de Puig, y puede haber algunas otras empresas más que sigan la misma línea en un sector como es este del lujo y la moda”.
El concepto de las zapatillas nació hace veinte años, cuando los italianos Alessandro Gallo y Francesca Rinaldo decidieron crear una marca de lujo a base de un calzado descuidado, incluso sucio que bautizaron como ‘el ganso dorado’. El primer par salió al mercado en el año 2000 con diferentes cordones y una estrella que distingue la marca. Los más pijos en Europa, Estados Unidos y Asia se lanzaron a comprar las deportivas como símbolo de riqueza. No es llevar unas deportivas cualquiera, es que te las puedas permitir y que el resto del mundo pueda apreciarlo.
Un espacio olvidado por Prada y Chanel
El boom no fue casualidad. En 2007 se estaba generando de nuevo la fiebre por las zapatillas en la calle, las mujeres se estaban bajando de los tacones definitivamente como en la película ‘Armas de mujer’ y conquistando la ciudad vestidas elegantes, de oficina, pero cómodas y las deportivas eran el complemento indispensable. Pero además tenían que transmitir exclusividad. Las Golden Goose ocupaban un espacio olvidado por las grandes marcas como Prada o Chanel que era el concepto de sneaker de lujo. Según los propios fundadores, querían transmitir ese desgaste desde la fábrica porque las personas que las llevan demuestran que han recorrido medio mundo con ellas y han vivido aventuras en lugares remotos y que costaran lo suficiente para que no estuviera al alcance de la clase media. Las zapatillas blancas y relucientes son un símbolo de sedentarismo. La marca italiana invita a un concepto más aventurero que incluso han llevado al extremo de colocar cinta americana en la puntera de algunos de sus modelos.
Cuando salgan a Bolsa, las Golden Goose representarán el mayor estreno en el mercado de valores de Milán desde mayo de 2023, desde la salida de Lottomatica, que recaudó 600 millones de euros. Ahora la marca intentará obtener mayores ingresos para amortizar una deuda que casi alcanza los 500 millones de euros. Desde 2020, se ha hecho con la empresa el fondo Permira que compró la firma con 1.300 millones de euros. Desde entonces buscan la expansión, un terreno resbaladizo puesto que todavía no están consiguiendo el éxito que esperaban con la diversificación hacia otro tipo de productos. Todo el mundo de la moda identifica la marca con las zapatillas y cuesta ver que pueda alcanzar otros mercados dentro del ámbito textil. Con el tiempo se verá. Por el momento, esas zapatillas pisan la cima del business italiano.