Las mujeres están acelerando la marcha, tratando de ganar el tiempo perdido. En el mundo del emprendimiento, también. Según los últimos datos de la Federación Nacional de Trabajadores de Autónomos (ATA) todavía no hay paridad, representan el 37% del total de los autónomos en España pero solo en 2023, el 92% de los nuevos cotizantes al RETA fueron mujeres. Es decir, ellas sumaron 14.589 nuevas altas mientras que ellos sumaron 1.213, el 7,7% del total. Eso significa que todavía están lejos de alcanzar la igualdad pero están en la dirección adecuada. Aún así, los hombres todavía son mayoría, un 63,2% del total de trabajadores por cuenta propia, casi dos terceras partes del total, que son ya 3,3 millones de profesionales.
También la mujer emprendedora acelera respecto a otros países de la Unión Europea. La media europea de trabajadoras por cuenta propia está en el 33,6%, son tres puntos por debajo de la media española. España se sitúa por encima de otras economías como Italia, donde el porcentaje emprendedor femenino es del 31,8%, también por delante de Alemania (con el 34,6%) y de Bélgica, con el 34,3%
Hay muchas diferencias entre sexos si nos fijamos en el tipo de actividad. El comercio concentra a una de cada cuatro autónomas en España mientras que, por ejemplo, en la construcción solo hay un 3,4%. Las mujeres autónomas son más numerosas que los hombres también en la hostelería, en las actividades sanitarias, administrativas, en la educación y en las inmobiliarias. Los varones sin embargo son mayoría en agricultura, transporte, o industria.
“Las mujeres autónomas se decantan por el comercio y las actividades profesionales. Sin embargo, es importante destacar que las mujeres no solo están emprendiendo en sectores tradicionalmente asociados con lo femenino, sino que también están incursionando en industrias dominadas históricamente por hombres. Desde la tecnología hasta la ingeniería, las mujeres autónomas están desafiando estereotipos y demostrando que su capacidad emprendedora no tiene límites.”, apunta el informe de ATA.
Las mujeres en España no son emprendedoras jóvenes. El grupo de edad mayoritario se encuentra entre los 45 y los 59 años, de las 1.227.413 mujeres autónomas cotizando en el RETA, el 45,3% se encuentra en este rango de edad. Hay un 5% de las autónomas que tienen 65 años o más y un pequeño 1,99% que tiene menos de 25 años, es decir, 24.484 trabajadoras.
Startups
Si nos filamos en las startups, empresas emergentes que buscan escalar a través de la innovación tecnológica, el porcentaje de mujeres fundadoras es muy escaso.
Según la última edición del Mapa del Emprendimiento, elaborado por South Summit en colaboración con el IE University, desde hace más de diez años, el porcentaje de fundadoras de startups no ha variado y se mantiene en el 20%.
Llama la atención cómo es la estructura de una startup, hay muchas diferencias si el fundador es un hombre o una mujer. Mientras que las fundadas exclusivamente por hombres, el 100% de sus CEOs son masculinos, en las que fundan las mujeres, el 8% son hombres. Ellos no cuentan con ellas para dirigir la empresa pero ellas sí cuentan con ellos pese a ser las fundadoras. Sin embargo, si el equipo fundador es mixto, el 66% de los CEOS son hombres frente al 34% mujeres.
Las razones por las que una mujer emprende son diferentes respecto a las de los hombres. Ellos lo hacen porque siempre han querido hacerlo, en el caso del 48% y ellas porque detectan una necesidad de mercado concreta, en el 42%. De este dato se desprende que la cultura emprendedora cala en los hombres desde jóvenes mientras ellas lo visualizan cuando encuentran la fórmula para comenzar el negocio.
Y son pocas las que deciden emprender más de una vez, lo que en el informe de South Summit hablan de emprendimiento en serie. El 38% de las mujeres decide intentarlo más de una vez mientras que el porcentaje de los hombres es del 63%. ¿Será que ellos no tienen miedo al fracaso? ¿Que socialmente no temen tanto al fracaso como ellas?. En el Mapa del Emprendimiento también se observa que las mujeres españolas tienen más dificultades para vender sus proyectos. Un 24% logra la venta de su startup frente al 36% de los hombres.
Y de nuevo se aprecia cómo la mujer espera para emprender pasados los 30 años. El 82% espera a esa edad, siete puntos más que los hombres. Siempre esperando a sentirse preparadas para dar el salto al vacío.