Las ‘Kitas’ alemanas, la oportunidad laboral con 300.000 vacantes hasta 2030

Para trabajar en una guardería en Alemania se requiere la titulación universitaria o el grado superior de Educación Infantil y un nivel B2 de alemán. La falta de cuidadores provoca pérdidas de casi 23.000 millones

El Servicio de Colocación Internacional y Profesional alemán (ZAV) ofrece en su página web casi 20.000 ofertas de empleos, de las cuales un 30% están relacionados con profesiones educativas y de cuidados. En SEPES, a través de este ZAV y EURES España, se publican recurrentemente este tipo de ofertas. Una de las profesiones con más vacantes en Alemania actualmente es la de educador infantil, que se está cubriendo con trabajadoras españolas y latinoamericanas. La legislación alemana garantiza desde hace una década la gratuidad de la educación infantil (niños de 0 a 3 años), pero aún no han podido habilitarse más de 430.000 plazas de guardería. Se estima que de manera inmediata faltan dos pedagogos por cada guardería, es decir, alrededor de 125.000 educadores.

“Los nuevos cálculos que se han realizado este año especifican que en Alemania faltan todavía más de 430.000 plazas para niños en las escuelas infantiles. Este hecho explica por qué necesitan tantos educadores infantiles en las escuelas. Además de los profesionales en las escuelas que ya están en Alemania, se necesitan cubrir más de 308.800 vacantes en los próximos 5 años en el sector de la educación infantil”, detalla a Artículo14 Magdalena Uhländer, del equipo de recursos humanos de HELMECA Personal GmbH. Desde 2012, esta empresa alemana con varias delegaciones en España ha reclutado e integrado a más de 1.200 educadores españoles en más de 300 ‘Kitas’ (abreviatura de Kindertagesstätte, como se llama a las guarderías en Alemania) de Frankfurt y Munich.

Las guarderías alemanas tienen más educadores por niño que en España.

Modelo

La necesidad de estos profesionales responde a su vez al modelo pedagógico alemán, donde las ratios entre niño/educador son muy bajas. Por ejemplo, una guardería con cien plazas cuenta con hasta una veintena de educadores. Según explica Uhländer, esta particularidad es una de las grandes motivaciones para los profesionales españoles. “La filosofía de trabajo es completamente distinta, en la cual, se prima y cuida mucho, el bienestar del trabajador o trabajadora”, señala a Artículo14 Dafne García, educadora infantil, quien tras cinco año opositando en España decidió mudarse a Alemania en busca de una oportunidad laboral.

Desde HELMECA explican que, a diferencia de lo que ocurre en España, en Alemania las escuelas infantiles no pueden contar con una bolsa de licenciados a la que recurrir cuando hay una vacante. Los educadores infantiles se forman a través de una formación profesional en la guardería. Tras este proceso, que dura tres años -el 30% del tiempo corresponde a estudio y el 60% a prácticas-, las guarderías contratan al personal. “Es decir, las escuelas deben formar a su propio personal y esto conlleva tiempo”, puntualiza Uhländer.

Requisitos

Para poder trabajar en una ‘Kita’ hay que contar con la titulación universitaria de educación infantil y/o el grado técnico superior de educación infantil. Aunque dependiendo de la región, puede variar cuál de las dos titulaciones es reconocida. Se exige nacionalidad de un Estado Miembro o residencia permanente en la UE; además de un nivel B2 certificado de alemán. En función de la oferta puede alcanzarse este conocimiento del idioma a los seis meses de llegar a Alemania.  Por ejemplo, HELMECA opta por formar a los educadores en ese nivel en España antes de que se incorporen a la escuela infantil en Alemania.

Según detalla Uhländer, “es importante saber que, para ser reconocido como educador en una escuela infantil en Alemania, se requiere tener un nivel mínimo de B2 en alemán. Si no tienes ese nivel no pueden contratarte como personal cualificado, sino como personal auxiliar de la escuela”. Para los españoles, esta es la mayor dificultad, sobre todo al principio. “Sin lugar a dudas, el idioma fue muy complicado en mis primeros días y meses en Alemania”, admite Dafne García.

Impacto económico

El estudio de Stepstone ‘Working Parents and Beyond’ constata que la crisis en la oferta de los servicios de cuidado infantil en Alemania conlleva un desafío económico mucho mayor: la escasez de la fuerza laboral que el país necesita para seguir siendo competitivo a nivel mundial. Para 2035, Alemania tendrá un déficit de siete millones de trabajadores. En concreto, según cita Deutsche Welle, la insuficiencia en la oferta de cuidado infantil en Alemania podría ocasionar la pérdida de cerca de 1.200 millones de horas de trabajo al año, lo que se traduce en un daño económico próximo a los 23.000 millones de euros.

“Es inaceptable que la falta de servicios de guardería recaiga sobre los padres, y sobre todo sobre las madres. Ellas tienen que dejar de lado sus carreras profesionales, ya que el 74% ha reducido su jornada laboral tras la baja por maternidad. Alemania tiene que avanzar en este aspecto ante la escasez de mano de obra y la creciente presión demográfica. No podemos permitirnos prescindir de personal, porque no se garantiza el cuidado de los niños”, advierte Tobias Zimmermann, experto en el mercado laboral de The Stepstone Group.

Español

Esta realidad explica el interés de Alemania por las educadoras infantiles españolas y la oportunidad laboral que supone para aquellos que están dispuestos a emigrar. Y en este intercambio, el aprendizaje y la difusión de la cultura española resultan beneficiados. Como señala Uhländer, hay incluso escuelas infantiles que han aprovechado la posibilidad de enseñar español y aprender cosas acerca de la cultura española.

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