Llevamos dos meses consecutivos, julio y agosto, arrastrando una fuerte destrucción del empleo en España. El sector de la educación, el más afectado y eminentemente femenino, sufre un parón en verano y no se recupera hasta que comienza el curso en septiembre. Eso en la práctica supone que numerosas mujeres profesionales interinas pero también profesoras de colegios privados, se vean obligadas a quedarse en el paro aún sabiendo que hay demanda y que en el nuevo curso volverán a trabajar. Aunque lo hacen sin protección ni garantías.
La educación perdió según los últimos datos de la Seguridad Social 72.338 empleos, debido a la estacionalidad y la práctica de rescindir contratos en verano. Le sigue la construcción, donde se destruyeron alrededor de 19.000 empleos y en tercera posición la industria manufacturera, con 17.373 empleos menos. Si tenemos en cuenta que tres de cada cuatro profesores interinos son mujeres, vemos que las más perjudicadas según los últimos datos sobre afiliación son ellas.
Isabel Galvín, secretaria General de Enseñanza en Comisiones Obreras de Madrid lo confirma. “En verano se despiden sobre todo los docentes, en su mayoría mujeres. Despiden cuando terminan las clases, julio y agosto al paro, y luego en muchísimos casos te repescan en septiembre porque la necesidad sigue existiendo. Es un despido en fraude de ley y utilizan distintas artimañas para maquillar la situación, la asesoría jurídica en verano del sindicato se llena de gente por este asunto. Y aunque con la última Reforma Laboral se ha avanzado, no lo ha hecho lo suficiente porque se siguen buscando los mecanismos para no contratar porque se ahorran muchísimo tanto en la empresa privada como la administración pública”.
Ninguna de las dos se salvan de la tijera. “En Madrid tienes que haber trabajado cinco meses y medio durante el curso para que te paguen las vacaciones. Pero la administración también manda al paro a la gente y se ahorra dinero en navidades veinte días y en Semana Santa también, otros quince días. Es una medida de ahorro descarada y como consecuencia ves a mucha gente en el paro en verano que luego en septiembre regresan”.
Y pide a la Inspección de Trabajo que se vigile, “una observancia para que esto no suceda. En el 99,9% no es justificable llevar a los docentes al paro en verano.
Esta práctica tiene mucha incidencia en la calidad de vida de esas mujeres profesionales. La incertidumbre de dónde te puede tocar en el mes de septiembre, porque puede que te toque en un colegio en Madrid o uno en Segovia. Y hay mucha vulnerabilidad emocional porque afecta a la autoestima de las profesionales cuando no entienden por qué las despiden si han hecho bien su trabajo”
Las mujeres suponen el 47% del total de afiliados a la seguridad social. En el caso de los parados, hay 2.572.121 desempleados en total de los cuales el 60% tienen nombre de mujer. Las cifras son claras: 1.550.658 de mujeres en el paro frente a 1.021.463 hombres. Las mujeres son más vulnerables y tienen más dificultades para poder ser independientes si no disponen de una red laboral que te permita tener tu propio salario. Respecto al mes de julio, el paro femenino se ha incrementado en 10.913 personas más y aún así la cifra total es la más baja para un mes de agosto de toda la serie histórica.
También llama la atención la pérdida de empleos en el sector primario. Por primera vez en más de dos décadas, los trabajadores del campo caen por debajo del millón de personas. El porcentaje de mujeres es de un 30%, que son reemplazadas por las máquinas, por la cada vez mayor mecanización de los procesos o por falta de mano de obra. Donde sí parece que hay futuro y puestos de trabajo es en el sector STEM, es decir, en la ciencia, tecnología, ingenierías y matemáticas, y sin embargo apenas hay un 25% de mujeres empleadas en este ámbito que da trabajo a 1,2 millones de personas.
Si nos fijamos en el número de contratos indefinidos firmados en agosto, fueron 389.735 lo que representa el 37,47% del total de contratos. Las mujeres todavía no han alcanzado la paridad en este caso porque solo el 45% fueron firmados por mujeres frente al 55% de hombres. Tampoco son datos positivos los que se desprenden del número de parados menores de 25 años. Del total de parados jóvenes, 177.112 personas, el 51% son mujeres. Ejemplos de que sigue existiendo una brecha importante de género en el mercado laboral español pese a los avances alcanzados.