Las ciudades de España donde se pagan más impuestos: de Madrid a Soria

El pago de impuestos es una de las mayores formas de recaudación del estado y algo necesario, pero es cierto que dependiendo de donde sea cada persona tiene una gran diferencia en el pago, ya que hay más de 500 euros entre la ciudad de España que más paga y la que menos

Un joven hace cuentas sobre lo que tiene que pagar

Depende de donde vivas tienes una ventajas u otras, esto es así para prácticamente cualquier aspecto de la vida, pero hay uno que destaca aún más y que hace que se note mucho la diferencia de un lugar a otro, y afecta directamente al bolsillo. Estamos hablando de la diferencia tributaria, es decir, lo que se paga de impuestos en una ciudad u otra de España. Y es que si nos vamos a la media de las capitales de provincia está en 705 euros, pero entre el lugar donde más se paga y el que menos hay más de 500 euros de diferencia. Y eso es lo que vamos a analizar ahora.

¿En qué ciudades de España se pagan más impuestos y en cuáles menos?

La ciudad en la que más impuestos locales se pagan es Madrid, donde cada ciudadano paga 1.001 euros, aunque la capital es la única ciudad que pasa la decena, no obstante, no le andan muy a la zaga las siguientes, y es que tras Madrid, las capitales de provincia donde más impuestos locales pagan son Barcelona, que se va hasta los 978 € por habitante; seguida de Tarragona y Girona, con 917 y 901 respectivamente; dejando algo más atrás, ya por debajo de los 900, a  Toledo, con 874€ por habitante y Soria, con 864€.

En el otro lado de la balanza, la ciudad de España en la que menos impuestos se paga por habitante es Pamplona, con 435 euros. Y por delante de la capital navarra, las capitales de provincia donde menos impuestos locales pagan son: Jaén (492 €/hab); Badajoz (508 €/hab); Cáceres (522 €/hab); Alicante (531 €/hab) y Córdoba (563 €/hab).

Los impuestos en cada ciudad de España varían sobremanera

¿Cuáles son los impuestos que se pagan en las ciudades?

La gran mayoría corresponde al mismo, y es que el 66% de los ingresos por impuestos locales de un Ayuntamiento viene del Impuesto sobre Bienes Inmuebles, el IBI, que es un tributo obligatorio sobre el que los Ayuntamientos tienen mucha capacidad normativa y que se recauda con carácter anual. Por este existe principalmente la diferente tan marcada entre unas y otras ciudades.

Por otro lado está el Impuesto sobre Actividades Económicas (IAE), que cuenta bastante, pero mucho menos, en torno a un 8% del total de los ingresos municipales. Eso sí, recaudación viene lastrada por las exenciones, a todas las personas físicas y a las personas jurídicas con importe neto de una cifra de negocios inferior a 1.000.000€.

También existe el Impuesto sobre Vehículos de Tracción Mecánica (IVTM) que lo pagan solo los titulares del permiso de circulación, por lo que algunos municipios han atraído flotas de vehículos estableciendo unos tipos muy bajos. La recaudación es del 11% de los ingresos locales.

La cantidad de impuestos varía entre cada ciudad

El Impuesto sobre Construcciones, Instalaciones y Obras (ICIO), que ahora está muy venido a menos, pero que durante los años del `boom´ inmobiliario tuvo una elevada participación en los ingresos municipales. Pero ahora su aportación a las arcas municipales se ha reducido mucho y apenas aporta el 7% de los ingresos locales.

El Impuesto sobre el Incremento de Valor de los Terrenos de Naturaleza Urbana (IIVTNU), o como se le conoce normalmente, la plusvalía municipal, ha estado muy cuestionado en los últimos tiempos, tras la declaración de inconstitucionalidad algunas de sus partes y finalmente se ha modificado, lo que lo ha cambiado bastante respecto al pasado, pero aún así sigue aportando el 8% de los ingresos municipales.

Por otro lado, lo que se refiere a las tasas municipales, con las que se recauda el 28,6% de todos los ingresos tributarios de impuestos locales, lo que también genera gran parte de la diferencia, pese a que muchas gravan los mismos servicios o la misma utilización del dominio, lo hacen en cada ciudad de una forma muy diferente.