BANCO CENTRAL EUROPEO

Lagarde se aferra al dato y mantiene la incertidumbre sobre futuras decisiones

La presidenta del BCE se explaya en explicar la primera bajada de tipos desde 2009 sin dar pistas sobre una senda concreta a futuro

Christine Lagarde, presidenta del BCE, durante la rueda de prensa posterior al Consejo de Gobierno del mes de junio.
Christine Lagarde, presidenta del BCE, durante la rueda de prensa posterior al Consejo de Gobierno del mes de junio. Artículo14.

Como buena nadadora, Christine Lagarde, presidenta del Banco Central Europeo (BCE), tiene capacidad de resistencia. Volvió a demostrarlo en el turno de preguntas tras la rueda de prensa para informar de la reunión del Consejo de Gobierno de la entidad, en la que se acordó por unanimidad -a excepción de un voto- rebajar un 0,25%, hasta el 4,25%, el tipo de interés.

Para los inversores, el interés de su intervención era dilucidar cuándo tendrá lugar la próxima bajada, dado que este recorte de un ‘cuartillo’ ya estaba descontado por el mercado. Y los inversores se quedaron como estaban, sin pistas, pues a pesar de las insistentes preguntas de los medios, Lagarde se aferró a su libro y mantuvo la incertidumbre. “No nos estamos comprometiendo de antemano con ninguna senda concreta de tipos“, puntualizó.

Previamente, en su comunicado, el BCE ya avanzó que continuará aplicando un enfoque dependiente de los datos para la toma de decisión. En su discurso, Lagarde aludió hasta en cinco ocasiones a la importancia del dato y, posteriormente fuera del guion, reafirmó la ‘data-dependencia’ de la entidad prácticamente en cada respuesta. “Necesitaremos datos y más datos y análisis de esos datos para confirmar constantemente que estamos en esta senda desinflacionaria”, insistió.

Así, la evolución futura de los tipos de interés se basarán en la evaluación de las previsiones de inflación a tenor de los datos económicos -principalmente, evolución del empleo, de los salarios y el crecimiento de la eurozona-, la dinámica de la inflación subyacente y la intensidad de la transmisión de la política monetaria. “Conocemos el destino. Sabemos la dirección que estamos tomando. Conocemos la metodología que aplicaremos (…) pero lo que es muy incierto es la velocidad a la que viajamos y el tiempo que nos llevará”, advirtió.

Previsiones

Pero los datos, no siempre llegan sincronizados con las reuniones del BCE, como la propia Lagarde reconoció. “No ha querido anticipar ninguna pista y se ha centrado en justificar el porqué de la bajada de los tipos, cuando a tenor de los datos quizás podría haberse dilatado si no hubieran anunciado anticipadamente”, explicó a Artículo14 Miguel Jiménez, economista senior de BBVA Research, que recordó que las previsiones de inflación en mayo se sitúan en el 2,6 por ciento en mayo, frente al 2,4% de un año antes.

Es la misma visión de los analistas de ING, “si no hubiera sido por la comunicación tan vocal desde febrero, los últimos datos macroeconómicos podrían haber justificado fácilmente otra pausa en la reunión de hoy. El reciente aumento del crecimiento de los salarios y de la inflación, así como el impulso positivo de la economía, habrían sido argumentos de peso en contra del recorte de tipos”.

El BCE revisó tanto las previsiones de inflación como de crecimiento al alza. Así, se prevé un crecimiento del PIB  del 0,9% en 2024, el 1,4% en 2025 y el 1,6% en 2026; mientras que la estimación es que la inflación se sitúe en el 2,5% en 2024, el 2,2% en 2025 y el 1,9% en 2026. De ahí que, aludiendo a un símil que ya ha mencionado en anteriores ocasiones, Lagarde vislumbre los próximos meses como un camino lleno de obstáculos. “Sabemos que el camino estará lleno de baches, seamos realistas. Los próximos meses seguirán siendo difíciles”, apostilló.

¿Qué esperan los analistas tras la decisión del BCE? En BBVA Research, mantienen sus previsiones de que pueda haber una segunda bajada de un 0,25% en septiembre de 2024, seguida de otros 25 puntos básicos a final de año, aunque sin perder de vista la posibilidad de que quede limitada a una sola, si los datos de inflación subyacente se comportan peor de lo esperado.

Con este escenario, apenas habrá cambios en el mercado hipotecario. Para el director general de Idealista Hipotecas, Juan Villén, el recorte tendrá un “impacto limitado” en el mercado hipotecario español, ya que el Euríbor a 12 meses -principal indicador en el cálculo del tipo de interés en las hipotecas- “ya está descontando esta bajada, incluso alguna más”.

Por su parte, el director de Estudios de Pisos.com, Ferran Font, avisó de que este recorte de tipos reactivará la concesión de hipotecas y compraventas de vivienda y acelerará “todavía más” el precio del metro cuadrado de la vivienda en España, que ya está aumentando en torno al 10%, según cifras del portal inmobiliario.

En estos momentos, la única certidumbre clara es la determinación del BCE, y de su presidenta Lagarde, en lograr el objetivo del 2% de la inflación. En eso no hay duda: “Estamos decididos a garantizar que la inflación regrese a nuestro objetivo de medio plazo del 2% de manera oportuna”.

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