Una guerra comercial entre Estados Unidos y la UE a raíz de las propuestas de subidas arancelarias planteadas por Donald Trump resultaría “negativa para todos”, según la presidenta del Banco Central Europeo (BCE), para quien la estrategia europea podría pasar por ofrecer a su socio transatlántico comprar más productos estadounidenses, como gas natural licuado o armamento, en vez de abordar las diferencias mediante represalias.
“Podríamos ofrecer comprar ciertas cosas a los Estados Unidos y dar a entender que estamos dispuestos a sentarnos a la mesa y ver cómo podemos trabajar juntos”, defiende la francesa en una entrevista con Financial Times donde plantea “comprar más GNL a los Estados Unidos“, así como “bienes de defensa”, que podrían ser adquiridos por los Estados miembros con un enfoque cohesivo de la UE.
“Creo que este es un mejor escenario que una estrategia puramente de represalia, que puede conducir a un proceso de ojo por ojo en el que nadie sale realmente ganando”, subraya Lagarde, para quien una guerra comercial “sería negativa para todos, no solo para los destinatarios de los aranceles estadounidenses”.
“Esto puede no ser del interés de nadie, ni de los Estados Unidos ni de Europa, ni de nadie en realidad. Esto induciría una reducción global del PIB”, resume, recordando que Europa, como una economía más abierta que Estados Unidos y China, “es más vulnerable”.
Asimismo, si bien subraya que aún falta conocer los detalles de las propuestas de la nueva administración estadounidense, en su opinión el resultado de las subidas arancelarias tal vez sea un poco inflacionario neto en el corto plazo, aunque apunta que se podría argumentar en ambos sentidos y dependerá de cuáles sean los gravámenes, sobre qué se apliquen y durante qué período de tiempo.
En este contexto, Lagarde reitera la importancia de avanzar con rapidez en la implementación de la unión de los mercados de capitales y confía en que las políticas prometidas por Estados Unidos puedan actuar como “un acelerador del reinicio que necesita Europa”.