Unanimidad en el ámbito rural: “la vivienda es también un problema en el pueblo”. Carmen Quintanilla, presidenta de AFAMER y parlamentaria permanente del Consejo de Europa, resumió así la gravedad de la situación, poniendo sobre la mesa un problema que afecta no solo a los grandes entornos urbanos. En esta visión, coincidieron las diferentes voces expertas en la materia reunidas por Artículo14 para analizar las Oportunidades de la mujer en el mundo rural.
“La política de vivienda en estos momentos es esencial, no hay alcalde que no esté mirando dar solución con rehabilitación“, aseguró María Ángeles Prieto, alcaldesa de Zapardiel de la Ribera y procuradora en Cortes de Castilla y León por Ávila. Como regidora de una localidad con 90 empadronados, pero en la que residen de manera permanente una veintena de personas, Prieto conoce a fondo el problema. Advirtió que las opciones de rehabilitación no son siempre la solución y que la ampliación de los términos municipales se enfrenta a criterios medioambientales lo que dificulta soluciones efectivas.
Alquiler asequible
Para Quintanilla, la solución pasa por facilitar alquileres baratos. “Deberíamos hacer política de vivienda rural con alquileres baratos, porque la vivienda es el pilar fundamental de salir de la pobreza y se están pagando barbaridades por los alquileres en los pueblos”. Desde el ámbito de la empresa, Pilar Fernández, responsable de medioambiente de la empresa KERBEST, corroboró que esta es la realidad a la que se enfrentan los trabajadores foráneos. “Ha habido un cambio de paradigma. Con proyectos como el nuestro hemos logrado atraer talento cualificado. Pero al final terminan yendo a vivir a Ávila porque no encuentran casa en el pueblo“, explicó Fernández.
Emprendimiento
El acceso a una vivienda es el primer obstáculo a salvar si se quiere atraer a jóvenes al ámbito rural, donde el emprendimiento juega un papel fundamental. Lo sabe bien, Mila Nieto, fundadora y CEO de Tiempo 21, experta en coaching a directivos y gran defensora del ámbito rural. “El campo está lleno de oportunidades, pero hay que querer verlas”, señaló Nieto, que animó -y, especialmente a las mujeres-, a atreverse a dar el paso a emprender. “Las mujeres emprendedoras se sienten ‘pequeñitas’, pero la capacidad de poder influir en otras personas se puede entrenar. La falta de atrevimiento es perfectamente superable con preparación”, resumió la fundadora de Tiempo 21.
Burocracia
En este sentido, pidió a las administraciones apoyo para facilitar el emprendimiento. “Es algo social. En España, el emprendimiento está lleno de obstáculos y con mucha burocracia. En otros países, cuando tienes una idea, te ponen la alfombra roja; en cambio, en España, te torpedean”, señaló. Por su parte, Quintanilla lamentó que “la burocracia en España es desalmada” y puso de ejemplo que los jóvenes agricultores tardan una media de cinco años en lograr cobrar las ayudas.
Conciliación
Desde su experiencia en la gestión del talento, Mila Nieto destacó la importancia de gestionar la conciliación también en el ámbito rural, donde a veces puede ser más difícil. “La solución pasa por la autoregulación. Una de las ventajas de trabajar en el campo -que son mayores que los inconvenientes- es la flexibilidad; pero exige autodisciplina, una cuestión que depende de uno mismo”, destacó.
Decisión
“Las mujeres cuando son madres, incluso teniendo resuelto el problema de las guarderías en todas las granjas, eligen reducirse la jornada. Lo vemos incluso teniendo ellas un puesto superior al de su marido”, explicó Pilar Fernández. Como señaló María Ángeles Prieto, para quien esta cuestión es más compleja en el entorno urbano, al final se trata de que las mujeres tengan la capacidad de decisión para elegir lo que desean.
Los retos
Como se puso de manifiesto, el reto es frenar el éxodo rural, que sigue siendo mayoritariamente femenino, lo que compromete el futuro demográfico de muchos municipios. Para ello, es importante impulsar las oportunidades laborales, un ámbito donde se observan avances: la tasa de empleo femenina ha pasado del 49% en 2011 al 51,6% actual (2021), y la brecha de género se ha reducido a nueve puntos porcentuales. Pese a la mejora, ellas siguen liderando las tareas de cuidados familiares y del hogar, donde las diferencias respecto a los hombres no solo se mantienen, sino que en algunos casos se intensifican, según el informe ‘Diagnóstico de la Igualdad de Género en el Medio Rural (2021)’ del Ministerio de Agricultura.