La principal preocupación para una de cada cinco mujeres en España es la vivienda. Exactamente igual sucede con los hombres. Poder pagar una vivienda se ha convertido en un quebradero de cabeza para la ciudadanía española y en casi todas las franjas de edad según constata el último barómetro de opinión del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS). De hecho, llama la atención que a quienes más les preocupa (29,1%) tienen entre 65 y 74 años, jubilados que suelen haber pagado la totalidad de su hipoteca. Porque la intranquilidad no es por ellos, sino por el futuro de sus hijos y de sus nietos. El paro ocupa la segunda posición y la crisis económica, el tercer problema para España en el último barómetro del año 2024, del mes de diciembre.
El difícil acceso a una vivienda digna se da tanto en el alquiler como en la compra. La escasa oferta y amplia demanda está provocando una subida de precios del 10% anual en el caso de pisos del arrendamiento y del 4,4% en la compra de inmuebles. Con estos porcentajes, podríamos pensar que es mucho más sencillo acceder a una vivienda en propiedad, pero no es cierto. Es necesario disponer de, al menos, un 20% del valor de la vivienda para solicitar una hipoteca del 80% restante y no es fácil ahorrar ese dinero.
Por este motivo, cada vez se alarga más la edad para adquirir una casa. Según datos de Fotocasa, el perfil medio es de una persona de 42 años con un nivel socioeconómico medio-alto y que quiere una vivienda de dos dormitorios. En el resto de la Unión Europea, esa media de edad se rebaja hasta siete años, a los 35 años.
El Instituto Nacional de Estadística, (INE) ha publicado el nuevo índice por el que se actualizarán los alquileres en este enero de 2025 y se sitúa en el 2,20%. Ya no será según el IPC para aquellos arrendamientos firmados después de la entrada en vigor de la ley de Vivienda, en mayo de 2023. Según una fórmula matemática que tiene en cuenta, entre otras cosas, la inflación general y la subyacente, el INE publicará mes a mes el nuevo índice que servirá para que los dueños de las viviendas puedan aplicar esa actualización. Pero para el resto, aquellos alquileres firmados con anterioridad a mayo de 2023, se mantendrá la inflación como índice de referencia. En realidad, siempre se han actualizado los arrendamientos según el IPC hasta que en abril de 2022, con motivo de la guerra de Ucrania, los precios se dispararon y el Gobierno decidió poner un tope a los alquileres para evitar subidas que no pudieran soportar los inquilinos. Si situó durante los ocho meses restantes del 2022 y para el 2023, en el 2%, en el caso del 2024, este tope se subió al 3%.
La eterna pregunta que durante el pasado 2024 se han hecho futuros inquilinos y propietarios ha sido, ¿comprar o alquilar? Aquellos que no disponían de ahorro suficiente para hacer frente al menos a la entrada de la vivienda, el 20%, se ha decantado por el alquiler. Pero no porque fuera la opción más barata puesto que en ocasiones las cuotas mensuales de las hipotecas son más asequibles que los arrendamientos.
En el caso de los millennials, esa generación que ha nacido entre los años 80 y mediados de los años 90, tienen que hacer un esfuerzo mayor que el que hicieron sus padres para acceder a una vivienda según el informe ‘El esfuerzo financiero para acceder a la vivienda’ de EAE Business School. Esta generación necesita un 36,7% más de tiempo que sus padres para reunir el 20% de la entrada de una vivienda. En 1993, se necesitaban 2,6 años del salario completo para ahorrar esa entrada. Ahora se necesitan 3,6 años. Para comprar la vivienda completa, en 1993 se necesitaban 8 años del salario íntegro y en 2023, 11 años. Una fuerte diferencia que está relacionado con los altísimos precios de la vivienda puesto que los tipos de interés, ahora, son mucho más bajos. En los años noventa podían superar el 14% y en 2023 rondaban el 4%.
“Aunque las hipotecas actuales son más accesibles gracias a los bajos tipos de interés, la dificultad para reunir el capital inicial se ha convertido en la barrera principal para las generaciones más jóvenes. Esto evidencia la necesidad de implementar políticas y estrategias que favorezcan el ahorro y el acceso a la vivienda”, destaca Javier Fernández-Pacheco Mazarro, coautor del informe y profesor de EAE Business School.
Si nos fijamos en los gustos de las mujeres, ellas prefieren vivienda nueva. Según un estudio de Fotocasa, el 58% plantea la posibilidad de adquirir una vivienda recién construida frente al 42% de los hombres. Pero solo las clases más pudientes se lo plantean, porque suelen salir más caras. Este 2025 no parece que sea un asunto que se vaya a resolver y es muy posible que la vivienda se mantenga como una de las principales preocupaciones de los españoles también en este año que entra.