La Starship de Elon Musk explota sobre el Caribe

SpaceX logra recuperar el propulsor Super Heavy, pero la nave Starship se desintegra a más de 21,000 km/h

Los restos de la nave Starship se observaron en los cielos de República Dominicana EFE/ Marvin el Cid

Elon Musk y su compañía SpaceX han tenido un importante revés en su ambiciosa misión de convertir al cohete Starship en la nave insignia para viajes interplanetarios. Este jueves, la séptima prueba de vuelo de la Starship terminó en un desastre cuando la nave explotó durante su ascenso, desintegrándose sobre el mar Caribe. A pesar del fracaso, el gigantesco propulsor Super Heavy regresó con éxito a la base en Texas, marcando un logro crucial para la reutilización de componentes en vuelos espaciales.

La Starship, el cohete más grande y poderoso jamás construido, despegó desde la base de SpaceX en Boca Chica, Texas, a las 16:37 hora local (22:37 GMT). Todo transcurría según lo previsto hasta ocho minutos y veintinueve segundos después del lanzamiento, cuando las comunicaciones con la nave se interrumpieron abruptamente. Poco después, SpaceX confirmó que la nave había sufrido un “desmontaje rápido e imprevisto”, término que utilizan para referirse a la explosión.

El despegue inicial fue impecable, destacando las mejoras aplicadas en la nave, que incluían un sistema térmico renovado y nuevos módulos de aviónica. Además, esta prueba buscaba por primera vez desplegar una carga útil de satélites Starlink en el espacio, lo que marcaba un hito en el desarrollo del programa. Sin embargo, ninguno de estos objetivos pudo completarse.

Mientras la nave sufría su fatal desenlace, el propulsor Super Heavy, pieza clave en la primera etapa del lanzamiento, aterrizó de manera espectacular en los brazos de la torre Mechazilla, siendo reutilizado exitosamente por segunda vez.

La explosión, vista en el Caribe

La desintegración de la nave a 21,317 km/h sobre el Caribe dejó una impactante lluvia de restos que iluminó el cielo, visible desde varias islas de la región. Aunque la mayoría de los fragmentos se quemaron en la atmósfera, el incidente obligó a desviar rutas aéreas para evitar cualquier posible impacto.

Entre las posibles causas del fallo, las primeras especulaciones apuntan a una fuga de metano en los motores, evidenciada por un incendio cerca de las bisagras del alerón trasero minutos antes de la explosión. SpaceX ha prometido analizar todos los datos recolectados para determinar con precisión lo ocurrido. “El éxito es incierto, pero el entretenimiento está garantizado”, escribió Elon Musk en redes sociales tras el incidente, recordando la naturaleza experimental de estas pruebas.

Pese al contratiempo, Musk se mantiene optimista. SpaceX ya tiene versiones mejoradas de la Starship Block 2, que incorporan alerones optimizados, depósitos ampliados y un diseño térmico avanzado. La compañía deberá ahora esperar los resultados de una exhaustiva investigación de la Administración Federal de Aviación (FAA) antes de planificar nuevos vuelos.

El New Glenn de Jeff Bezos

SpaceX tiene ahora compañía. Incontables retrasos han quedado atrás esta mañana después de que Blue Origin haya puesto un cohete en órbita por primera vez en sus 25 años de historia. Finalmente, el New Glenn encendió sus siete motores principales este 16 de enero. Un tenso Jeff Bezos siguió desde el centro de control el lento despegue del gigantesco cohete, que se tomó su tiempo para elevarse sobre la plataforma LC-36 de Cabo Cañaveral.

Los motores BE-4 de la primera etapa funcionaron a la perfección, formando siete preciosos diamantes de choque en un color azulado típico de la combustión del metano. Hasta cuatro horas tardó Blue Origin en llenar de propelentes el lanzador de 98 metros de altura, uno de los más altos y potentes de la historia, destinado a poner cargas de hasta 45 toneladas en órbita.

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