La segunda semana de septiembre se presenta cargada de referencias económicas importantes. Quizás la más mediática será la decisión de tipos de interés del Banco Central Europeo (BCE). No solo porque los 20 gobernadores de la Unión Europea deciden si bajar o no los tipos de interés, sino porque será la primera vez que acuda a Frankfurt el ya exministro de Transformación Digital, José Luis Escrivá. Será su primer viaje como gobernador del Banco de España y lo más probable es que regrese con una segunda bajada de tipos de interés debajo del brazo de 0,25%. Un dato macroeconómico que afecta a los ciudadanos de toda la Unión puesto que de ello depende que bajen algo más las hipotecas de tipo variable. Esta cita será el jueves, 12 de septiembre, que también puede afectar a los mercados, sobre todo a la cotización de la banca.
Pero si seguimos el estricto orden del calendario, el lunes ya se presenta apasionante. Se retoman las negociaciones de los agentes sociales y el ministerio de Trabajo sobre la reducción de la jornada laboral. Tanto los sindicatos como el Gobierno quieren llevar a cabo ya esa reducción, pero se están encontrando con la negativa de la patronal, de la CEOE, que igual que sucedió hace más de cuarenta años cuando se redujo la jornada a las 40 horas semanales actuales, considera que puede afectar a la productividad de sus empresas. El problema de estar alargando estas negociaciones es que el objetivo de Yolanda Díaz de acometer la reducción en dos tandas se diluye. La intención era rebajar a 38,5 horas y media la jornada de los trabajadores españoles para este mismo 2024 y volverlo a hacer en 2025 hasta las 37,5 horas. Pero el tiempo apremia y solo quedan cuatro meses por delante para finalizar el año. También sabremos la inflación de China del mes de agosto y su Índice de Precios a la Producción.
El martes será un día intenso en la economía. La Organización de Países Exportadores de Petróleo, la OPEP, publica su informe mensual sobre la situación del mercado petrolero. Estos países han decidido retrasar dos meses más, hasta diciembre, el aumento de producción de crudo porque no quieren que los precios bajen todavía más. Está el precio por debajo de los 80 dólares y esto ha provocado un alivio en los últimos meses también en el precio de los carburantes, que están en el caso del diésel en mínimos de hace un año y la gasolina en mínimos desde febrero. Ese mismo día conoceremos además el IPC de Alemania y el informe de previsiones económicas de la Unión Europea.
El miércoles será el turno de la inflación en Estados Unidos y el PIB de Reino Unido. El dato americano es importante porque es en el que se fija la Reserva Federal para decidir sobre su política monetaria y la FED tiene reunión justo una semana después del BCE. En su caso, dos días de reuniones consecutivas.
El jueves también se hablará de inflación, pero de la española. El INE será el encargado de desvelar el dato definitivo correspondiente al mes de agosto. Ya conocemos el adelantado y es una cifra que se acerca mucho al objetivo del BCE, un 2,2%, la tasa más baja en el último año. Eso significa que los precios se están moderando gracias, en parte, a los bajos precios de los carburantes y de la electricidad aunque los precios de los alimentos también se están relajando.
Antonio Castelo, economista de iBroker, destaca, de entre todos los días de la semana, ese jueves 12 de septiembre. “Sin duda, la referencia más importante es la reunión del BCE del día 12 de septiembre. Se piensa que el Banco Central Europeo no reaccionará al debilitamiento de la economía de la Eurozona bajando más rápidamente los tipos de interés de referencia. Se espera que el BCE siga el recorte inicial de junio con otra reducción semejante en su reunión de la próxima semana, manteniendo ese ritmo trimestral hasta llegar al 2,5% en septiembre de 2025, manteniéndose en ese nivel al menos hasta 2026. No será fácil tomar decisiones, ya que el BCE tendrá que sopesar cómo enfrentarse a una problemática combinación de debilitamiento de la expansión económica y persistentes presiones subyacentes sobre los precios. El mayor rezagado en el crecimiento es Alemania, la mayor economía de la región, donde los fabricantes han estado luchando durante más de un año por mejorar mientras los consumidores se muestran reacios a gastar.
Ya la siguiente semana, el día 18 de septiembre, se producirá la reunión de la Fed y su decisión sobre tipos de interés de referencia. Hasta entonces se va a prestar mucha atención a cualquier dato que indique deterioro de la actividad económica, especialmente en EE. UU.”.
Cerraremos la semana con el IPC de Francia el viernes, la producción industrial de la Zona Euro y las expectativas del consumidor de la Universidad de Michigan en Estados Unidos.