La tarjeta de crédito son un recurso muy extendido en vacaciones. Necesitamos dinero rápido y sin complicaciones y recurrimos a esta forma de pago sin darnos cuenta de que quizás estemos cayendo en una trampa. El gran problema que pueden conllevar es que los intereses se te acumulen de tal manera que te sea muy difícil pagar la deuda pendiente durante mucho tiempo. Por eso es necesario saber qué es una revolving para que nadie nos engañe a la hora de contratar un crédito de estas características. Se caracterizan por tener unos tipos de interés elevadísimos y porque permiten pagar la deuda a plazos con un mínimo mensual y el resto en los meses siguientes pero con intereses. Una encerrona para liquidar el préstamo que se puede eternizar durante años por una mala decisión inicial.
En este momento, el tipo de interés medio de las revolving ya ronda el 18,5% pero puede incluso superar el 23% en algunos casos. Según la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), es necesario saber cuando contratamos este tipo de tarjetas, el tipo de interés que nos va a cobrar nuestra entidad y si tenemos la posibilidad de recurrir a la justicia si el interés es considerado abusivo, que rondaría entre el 20% y el 30% TAE.
En caso de urgencia, OCU recomienda aplazar solo gastos concretos y especiales. La mayoría de las tarjetas ofrecen esta opción, lo que le permite seguir pagando el resto de las compras a final de mes sin intereses. De hecho, para compras de menos de 1.000 euros, algunas entidades permiten retrasar el pago hasta tres meses sin intereses.
Enrique García, portavoz de OCU, “el verano es una época difícil para la economía de los hogares. Para muchos las vacaciones suponen un gasto extra que en algunas ocasiones resulta difícil de afrontar. Justo ahora también se reciben una gran publicidad de tarjetas revolving y microcréditos que incitan al consumidor a gastar más en vacaciones y aplazar el pago de esa deuda a los próximos meses o en algún caso años. Si se opta por estas opciones puede suponer un serio riesgo de sobreendeudamiento. Desde OCU advertimos del elevado coste que pueden tener opciones de pago aplazado para los consumidores. En primer lugar, desaconsejamos directamente los microcréditos, puesto que, con el gancho de la concesión inmediata del crédito, esconden que pueden salir realmente caros. Hay microcréditos que tiene una TAE del 3.000%”
Si es absolutamente necesario endeudarse, recomiendan solicitar mejor un crédito personal cuyo tipo de interés es inferior, en torno al 7%, es decir, menos de la mitad de lo que nos cobrarían por una revolving. Para la OCU es fundamental que el Gobierno regule estos abusos y proteger al consumidor de meterse en una cadena sin límite de deudas.
“Antes de aplazar el pago es conveniente comparar las distintas opciones en el mercado y elegir la más adecuada”, explica García. “Si la deuda es de un importe más elevado (el coste de un viaje de vacaciones o una estancia larga en la costa) es conveniente pedir un crédito a una entidad financiera. El coste ronda el 7% (también hay diferencias entre entidades) pero tiene el inconveniente de que antes de concederlo deben evaluar la solvencia. Desde OCU advertimos del riesgo de sobreendeudamiento ya que financiar a un elevado coste las vacaciones de este año, puede poner en peligro la sostenibilidad financiera del hogar durante todo el año. Por eso reclamamos al Gobierno que al igual que han hecho ya en otros países limiten el importe máximo de los créditos para evitar el abuso que ahora mismo suponen los microcréditos y algunas tarjetas revolving”.
Francia, Italia y Portugal son algunos de los países europeos que ya tienen regulados por ley desde hace años unos límites máximos a los tipos de interés aplicables a los consumidores. Porque siempre es mejor leer la letra pequeña del crédito antes de contratarlo que arrastrar una deuda por la impaciencia o la ansiedad de conseguir dinero rápido para las vacaciones.