“La reducción de la jornada supondrá un aumento de costes de personal del 10%”

Gabriela Alcorta, propietaria de Berria Wine Bar, explica que "en las pequeñas empresas tendrán que asumir los dueños esas horas de más y seguramente algunos no puedan con los costes"

Gabriela Alcorta sabe muy bien lo que significa esquivar obstáculos al frente de su negocio. Abrió su local, (Berria Wine Bar, junto a la Puerta de Alcalá en Madrid) justo después de pasar lo peor de la pandemia, en el año 2021. Hoy tiene un equipo de treinta personas entre sala, cocina y mantenimiento. Y funciona muy bien, gracias a su concepto diferente, orientado al vino, y a su orientación privilegiada. Ahora, cinco años después de su apertura, ella y todo el sector de la hostelería tendrán que afrontar nuevos retos que pueden afectar sus costes, como son la subida del salario mínimo y la reducción de la jornada laboral a 37,5 horas a la semana si finalmente sale adelante en el Parlamento.

Según los cálculos de la patronal Hostelería de España y CEHAT, Confederación Española de Hoteles y Alojamientos Turísticos, trabajar menos horas conllevará una caída de la facturación del 3%, con pérdidas de 5.099 millones de euros. La patronal de los empresarios, la CEOE, asegura que se perderá productividad y será especialmente difícil para los pequeños y medianos negocios, como el de Gabriela, que habla de un impacto del 10% en su empresa. “Nuestro personal trabaja 40 horas semanales que siempre se respetan. Dependiendo de su trabajo, tienen turno partido o continuo. Sin duda alguna, tendremos que contratar más personal siempre que se mantengan los horarios. En estos momentos oímos que no es fácil contratar personal de hostelería, apostamos por un equipo profesional y motivado que está formándose continuamente, por ello es más difícil sustituirlos. Sin duda que tendremos un aumento de costes de personal. En una primera estimación, nos supondrá al menos un 10%. Lo asumiremos pero obviamente tarde o temprano repercutirá en los precios”, confiesa Alcorta.

La subida del salario mínimo no será un problema para ella porque sus empleados cobran por encima del convenio del sector. “No nos afectará mientras que la reducción de jornada no sabemos cómo nos va a afectar ni tampoco en qué términos se va a aprobar, seguramente tendremos cambios no solo en lo económico sino también en la organización”.

En el comunicado de las patronales de hostelería, denuncian que la reducción de la jornada de un 6% en una industria con más de 1,8 millones de trabajadores de media en 2024, supone un impacto salarial directo de 2.538 millones de euros para las más de 300.000 empresas que conforman el sector. Para Emilio Gallego, secretario general de Hostelería de España, esta medida “vulnera el buen funcionamiento del diálogo social y de los convenios colectivos y no se tiene en cuenta el factor de la productividad a la hora de plantear la medida, lo que puede tener efectos muy negativos para la economía nacional”. En el caso de Jorge Marichal, presidente de CEHAT, “el sector turístico está muy afectado por la estacionalidad y requiere una flexibilidad que ha sido siempre acordada con los sindicatos. España es un ejemplo de concordia social en esta materia, fruto del trabajo realizado por patronal y sindicatos. Cualquier intromisión que dañe el diálogo social tendrá consecuencias muy negativas para el empleo y para mantener la competitividad turística española y, con ello, la del conjunto de su economía, ya que no podemos olvidar el gran peso que ha alcanzado el sector turístico en la recuperación postpandemia y el que seguirá acumulando en los próximos años”.

Pero volvamos al bar de Gabriela. Ella apuesta por encontrar un equilibrio entre vida laboral y vida personal aunque con un matiz: dice no es lo mismo un tipo de empresa que otro y que es algo que hay que tener en cuenta. “Todo lo que sea mejorar la vida laboral con la vida personal es bueno para la sociedad. Si, considero que todos los sectores no somos iguales. Nosotros abrimos los siete días de la semana de 12.00h a 24.00h y nos permite en muchos casos que el equipo cuente con horarios para conciliar su vida familiar”.

En su caso, cuando se convirtió en madre tuvo la oportunidad de reducir la jornada laboral, “que iba unida a una reducción también del sueldo. Hoy la mayoría de las personas por baja paternal no reducen la jornada porque no pueden reducir su sueldo pero sí optan a un horario flexible que respetamos. A mí me gustaría que fuese una elección del trabajador y en ese caso tuviese facilidades. La vida del trabajador en general se mejorará pero a nivel horario. No podemos olvidar que para que haya puestos de trabajo tiene que haber gente que los cree. En las pequeñas empresas tendrán que asumir los dueños esas horas de más y seguramente algunos no puedan asumir los costes”.

Desde 1983 que en España se sitúa la jornada laboral en las 40 horas semanales. Cuarenta años después, se repiten las mismas reticencias de la patronal y los retos que tendrán que afrontar las pequeñas empresas si finalmente se reduce hasta las 37,5 horas. Y en el caso de la Hostelería, el 94% del tejido empresarial está conformado por negocios con menos de diez empleados. Son los que necesitarían más ayuda para adaptarse a las nuevas formas de vida.