“No podemos perder el talento de las mujeres en disciplinas que son claves para el futuro de la defensa. Nuestro futuro como nación competitiva e igualitaria depende de ello”, aseguraba en unas jornadas especializadas la secretaria de Estado de Defensa, María Amparo Valcarce. Un talento femenino que es minoritario: ellas no alcanzan el 25% de participación en el sector, lo que sitúa a la industria de defensa como uno de los sectores más masculinizados en España.
Son diversos los factores que explican esta realidad. Por un lado, la tradición masculina del sector provoca que no haya referentes femeninos. La consecuencia es que las pocas jóvenes que optan por carreras STEM no lo consideran como alternativa. “Creo que el principal motivo por el que pocas mujeres se interesan por el sector es el desconocimiento y la falta de referentes”, explica a Artículo14 Silvia Gamo, directora general de la Fundación Círculo de Tecnologías para la Defensa y la Seguridad.
Según los datos de la Secretaría de Estado de Defensa, las Fuerzas Armadas (FAS) cuentan con un 13% de mujeres, mientras que en la industria de defensa, donde la ingeniería y la FP tienen mucho peso en los empleos, ellas representan el 18,7%. Para María Amparo Valcarce, esto refleja que “estamos por encima de la realidad europea, pero muy lejos de la realidad demográfica y social española”.
Representatividad
Un informe de la Asociación Española de Empresas Tecnológicas de Defensa, Seguridad, Aeronáutica y Espacio (TEDAE), en colaboración con PwC, estima que esta industria genera 65.700 empleos directos, de los que 15.438 corresponden a mujeres, lo que equivale al 24% del total. La patronal, que integra a industrias tecnológicas españolas con presencia en estos tres ámbitos de actividad, destaca que en el último año se incorporaron más de 2.500 mujeres a las industrias de TEDAE.
La baja representatividad femenina se evidencia también en el seno de TEDAE. Su Junta Directiva, en la que participan las empresas asociadas, y su Consejo Asesor (compuesto por 28 personas y sin ninguna mujer), cuentan en total con solo cuatro mujeres. Es decir, ellas representan poco más del 14% del total. Esta cifra se eleva al 21% si se considera solo la Junta Directiva.
Empresas al detalle
Las seis mayores empresas en España (Indra Sistemas, Navantia, GDELS-Santa Bárbara, EM&E -Escribano-, ITP Aero y URO) emplean más de 13.000 personas, de las que poco más de 2.000 son mujeres. Según los datos reflejados por el Ministerio de Trabajo a través de sus Planes de Igualdad, la participación femenina apenas roza el 16%, aunque con grandes diferencias entre las empresas. En este análisis no se ha considerado Airbus debido a su carácter multinacional.
La presencia de mujeres es más elevada en empresas con fuerte componente tecnológico como Indra Sistemas, donde superan el 26%, o EM&E, donde con una plantilla de 1.300 personas, la presencia femenina se eleva hasta el 40% y en algunos departamentos se equilibra al 50%.
Industriales
Las empresas con mayor orientación industrial tienen menor presencia femenina. Es el caso de Navantia, especializada en la construcción y reparación de buques, fragatas, portaaeronaves, submarinos y patrulleros y controlada por SEPI (100% de su capital): de sus casi 5.000 trabajadores, las mujeres no alcanzan los mil (895), lo que supone una representación del 18,12%. La empresa tiene en marcha diversos programas para impulsar la presencia femenina con un objetivo de un 25% de directivas.
Según el Plan de Igualdad de GDELS-Santa Bárbara, que produce vehículos blindados, artillería y misiles, la plantilla cuenta con cien mujeres, el equivalente a poco más del 11%; mientras que en URO Vehículos Especiales, dedicada a la fabricación de todoterrenos y camiones de gran tonelaje, rozan el 17%. Por su parte, en ITP Aero, que se dedica a la producción de motores aéreos, se aproximan al 30%.
Oportunidad para el empleo
El Plan de Rearme Europeo está agitando la industria en España. El presidente de Indra, Ángel Escribano, acaba de anunciar la creación de una nueva filial especializada en vehículos militares a partir de la compra de una factoría de Duro Felguera en Gijón (Asturias). Con esta operación, Indra entra en el ámbito de la fabricación industrial después de que su competidor estadounidense General Dynamics se negara a vender la fábrica de Santa Bárbara Sistemas en Trubia (Oviedo).
Según datos del informe “Impacto económico y social de la industria de la defensa, seguridad, aeronáutica y espacio”, elaborado por PwC para TEDAE con datos de 2023, esta industria es una fuente atractiva de empleo. Se trata de un sector con alta productividad y una remuneración salarial media por encima de los 3.500 euros al mes.
Visibilización
“Me parece fundamental poner en valor la labor que realiza ese 18% de mujeres. Existe mucho talento femenino en el sector, pero es necesario visibilizarlo para que las futuras generaciones tengan referentes”, explica Silvia Gamo, quien destaca el programa “Mujer, Ingeniería y Defensa”, lanzado por la Secretaría de Estado de Defensa en colaboración con Isdefe, la Real Academia de Ingeniería, Feindef y la Fundación Círculo. El objetivo es fomentar que más mujeres se decidan a desarrollar su carrera profesional, ya sea en las Fuerzas Armadas o en la industria de defensa.
“No podría citarte solo a diez mujeres referentes, son muchas. En una ocasión, pedimos a los miembros de la fundación que participaran en una iniciativa pionera en nuestro país: que nos enviaran una foto de las ingenieras, científicas y tecnólogas que desempeñaban puestos de responsabilidad en sus empresas e instituciones. En menos de tres días logramos reunir a más de 180 mujeres. Existen, ocupan puestos de responsabilidad, pero hace falta mucho más”, concluye Silvia Gamo.