Una fotografía capta un instante. Y como reza el dicho popular, una imagen vale más que mil palabras. La foto oficial de la firma del acuerdo del Gobierno con los agentes sociales en el Complejo de La Moncloa puede interpretarse desde diferentes ángulos, pero deja clara una realidad: la negociación colectiva sigue siendo cosa de hombres. O dicho de otra manera, ninguna mujer ha llegado aún al primer puesto de liderazgo en las principales organizaciones empresariales -CEOE y Cepyme- y sindicatos -CC.OO. y UGT-.
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, presidió el acto de ratificación del acuerdo en pensiones que suscribe el Ejecutivo con las organizaciones empresariales y los sindicatos, para flexibilizar la jubilación, involucrar mejor a las mutuas en los tratamientos sanitarios y regular las profesiones penosas. En este último punto, las mujeres tienen el reto de lograr que se reconozcan coeficientes reductores para aquellas ocupaciones típicamente femeninas, como empleadas del hogar, trabajadoras de los hoteles (‘las kellys’) o cuidadoras de personas dependientes, entre otras. El acuerdo es un punto de partida que servirá de base para la negociación.
Una única mujer en la foto
La ministra de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, Elma Saiz, es la única mujer en la foto. Desde el punto de vista del protocolo, su posición es correcta. Y dado que ella no firma el acuerdo -lo hace Pedro Sánchez- es lógico que ella no pose con la carpeta del documento. Sin embargo, a pesar de su rigor protocolario, su ubicación en la imagen da lugar a diferentes interpretaciones. En Artículo14 analizamos qué transmite desde la óptica de género y a través de la comunicación no verbal.
“Las manos con los dedos entrelazados [de Elma Saiz] es una micro-defensa, por lo que da una sensación para el espectador de tensión; ella no se siente cómoda en la foto”, explica Valvanuz Sánchez de Amoraga, directora del Centro de Piscología Re-Conócete. En su opinión, el hecho de que no mire a la cámara y la colocación del resto de personas, algunas de ellas próximas entre sí, acentúa la sensación de que ella está fuera del grupo. “La posición corporal, con sus hombros caídos, le resta liderazgo, lo mismo que el atuendo elegido”, detalla Sánchez de Amoraga.
Eva García Ruiz, directora del Instituto Español de Sinergología, disciplina de decodificación y lectura de la comunicación no verbal no consciente, analiza no solo la imagen, sino también el vídeo que la acompaña para captar el trasfondo más allá del momento puntual de la foto. Ella identifica otro ángulo. “Durante la firma, de manera natural, pues posan tras rubricar el acuerdo, ella queda en un segundo plano y puede parecer que ha quedado en una situación de invitada, pero no trasmite incomodidad o tensión en estos minutos del acto protocolario”, indica. En su opinión, la vestimenta elegida busca transmitir profesionalidad: “Las mujeres nos ponemos traje de chaqueta cuando queremos ir formales en un entorno laboral”.
En esos poco más de siete minutos de vídeo, García Ruiz capta también tensión en Pedro Sánchez. “Fuera del tiro de la cámara para la foto, en la que por un acto reflejo habitualmente se suele sonreír, las imágenes reflejan cara de preocupación, que su cuerpo también transmite, incluso en la foto, donde un hombro está más alto que otro, lo cual es un síntoma de mucha tensión”, explica. La instantánea -y también el vídeo- refleja una mayor distancia entre Pedro Sánchez y el presidente de CEOE, Antonio Garamendi, en relación al resto de participantes. “Da la sensación que entre ellos la comunicación es menos fluida, incluso que el presidente le rehúye”, apunta.
ChatGPT
Si preguntamos a ChatGPT que analice la foto responde: “El hecho de que la única mujer en la foto sea también la única que no sostiene una carpeta es un aspecto interesante desde el punto de vista de la comunicación no verbal. Esto podría sugerir que su papel en el evento es distinto, y aunque la vestimenta rosa destaca visualmente, no tiene un rol igualitario en términos de participación en la firma”.
Más allá del protocolo, la presencia de Elma Saiz en una esquina sin carpeta puede interpretarse en términos de género. Su posición evoca en el subconsciente “una situación de objeto decorativo para cumplir la cuota mujer”, coinciden algunos de los expertos consultados. Como dato curioso, en la anterior fotografía en julio de 2021 con los agentes sociales con motivo del primer acuerdo para la reforma del sistema público de pensiones, su predecesor, José Luis Escrivá, no posó en la imagen de familia.
Tanto las organizaciones empresariales como sindicales tienen mujeres profesionales en el siguiente nivel de liderazgo y promueven la paridad internamente, por lo que es cuestión de tiempo que en el futuro la foto del acuerdo de la negociación colectiva refleje también esta realidad.