Golpe de efecto de la Reserva Federal. Por primera vez en cuatro años y medio, el banco central de Estados Unidos ha decidido bajar los tipos de interés de forma contundente, medio punto, hasta dejar el precio del dinero en la horquilla del 4,75%-5%. Los mercados daban por descontado el recorte pero la incógnita era saber de cuánto. Hasta un 67% de los inversores de Wall Street vaticinaban que Jerome Powell sería agresivo y así ha sido. Pese a que en la otra cara de la moneda estaban los que consideraban que un 0,25% era suficiente para calmar los mercados y que no se debían hacer jugadas más arriesgadas teniendo unas elecciones presidenciales a la vuelta de la esquina.
Aunque ha tardado en reaccionar, la Fed también ha anunciado más recortes de forma inminente con dos rebajas más de 0,25% en las reuniones que le quedan para final de año, en noviembre (justo después de las elecciones) y diciembre.
Powell ha justificado su demora en bajar los tipos porque así lo indicaba una inflación persistente. “Nuestro enfoque paciente durante el año pasado ha dado sus frutos. La inflación está ahora mucho más cerca de nuestro objetivo y hemos ganado una mayor confianza en que la inflación avanza de manera sostenible hacia el 2%”. El IPC de agosto se situó en el 2,5% así que está a solo cinco décimas del objetivo del banco central. Pero por otra parte está el peligro a una recesión económica. Son los equilibrios que tienen que hacer la Fed para que la balanza no se decante por ninguno de los dos y así tener controlada la inflación pero también procurar un aterrizaje suave de la economía. Con las rebajas de tipos se estimula a la actividad económica, las hipotecas se abaratan y animan al consumidor y esto ha sido bien recibido por los mercados.
Antonio Castelo, economista de Ibroker, ha diseccionado las palabras de Powell. “En su discurso señaló que la inflación ahora mismo no supone una preocupación o un riesgo, a pesar de estar por encima del objetivo del 2%. En cualquier caso también ha añadido que en estos momentos no hay nada en sus previsiones que sugiera que deben darse prisa y actuar con más recortes inmediatos. Sólo uno de los miembros del Comité de Mercados ha votado en contra de la mayoría.
Han presentado también nuevas previsiones de la economía rebajando pronósticos de crecimiento e inflación para 2024 y subiendo los pronósticos de desempleo”. Y sobre la reacción de los mercados, “los principales índices de renta variable reaccionaron inicialmente al alza para cerrar con ligeras pérdidas después de los típicos episodios de volatilidad de estas situaciones. La rentabilidad del bono a 2 años alcanzó las diez de la noche con subidas de apenas 2,5 pb y el bono a 10 años con subidas de 6,6 pb. No sería de extrañar que los próximos días veamos aumentar las dudas y la volatilidad en bolsas y bonos”.
Como buen gobernador, en su rueda de prensa a posteriori, Jerome Powell no ha querido dar pistas sobre el futuro y se ha mostrado muy cauto. “No seguimos ningún rumbo preestablecido. Seguiremos tomando nuestras decisiones reunión a reunión. Sabemos que reducir la restricción de la política demasiado rápido podría obstaculizar los avances en materia de inflación. Al mismo tiempo, una reducción demasiado lenta podría debilitar indebidamente la actividad económica y el empleo”.
Bajar medio punto los tipos no ha sido una decisión unánime. Un miembro del comité, Michelle Bowman, en representación de la Reserva Federal de Kansas City, ha votado en contra porque consideraba que con una bajada más modesta era suficiente. Reducir 0,25% hubiera evitado además que acusaran a Powell de involucrarse políticamente ante los próximos comicios. Porque Donald Trump rechaza cualquier bajada antes de ir a las urnas mientras que hay demócratas que apuestan hasta por bajadas del 0,75%. Powell se ha defendido: “estas son mis cuartas elecciones presidenciales en la Fed y siempre es lo mismo. Siempre, siempre vamos a esta reunión en particular y no preguntamos qué es lo correcto para hacer por las personas a las que servimos, y lo hacemos, y tomamos una decisión como grupo, y luego la anunciamos, y es siempre así. Nunca se trata de otra cosa. No se discute nada más. Y también me gustaría señalar que las cosas que hacemos realmente afectan a las condiciones económicas, en su mayor parte, con un retraso”. Veremos si este órdago funciona para activar la economía y el empleo y mantener a raya la inflación.