Google acaba de cerrar la compra más cara de su historia: 32.000 millones de dólares por Wiz, una empresa de ciberseguridad que, pese a su relevancia en la industria, es poco conocida fuera del sector. Esta startup, con apenas cinco años de vida, será integrada en la división de servicios en la nube de Google, marcando un movimiento estratégico clave para el gigante tecnológico.
La adquisición sorprende por varios motivos. En primer lugar, porque Google ya había intentado comprar Wiz el año pasado por 23.000 millones, pero la negociación se rompió cuando la startup prefirió apostar por su salida a bolsa. En segundo lugar, la operación se da en un momento delicado para la multinacional, que enfrenta investigaciones por monopolio en su negocio principal: las búsquedas y la publicidad digital. Google incluso podría verse obligada a desprenderse de Chrome, su navegador estrella, en caso de que las autoridades antimonopolio lo dictaminen.

Primer plano de la pantalla de un teléfono inteligente que muestra el App de Google con el logotipo de Google en el fondo
Un giro estratégico hacia la nube y la ciberseguridad
A pesar de que Google sigue generando la mayor parte de sus ingresos (198.000 millones de dólares en 2024) a través de su buscador, el negocio de la nube se ha convertido en una prioridad. Sin embargo, Google Cloud aún está lejos de sus principales competidores: Amazon Web Services (AWS), con un 30% del mercado, y Microsoft Azure, con un 20%, mientras que la cuota de Google ronda el 12%.
Wiz es vista como una pieza clave para reforzar la seguridad de Google Cloud, uno de sus puntos débiles frente a la competencia. La empresa ha logrado consolidarse en el sector con una tecnología avanzada para detectar amenazas en entornos cloud, y cuenta con grandes clientes que, curiosamente, también operan en AWS y Azure. Google ha asegurado que mantendrá Wiz como un servicio compatible con otras plataformas, aunque la adquisición también le abre la puerta a captar más clientes para su propia nube.
Un alto precio por una recompensa aún más grande
El precio que Google ha pagado por Wiz es 45 veces superior a los ingresos anuales de la startup, que rondan los 700 millones de dólares. Sin embargo, algunos analistas creen que la compañía podría alcanzar los 1.000 millones en facturación este mismo año, gracias a su crecimiento acelerado.
Además, la operación sigue la estrategia que Google ha venido adoptando en los últimos años: fortalecer su presencia en ciberseguridad mediante adquisiciones. Su compra más grande en este sector hasta ahora había sido la de Mandiant, por la que desembolsó 5.000 millones de dólares en 2022.
Sin embargo, la compra de Wiz aún debe superar el escrutinio de los reguladores. Para protegerse, Google y la startup han acordado una cláusula que obliga a la compañía de Mountain View a pagar 3.000 millones de dólares a Wiz en caso de que la operación no sea posible.
Google y el desafío de un futuro sin búsquedas
El movimiento refuerza la estrategia de Google para diversificar su negocio en un contexto en el que su dominio en las búsquedas online ya no es intocable. Con la llegada de la inteligencia artificial y el cambio en los hábitos de los usuarios (cada vez más inclinados a buscar información en redes sociales o directamente en Amazon), el modelo tradicional de Google está bajo presión.
A esto se suma el ascenso YouTube, que ha fortalecido su mando en el consumo de vídeo y música en streaming, superando a servicios como Spotify y Apple Music. La plataforma de vídeos de Google ya genera más de 36.000 millones de dólares en ingresos por publicidad al año y es clave en su estrategia futura, tanto para la monetización como para el desarrollo de nuevas tecnologías de IA.
Con la compra de Wiz, Google no solo crece en su negocio en la nube, sino que también avanza en su llegada a un futuro en el que las búsquedas, tal como las conocemos hoy, podrían dejar de ser el pilar central de su imperio.