La cara y cruz de la victoria de Trump para la economía española

Se anticipa una guerra comercial con un alza de los aranceles del 10% en la UE, pero el mayor riesgo es para países como Alemania. Las constructoras y las energéticas renovables reflejan las dos caras de la moneda

Ocurrió lo que al otro lado del Atlántico era la opción menos deseada: la victoria -y además, apabullante- del candidato republicano, Donald Trump. La principal conclusión de la magnitud del resultado obtenido es el amplio margen de maniobra que tendrá el nuevo presidente de Estados Unidos para desarrollar su política económica. A tenor de lo expuesto en la campaña, puede resumirse de manera esquemática en dos recetas: un mayor proteccionismo frente al exterior y medidas para favorecer la economía (por ejemplo bajadas fiscales) en el ámbito interno.
Y la primera conclusión que anticipan los expertos es un mayor crecimiento nominal de la economía americana, es decir, descontado el efecto de los precios. Un avance del PIB estadounidense aumenta el riesgo inflacionario y a futuro restringirá el margen de la Reserva Federal (FED) para rebajar los tipos. La rebaja de medio punto en la reunión del 7 de noviembre está ya descontada por el mercado. La clave será lo que ocurra partir de diciembre y especialmente durante 2025 y 2026, cuando podrán ponerse en marcha las medidas anunciadas.

Aranceles

“Vamos a pagar la deuda, vamos a reducir los impuestos. Podemos hacer cosas que nadie más puede, nadie más podrá hacer. China no tiene lo que tenemos, nadie tiene lo que nosotros tenemos. Incluso, también tenemos a las mejores personas, quizás eso sea lo más importante”, afirmó el futuro presidente en su discurso de la victoria. Y así, una vez reconocido su triunfo electoral de Trump, el término ‘arancel’ corrió como la pólvora en los mercados, anticipando una guerra comercial. La promesa de Trump ante sus votantes es elevar los aranceles a los productos europeos un 10% hasta situarlos en el 20%; y hasta un 60%, a las importaciones chinas.

“Creo que para la economía española en general la victoria de Trump es positiva y que el factor de los aranceles está sujeto a una gran cantidad de negociones. Se va a facilitar mucho la inversión”, afirma a Artículo14 Daniel Lacalle, economista jefe de Tressis. “No queremos entender que, en Estados Unidos, lo que se ve como una política arancelaria totalmente injusta es la de la Unión Europea. En Europa intentamos autoconvencernos de que es Estados Unidos quien impone aranceles, pero no hablamos de las tasas de la UE a las importaciones americanas que son ‘gigantescas’ y en algunos casos directamente prohibiciones. No podemos pensar que en la UE podemos poner todas las barreras comerciales que queramos y que no va a tener ninguna consecuencia”, concluye.

“No podemos pensar que en la UE podemos poner todas las barreras comerciales que queramos y que no va a tener ninguna consecuencia”, afirma Daniel Lacalle.

“Si Trump sigue con el guion de 2017, seguirá enfocándose en los países con superávits comerciales con Estados Unidos. Teóricamente, esto minimiza las probabilidades de que aplique tarifas de importaciones a España. Es previsible que se enfoque más en Alemania, país que tuvo más exportaciones que importaciones. Sin duda, en Europa, Alemania será el objetivo número uno”, explica a Artículo14 Kim Catechis, estratega jefe de Franklin Templeton Institute .

En este sentido, Miguel Cardoso, economista jefe para España en BBVA Research, señala a Artículo14 que “en principio, el impacto directo en la economía española no va a ser tan importante, ya que la exposición no es tan significativa como en otros países de la eurozona”. Recuerda que el valor de las exportaciones a EE. UU. del conjunto de los países de la zona euro (UEM) como porcentaje del PIB es el doble que en España. Entre los sectores más afectados -Cardoso identifica- los bienes de equipo (incluido el automotriz) y el farmacéutico. “Aunque su peso no es tan elevado, el sector agroalimentario podría ser un punto donde se concentren algunos de los cambios arancelarios”, advierte en alusión a las tasas impuestas a las aceitunas negras y el aceite de oliva.

Balanza comercial española

En 2023, la tasa de cobertura en el comercio bilateral de bienes cerró en el 67%, casi once puntos porcentuales más que un año antes, según datos del ICEX. Entre enero y abril de 2024, se sitúa en el 62%. Por capítulos arancelarios, las principales exportaciones españolas a Estados Unidos son máquinas y aparatos mecánicos (2.753 millones de euros, el equivalente al 14,6% del total, en 2023), combustibles y aceites minerales (12,9%), material eléctrico (8,9%), vehículos y tractores (6%) y grasas y aceites (4,3%).

Gustavo Martínez, profesor de finanzas de la universidad Francisco Martoquín, apunta, además del riesgo en el sector agroalimentario, el impacto en el sector financiero por las regulaciones y políticas monetarias: “Banco Santander y BBVA, con operaciones en EE. UU. y México, sufrirán las regulaciones financieras y políticas monetarias que impacten sus operaciones y rentabilidad en el país”. En este sentido, la analista de Renta4 Nuria Álvarez circunscribe las caídas bursátiles del sector bancario nada más conocerse los resultados en el recorte que han registrado las rentabilidades de los bonos, en tanto que se están descontando bajadas más agresivas por parte del BCE ante una posible ralentización de la economía de la eurozona por los aranceles a las exportaciones.

“Los aranceles que impondrá Trump impactarán a las empresas exportadoras mexicanas [ha señalado que podrían llegar al 100% si no frena la inmigración], lo que tendrá un impacto directo para BBVA por las empresas que financie en ese contexto, pero también por la reducción de la actividad económica general del país”, afirma a Europa Press el analista de mercados, Manuel Pinto. En el polo opuesto, Nuria Álvarez apunta que la victoria de Trump no tiene por qué ser “mala” para México ni para el negocio de BBVA en la región, puesto que en el anterior gobierno de Trump, de 2017 a 2021, el banco ganó negocio en el país. Sostiene la posibilidad de que Latinoamérica gane relevancia en el comercio con EE. UU. ante los aranceles a China.

En el punto de mira

Entre los sectores más afectados por la anunciada apuesta de Trump por un modelo enfocado en las fuentes de energías fósiles, con intenciones de aumentar las perforaciones petrolíferas, están las fuentes de energía renovables. Entre las compañías afectadas -y así ha reaccionado el mercado- están Acciona y su filial energética, Acciona Energía. El analista de mercados Manuel Pinto explica que Acciona ha corregido más que el resto del sector de las renovables debido a su mayor exposición a Estados Unidos. Precisamente esta semana ha comunicado la compra de dos nuevos parques eólicos en ese país.

En el caso de Iberdrola, el mercado estadounidense de representa el 13% de su resultado bruto de explotación (Ebitda), aunque está apostando de manera más sólida por el Reino Unido. La compañía presidida por Ignacio Sánchez Galán, a través de su filial Avangrid (100% de su propiedad), se ha posicionado como una de las tres mayores compañías de energías renovables en el país.

Fortaleza

En el polo puesto, la esperada apuesta de Trump en nuevas infraestructuras puede beneficiar a grupos españoles como ACS y Ferrovial. En el caso de esta última, presente en Estados Unidos desde hace más de 20 años, concentra en este mercado el 80% de su actividad y representó más del 71% de sus inversiones en 2023. Por su parte, la compañía presidida por Florentino Pérez está presente a través de varias empresas que ha ido adquiriendo en los últimos años y también es este su mayor mercado.

La realidad es que el crecimiento de la economía española está siendo más positivo que el de sus homólogos europeos, lo que refleja -según explican los expertos- una idiosincrasia propia, por lo que no es de esperar que el cambio de administración en el Despacho Oval tenga un impacto significativo en la misma.  “Los efectos indirectos pueden ser más importantes“, concluye Miguel Cardoso, que alude a la mayor incertidumbre en los mercados financieros y la tensión geopolítica.