en su fusión con Indra

La cancelación de los contratos israelíes, un golpe a la valoración de Escribano

Escribano, que colabora con la israelí Elbit, ganó el contrato del lanzacohetes SILAM por 700 millones, ahora en riesgo por el veto de Moncloa a operadores hebreos. No es el único afectado. Su caída impactaría en el valor de EM&E

En la imagen, la anulación de los pliegos publicados por error del contrato de SILAM, adjudicado a Escribano y Expal.
Kiloycuarto.

Carambolas de la vida. La adjudicación de un contrato del Ministerio del Interior de poco más de seis millones a la empresa israelí Elbit, a través de otras sociedades filiales, ha irrumpido de forma nefasta en la estrategia empresarial de los hermanos Escribano y amenaza con frustrar una elevada valoración de su empresa, Escribano Mechanical & Engineering (EM&E), justo cuando se plantea una fusión con Indra.

La colaboración con empresas armamentísticas hebreas abrió una fuerte grieta en el seno del Gobierno de coalición. Moncloa zanjó el debate con un mensaje rotundo: “España ni compra ni vende armamento a empresas israelíes. No lo hará en el futuro y los procesos de compra que siguen abiertos no se van a ejecutar“. En juego hay 46 contratos por más de mil millones de euros, cuyo coste de anulación dependerá del grado de formalización con los proveedores.

Contratos en juego

El contrato que más preocupa -y mucho- a los dueños de EM&E, empresa coparticipada en un 50% por Ángel Escribano -presidente de Indra- y su hermano Javier -también consejero dominical en esta última- es el del sistema lanzacohetes SILAM, valorado en casi 700 millones. Fue adjudicado el 15 de diciembre de 2023, cuando ya había estallado la guerra en Gaza, a Escribano -que cuenta con el apoyo técnico de Elbit- y Expal, filial de la alemana Rheinmetall. Fuentes próximas a los hermanos Escribano explican que el desarrollo del producto con Elbit venía gestando antes del conflicto bélico.

Pero no es el único contrato afectado. También está en el aire el correspondiente al suministro de 168 sistemas de misiles contra carro SPIKE LR2 por casi 240 millones adjudicado a Pap Tecnos Innovation, el socio del fabricante de misiles israelí Rafael Advanced Defense Systems. Esta actúa como contratista principal y coordinará otras cuatro empresas españolas involucradas en la producción, entre las que se encuentra Escribano, según informa Infodefensa.

En la imagen, el camión lanzacohetes SILAM.

Pedidos

Para los hermanos Escribano, cuyo principal cliente es el Ministerio de Defensa, la cancelación de estos contratos supondría una reducción considerable de su cartera de pedidos. Y, con ello, un golpe directo a la valoración financiera de EM&E. La compañía, considerada el contratista de referencia del Estado en el sector de Defensa, acumula una cartera histórica superior a los mil millones de euros.

“El sector industrial de la defensa en el que opera la sociedad se puede considerar estratégico, tanto por apostar capacidad defensiva al Ministerio de Defensa, como valor tecnológico y económico en sus productos”, reconoce EM&E en sus últimas cuentas presentadas correspondientes a 2023. En ellas, explica que su estrategia, basada en el control completo tanto del proceso de fabricación como de las condiciones del proyecto, junto con sus inversiones productivas, han generado “un aumento de la cartera de trabajos de EM&E durante 2023“, impulsando la cifra de negocios hasta los 114 millones de euros, con un margen del Ebitda (beneficio bruto de explotación) superior al 20%.

Valoración

Javier Escribano, presidente de EM&E.
Javier Escribano, presidente de EM&E.
EM&E.

Para el año 2024, el grupo preveía un fuerte crecimiento tanto a nivel nacional como internacional, manteniendo los niveles actuales de rentabilidad. Su objetivo: consolidar “en los próximos años” una cifra de negocios superior a los 200 millones, en gran parte gracias al incremento de la capacidad productiva y de la cartera de pedidos ya acumulada. Según las estimaciones más recientes difundidas por su presidente, EM&E ya habría superado los 350 millones de facturación en 2024 y alcanzado un Ebitda de más de 125 millones. Para el año 2030, el grupo aspira a rebasar los mil millones de ingresos.

En esta estrategia, según explican fuentes sectoriales, los contratos en colaboración con Elbit son clave: el grupo armamentístico israelí aporta el valor añadido de la tecnología, mientras que Escribano se posiciona como el integrador o “carrocero”. En sentido, y en relación con la fusión con Indra, Javier Escribano aseguró que “la empresa Escribano no está en venta y desde luego vale mucho más de 1.000 millones“. Paradójicamente, el megacontrato de Escribano para los lanzamisiles -que ahora puede complicar su valoración por encima de los más de mil millones que defiende su presidente- ha protagonizado unos avatares impropios de una licitación de estas características.

Un megacontrato publicado por error

Tal y como publicó Artículo14, en los orígenes del proyecto, el Ministerio de Defensa remitió una RFI (Request for information) a la estadounidense Lockheed Martin, por su producción de sistemas de lanzacohetes M142 HIMARS, y a la brasileña AVIBRAS, a través de su sistema de artillería de cohetes Astros II. Estas fueron retiradas al cruzarse EM&E, con quien el Ministerio pasó a trabajar de manera bilateral.

En la imagen, el contrato de los lanzamisiles SILAM anulado.
Kiloycuarto.

Así el 24 de octubre de 2023, a las 8:33 horas se publicó por error en la Plataforma de Contratación del Sector Público el documento de Pliegos para el suministro del sistema lanzacohetes de alta movilidad (SILAM), por 697,5 millones de euros. El documento revelaba la negociación sin publicidad por parte de la Subdirección General de Adquisiciones de Armamento y Material (DGAM) del Ministerio de Defensa. Apenas tres horas después, a las 11:11 horas, se anuló la publicación.

Adjudicación a medida

Fuentes técnicas explican a este medio que no es la primera vez que Defensa publica pliegos que luego tienen que retirar por contender información reservada. Recuerdan que el Ministerio tiene la potestad de no divulgar información contraria a los intereses esenciales de su seguridad, lo que, en la práctica, “le permite elegir de antemano al proveedor previamente a la publicación de las licitaciones”. De esta forma, el 15 de diciembre de 2023 se adjudicó este contrato a la UTE (Unión Temporal de Empresas) entre EM&E y Rehinmetall Expal Munituions por “considerar que es la única empresa capacitada técnicamente para el desarrollo del proyecto desde el punto de vista técnico”, tras negociar mejoras de interés para la Administración.

Si bien este contrato figura como ‘Adjudicado’ en la Plataforma de Contratación no ha sido formalizado -se preveía su formalización no más tarde de los quince días hábiles siguientes a la notificación de la adjudicación a los licitadores y candidatos-, por lo que aún no se visibiliza como ‘Resuelto’ en la web de contratación. En una situación equivalente se encuentran los misiles SPIKE LR2″, por 287,4 millones. Ambos suman el grueso de los contratos israelís en el punto de mira del Gobierno.

En la imagen, el Misil SPIKE LR2.
Rafael Advance Defense Systems.

La pelota en el tejado de La Moncloa

Tal y como ha informado este medio, la realidad es que EM&E actúa como el ‘caballo de Troya’ para el Gobierno y los suministradores de material de defensa israelíes, de cuya tecnología armamentística depende fuertemente España. Tanto que lo que alega el Ministerio de Defensa en sus adjudicaciones es que es insustituible -la única empresa capacitada técnicamente-. De esta forma, el futuro de los megacontratos de EM&E queda en manos de La Moncloa. A favor de los hermanos Escribano juega su buena relación con Manuel de la Rocha, el director de Asuntos Económicos de Presidencia.