La sostenibilidad del sistema público de pensiones en España ha sido el motor detrás de recientes reformas, incluyendo la última que se implementó entre 2021 y 2023. A medida que el país se prepara para una oleada de jubilaciones de la generación del ‘baby boom’, que alcanzará su punto máximo en 2047 con 15 millones de pensionistas, el Gobierno ha descartado retrasar la edad legal de jubilación. Quizás viendo lo que sucedió en Francia con la propuesta. En su lugar, se va a tratar de incentivar la demora voluntaria de la salida del mercado laboral y por explorar nuevas fórmulas que animen a los jubilados a regresar al trabajo. Al menos, a tiempo parcial.
El reto de lo que se conoce como ‘jubilación flexible’
El Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones está evaluando cómo revitalizar la jubilación flexible. Un modelo que permite a los jubilados reincorporarse al mercado laboral con una reducción proporcional en su pensión. Actualmente, este modelo está regulado por el real decreto 1132/2002, que estipula que la pensión se recorta en función de la jornada laboral que el jubilado desempeñe. Por ejemplo, una persona que trabaje 20 horas semanales (50% de la jornada) verá su pensión reducida a la mitad.
Sin embargo, la jubilación flexible ha tenido una acogida limitada. Principalmente, entre los autónomos. Para cambiar esta tendencia y atraer a más antiguos asalariados, el Gobierno ha comprometido una revisión de este sistema antes de 2025. La intención es mejorar el porcentaje de pensión que se pueda percibir bajo esta modalidad.
El objetivo: fomentar la jubilación activa entre los jubilados
Además de revisar la jubilación flexible, se han tomado medidas para hacer más atractivo el modelo de jubilación activa. Este modelo permite a los trabajadores que han retrasado su retiro más allá de la edad legal compatibilizar una parte de su pensión con un empleo. Recientemente, se pactó un sistema escalonado que aumenta la compatibilidad entre el salario y la pensión a medida que se retrasa más la jubilación. Ahora alcanza hasta un 100% de compatibilidad para quienes prorrogan su retiro por cinco años.
Un grupo de jubilados disfrutan de su merecida libertad en Barcelona | Shutterstock
Estas iniciativas buscan tanto aliviar la carga sobre el sistema de pensiones como lidiar con el desafío de la escasez de mano de obra en ciertos sectores. Sin embargo, uno de los desafíos será asegurar que estos incentivos sean lo suficientemente atractivos para que los jubilados elijan regresar al trabajo voluntariamente, sin sentir que es una obligación económica.
El Gobierno está considerando también otros incentivos:
- Incrementar los beneficios para aquellos que demoren su jubilación
- Crear nuevos mecanismos que vayan más allá de la reducción de la pensión basada en las horas trabajadas
Desde 2022, los trabajadores que optan por extender su carrera laboral pueden elegir entre un aumento en su pensión del 4% por cada año adicional de trabajo o un pago único que varía entre 5.000 y 12.000 euros. Depende de su historial de cotización. La última mesa de negociación ha acordado una mejora adicional del 2% por cada seis meses adicionales a partir del segundo año de retraso en la jubilación.