El rearme de la Unión Europea ante la amenaza de Rusia ha copado la agenda política a pesar de Moncloa. A Pedro Sánchez el debate le es incómodo dado que complica, aún más, los equilibrios de su cambiante mayoría de investidura en el Congreso. La votación de la semana pasada sobre el gasto en defensa evidenció además que tendrá a Yolanda Díaz enfrente.
El pulso acaba de empezar. La industria de la defensa se impone y -según ha podido saber Artículo14– el nuevo presidente de Indra, Ángel Escribano, baraja un plan para que la compañía amplíe su negocio a la fabricación de armas: es su objetivo desde que llegó al cargo.
El Gobierno es el principal accionista de la multinacional tecnológica al controlar un 28% a través de la SEPI. Escribano, que fue nombrado sustituto de Marc Murtra tras el desembarco de éste en Telefónica el pasado mes de enero, es un veterano en este negocio. Cofundador del grupo Escribano Mechanical and Engineering (EM&E), junto a su hermano y su padre, es también el segundo mayor accionista de Indra al controlar el 14,3% del capital.

Ángel Escribano es el presidente de Indra.
Malestar en el consejo
La estrategia de Escribano “ha contrariado” al consejo de la cotizada, que se reúne hoy. Los detractores del plan del presidente, entre los que se encuentra el CEO, José Vicente de los Mozos, consideran que una compañía del Ibex 35 no puede entrar en la compraventa de armas.
Asimismo, fuentes del citado órgano de dirección han expresado a este periódico su “preocupación” tras conocer un informe en el que se evidenciarían las relaciones directas de Escribano con empresas de Israel. En el texto se explica, según las citadas fuentes, que el presidente de Indra tiene “relaciones muy estrechas y directas” con las empresas israelitas de defensa Elbit Systems y Rafael Advanced Defense Systems, con las que querría hacer negocio.
Lanzacohetes
Elbit Systems va a fabricar de lanzacohetes multiple móvil SILAM para el Ejército de Tierra español. Este contrato tiene un valor de casi 700 millones de euros y está previsto que se ejecute en 2027.
El lanzacohetes tiene las pegatinas y los logotipos de los Escribano, la empresa Expal y la israelí Elbit Systems. Esta arma tiene un alcance previsto de hasta 300 km con guía adicional y se basa en el sistema PULS (Multi-Purpose Universal Launching System) de Elbit Systems. El sistema PULS Systems se usa actualmente en la Franja de Gaza y en el Líbano.

Proyectiles disparados desde el sistema de defensa aérea israelí Cúpula de Hierro para interceptar misiles lanzados desde el sur del Líbano
Indra y General Dynamics
Escribano no avanzó sus intenciones de ampliar a la compraventa de armas el negocio de Indra durante su reciente comparecencia en el Congreso en la Comisión Mixta de Seguridad Nacional donde recibió el favor de todos los grupos del arco parlamentario. Desde el PP a ERC.
El presidente de Indra basó su discurso en el anuncio de su intención de recuperar la capacidad propia de fabricar blindados para el Ejército mediante dos vías: o “nacionalizar” Santa Bárbara mediante una compra de plantas y tecnología a su actual propietaria, la norteamericana General Dynamics, o, si no vende como ya anunció la pasada semana-, montar en Gijón una planta con la que, “si no hay más remedio, los españoles competiríamos contra nosotros mismos”.
En el sector de la defensa la comparecencia fue menos aplaudida ya que se ha tachado de “maniobra de distracción” la oferta de Indra a General Dynamics. “Escribano tiene otros planes que no pasan por la empresa norteamericana”, apuntan. El debate sobre el futuro de la compañía está servido. Quizás el Gobierno tenga además del caso Prisa, el caso Indra.