La unión en un solo grupo de los dos rivales de la aviación española -Iberia y Air Europa- queda fallida. IAG, el holding dueño de la aerolínea de bandera, renunció a la adquisición a Globalia del 80% del capital que no controla en Air Europa tras las duras condiciones impuestas por las autoridades de Competencia comunitarias. La conclusión es clara para la compañía que preside Luis Gállego: proseguir con la operación “no redundaría en beneficio de los accionistas”.
Tal y como estaba estipulado en el acuerdo de compra, con la ruptura del mismo, IAG deberá pagar 50 millones de euros a Globalia en concepto de indemnización. El dueño de Iberia mantendrá, como hasta ahora, su participación del 20%, adquirida en agosto de 2022, en Air Europa.
De esta forma, las 2.275 trabajadoras de Air Europa, el 55% de una plantilla de 4.073 trabajadores seguirán como hasta ahora. Para lograr el beneplácito de Bruselas, IAG había ofrecido ceder hasta el 52% de las frecuencias que ahora mismo opera Air Europa, de modo que ninguna de las rutas en las que la Comisión había identificado problemas de competencia se quedaba sin un tercer operador.
Por su parte, tras conocerse la ruptura del acuerdo, desde la compañía presidida por Juan José Hidalgo aseguraron a Europa Press, que en estos momentos Air Europa es una empresa “rentable” que continuará ejecutando el “plan estratégico que tenía marcado de cara a los próximos años”, que pasa por seguir afianzando su papel en el panorama aeronaútico internacional, garantizando la expansión de la aerolínea y consolidando su papel en la conectividad entre Europa y América.
Según señaló el consejero delegado del grupo, Luis Gallego, es “la mejor decisión para proteger los intereses de los accionistas”. El grupo seguirá desarrollando su presencia en Madrid de manera que el ‘hub’ pueda competir con otros aeropuertos.
Fuentes de Iberia explican que la renuncia a la compra de Air Europa no modifica su plan estratégico, ‘Plan de Vuelo 2030’ -en su última fase de redacción- y que pivota en tres prioridades: consolidar la robustez financiera y la excelencia operativa, desarrollar el liderazgo de su ‘hub’ en Madrid y asegurar un futuro de largo plazo de los negocios de handling y mantenimiento.
Exigencias
Según detallan las mismas fuentes, las exigencias de la Dirección General de Competencia de la Comisión Europea para dar luz verde a la operación son tan altas que deja de tener sentido empresarial para Iberia. En este sentido recuerdan que, en durante el largo proceso de negociación, se ha ido dando respuesta a todas las objeciones de la Comisión e incluso se había presentado un listado de posibles remedy takers muy sólidos.
“Todo esto ha sido insuficiente para la Comisión, por lo que la compra de Air Europa deja de estar entre nuestros objetivos. Lamentamos la negativa de Bruselas a aceptar esta ambiciosa propuesta que, en nuestra opinión, garantizaba los derechos de los consumidores, permitiría a nuestros clientes tener conexiones directas con el este del planeta y animaba la competencia entre los ‘hubs’ del norte y del sur de Europa”, añaden.
En su opinión, otras operaciones de consolidación del sector aéreo acaban de ser aprobadas en Europa y “creemos que nuestra propuesta reunía todas las condiciones para haber seguido el mismo camino”. A partir de ahora, Iberia seguirá su estrategia en “uno de los mejores momentos de su historia”, donde se prevé un 14% de crecimiento.
Otras opciones
Ahora, una vez dado por terminado el interés por Air Europa, IAG seguirá analizando el mercado por si apareciesen nuevas oportunidades. Es el caso de la portuguesa TAP, para la que el anterior Gobierno portugués puso en marcha un plan de privatización que se paralizó por la crisis política en el país. A la espera de que el nuevo Ejecutivo luso vuelva a poner en marcha este proyecto, Gallego aseguró que esa compra ya estaba siendo evaluada en paralelo a la de Air Europa.
“IAG es una plataforma que se creó para consolidar el mercado”, esgrimió el directivo, quien considera que el proceso de consolidación “es necesario” para mejorar los productos que se ofrecen al cliente. Por eso, seguirá explorando las oportunidades que puedan aportar valor al grupo.
En el primer semestre del año, IAG registró beneficio neto de 905 millones de euros, lo que supone un descenso del 1,7% con respecto a los 921 millones de euros del mismo periodo del año anterior, según informó la compañía, que anunció que retoma el pago del dividendo de 0,03 euros por acción (dividendo bruto efectivo) a cuenta de los resultados financieros de 2024
El grupo obtuvo un beneficio operativo de 1.309 millones de euros en el primer semestre, un 3,8% más en comparación con los 1.260 millones de euros de un año antes. Entre enero y junio, la compañía ingresó 14.724 millones de euros, lo que representa un incremento del 8,4% frente a los 13.583 millones de euros de 2023.