El año 2025 comenzó con una noticia que parecía esperanzadora para millones de jubilados en España: una subida de las pensiones tanto contributivas como no contributivas. Sin embargo, detrás de este anuncio optimista se esconde una realidad que podría decepcionar a muchos pensionistas. La subida de las pensiones no será percibida en su totalidad por los beneficiarios. A fin de cuentas, Hacienda aplicará retenciones fiscales que reducirán considerablemente el aumento real.
Aunque la subida de las pensiones para 2025 supone un alivio para muchos jubilados, las retenciones de IRPF se encargarán de que el incremento sea menor de lo esperado. Por ejemplo, un pensionista que reciba una pensión anual de 16.320,53 euros verá cómo, de los 444,53 euros de subida anunciados, 191,15 euros se irán en retenciones fiscales, dejando un aumento neto de solo 253,38 euros.
Esta situación no es exclusiva de este tramo de ingresos. Los pensionistas con pensiones anuales de 18.504, 20.560 o 22.672 euros también enfrentarán importantes reducciones, aunque los porcentajes varían. Lo más preocupante es que las pensiones más bajas son las que soportan una mayor proporción de pérdida relativa, cuestionando la equidad del sistema.
¿Quiénes se ven más afectados por la subida de las pensiones?
Contrario a lo que podría esperarse, los jubilados con pensiones más bajas son los más perjudicados. Mientras que las pensiones más altas también enfrentan retenciones, el impacto proporcional es menor en comparación con las pensiones modestas. Este patrón pone en entredicho la justicia de un sistema que, en teoría, debería proteger a los más vulnerables.
La situación genera un dilema. ¿Realmente mejora la calidad de vida de los jubilados con esta subida de las pensiones? Aunque el incremento nominal es un paso adelante, la realidad económica para muchos pensionistas sigue siendo complicada tras descontar las retenciones fiscales.
Más cotizaciones sociales: un esfuerzo colectivo
La vicepresidenta primera y ministra de Hacienda, María Jesús Montero | Europa Press
El contexto económico de 2025 no solo afecta a los jubilados. La población activa, incluyendo trabajadores y autónomos, también enfrenta mayores cargas económicas debido al Mecanismo de Equidad Intergeneracional (MEI). Este mecanismo, que busca reforzar la sostenibilidad del sistema de pensiones, supone un aumento del 0,80% en las cotizaciones sociales, distribuido entre empresas y trabajadores.
- Trabajadores: Contribuirán un 0,13% adicional.
- Empresas: Asumirán un incremento del 0,67%.
Aunque esta medida busca fortalecer la “hucha de las pensiones”, también añade presión a los presupuestos de trabajadores y empresas, especialmente en un contexto económico desafiante.
Reformas fiscales en Hacienda y sostenibilidad del sistema
Una imagen simbólica de las pensiones | Shutterstock
Además de las retenciones sobre la subida de las pensiones, el Gobierno ha introducido otras reformas para incrementar la recaudación de la Seguridad Social. Entre ellas destacan:
- Aumento de los topes máximos de cotización: Afectará principalmente a los salarios más altos.
- Reformas en las bases de cotización: Diseñadas para equilibrar las cuentas públicas, pero que trasladan la carga fiscal a trabajadores y autónomos.
Si bien estas medidas buscan garantizar la sostenibilidad del sistema de pensiones a largo plazo, los expertos coinciden en que son insuficientes para abordar los problemas estructurales del sistema. La creciente demanda de pensiones, impulsada por el envejecimiento de la población, continúa ejerciendo presión sobre un modelo que parece necesitar una revisión integral.