DERECHOS DE LA MUJER

El Banco Mundial alerta de la desprotección ante la violencia económica

La economista senior, Ana Mª Tribin, destaca los avances logrados, aunque aún hay margen de mejora en aspectos como el matrimonio infantil

Desde 1970 el Banco Mundial viene midiendo la evolución hacia la igualdad de derechos de las mujeres frente a los hombres a través del estudio La Mujer, la empresa y el derecho. En su última edición de 2024 se constata que en ningún país del mundo las mujeres han conseguido tener los mismos derechos legales que los hombres. De media, ellas tienen aproximadamente dos tercios de los derechos de sus homólogos masculinos.

En este camino hacia la igualdad, España destaca por ser uno de los países que mayores avances ha tenido en los últimos cincuenta años. De esta forma, ha pasado de contar una puntuación en relación a su marco normativo -medición de la existencia de leyes que protegen a las mujeres- del 33,8% en 1971 al 90% en 2024. En esta ratio, se sitúa por encima del 84,5% de media de los 34 países OCDE y en mejor posición que otros países europeos como por ejemplo Alemania, Suecia o Suiza.

“España tiene un marco legal de protección a las mujeres muy alto, pero aún le falta avanzar en legislación frente al matrimonio infantil y la violencia económica“, explica Ana María Tribin, economista senior del Banco Mundial, durante una entrevista con Artículo14 en su visita a Madrid para presentar este informe en la Fundación Ramón Areces.

Ana María Tribin, economista senior del Banco Mundial

Ana María Tribin, economista senior del Banco Mundial.

En este sentido, la economista detalla que la ley española que aborda el matrimonio infantil tiene excepciones que facilita que los niños se puedan casar (la edad mínima en España son 18 años, pero si se solicita la emancipación puede rebajarse a 16 años).

Invisible

“Las mujeres tampoco están protegidas legalmente en España frente a la violencia económica. No hay una ley que prohíba esa forma de control y que establezca una pena que garantice su cumplimiento”, explica Tribin. Este es un tipo de violencia poco visibilizada. En España, reconocieron haber sufrido este tipo de maltrato el 11,5% de las mujeres, según datos de 2019.

La tercera brecha legal que identifica Tribin es la ausencia de regulación para garantizar el control de la calidad en las guarderías y centros infantiles. “No hay regulación sobre inspecciones periódicas que sean obligatorias o obligación de reporte de las instalaciones tanto públicas como privadas”, aclara.

Una novedad de este año en el informe es la incorporación de dos nuevas herramientas de medición: los marcos de apoyo, que evalúan qué medidas públicas se adoptan para aplicar la legislación, y la percepción de los expertos el grado de cumplimiento de los derechos de las mujeres.

En marcos de apoyo, España también está por encima de la media de la OCDE. En este ámbito, una de las brechas que identifica Tribin es "la ausencia de guías o procedimientos de para temas de acoso sexual en establecimientos educativos. El ciberacoso no está bien definido, qué no debe de pasar y cómo debe actuarse si sucede".

La otra es la falta de cuota de presencia femenina en las empresas. Esta quedará solucionada con la próxima aprobación de la Ley de Paridad, actualmente en tramitación parlamentaria y que tiene como fin garantizar la igualdad en las listas electorales, el sector público estatal, sociedades cotizadas, grandes empresas y colegios profesionales; además de partidos políticos, sindicatos y organizaciones empresariales, fundaciones y organizaciones del tercer sector, entre otras.

En relación a los indicadores analizados, las áreas donde España destaca son: movilidad, que garantiza que las mujeres tienen las mismas libertades de movimiento que los hombres; y remuneración, donde existen las medidas para garantizar la misma retribución salarial si bien aún existe brecha en la práctica.

Además de matrimonio, entendido entre personas adultas y con los mismos permisos de maternidad y paternidad o la prohibición de despedir a trabajadoras embarazas, y jubilación, que incluye por ejemplo a existencia de incentivos para aumentar las prestaciones de jubilación de las mujeres.

 

"Ningún país en el mundo cumple al cien por cien. Revisamos continuamente los indicadores".

Favorable a cuotas

En su faceta de mujer cuya trayectoria profesional ha estado vinculada a su defensa, Ana María Tribin se muestra favorable a las cuotas, "han marcado la diferencia para que las mujeres puedan tener mayor participación, además de visibilizar cuestiones que antes no se tenían en cuenta".

En el Banco Mundial, Tribin ha podido aunar sus dos pasiones la investigación y el apoyo a la mujer. Comenzó su carrera en el Banco Central de Colombia y se focalizó en el análisis de la vulnerabilidad de los migrantes venezolanos en su país, lo que le llevó a trabajar como alta consejera presidencial para la Equidad de la Mujer en el Gobierno de Iván Duque. "Entonces, tuve la posibilidad de recorrer el país por completo y analizar los problemas de violencia de género tanto en el ámbito urbano como rural. Es una gran satisfacción haber podido ayudar", reconoce.

Tras esta etapa política, empezó a dar las primeras clases en Colombia sobre género y economía, donde formó parte de intercambios de conocimiento con profesoras de todo el mundo gracias a la American University. Posteriormente, trabajó como especialista en políticas públicas y líder del equipo de género para América Latina y el Caribe en el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).

"Es reconfortante ver cómo puedes tener impacto social con las decisiones que se toman. Por ejemplo, en Bogotá desarrollamos un sistema del cuidado de menores para ayudar a las mujeres a terminar de bachillerato", recuerda. Ahora en el Banco Mundial, donde aterrizó en julio de 2023, busca seguir impactando en beneficio de las mujeres a través del análisis.

 

 

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