Los mercados son sensibles a cualquier anuncio que pueda hacer una potencia mundial como China o Estados Unidos. Lo que necesitan los inversores son certezas, buenas noticias y tranquilidad y es precisamente lo que no están recibiendo estos días.
Una sola palabra de Trump puede hacer cambiar el panorama bursátil en solo unos segundos. Y eso es lo que ha ocurrido este miércoles a lo largo de la jornada.
El presidente de Estados Unidos ha publicado un mensaje en su red social, Truth, con otro órdago a China y una subida de los aranceles al 125% con efecto inmediato. Además, ha concedido una tregua al resto de países con una pausa de 90 días. Tres meses que han dado oxígeno a Wall Street.
Las Bolsas al otro lado del Atlántico se han disparado inmediatamente, con subidas por encima del 6%. Por la mañana, Trump había tuiteado: “Es un gran momento para comprar”. Y lo era. Sabiendo que maneja los mercados a su antojo, ha reanimado al maltrecho corazón de Wall Street con un discurso algo más moderado al que nos tiene acostumbrado.

Esta euforia no ha pillado a todas las bolsas. Las asiáticas, las primeras en abrir, han vuelto a sufrir fuertes caídas, sobre todo Japón, ante lo que parecía una decisión inamovible de Trump. Todavía no se sabía nada de la pausa de 90 días. Pero sí aranceles, aranceles y más aranceles. Con una volatilidad extrema que se podía percibir en el índice Vix, conocido como el índice del Miedo, que mide la volatilidad a 30 días en Wall Street y que se disparó por encima de los 50 puntos. Es una muestra del pánico de los inversores ante esta nueva situación mundial, una guerra arancelaria que puede provocar recesión e inflación.
Después del llamado ‘rebote del gato muerto’, es decir, de una subida puntual de los mercados este lunes, el Nikkei, la bolsa de Japón, se volvió a desmoronar con una caída superior al 3% en su cierre. De hecho, el banco central de Japón anunció una reunión de emergencia ante la inestabilidad financiera que está viviendo el país. En el caso de las bolsas chinas ha sido diferente. China ha inflado artificialmente sus parqués interviniendo el mercado, con un centenar de empresas estatales que se han dedicado a recomprar acciones de sus propias empresas. Es la razón por la que nos hemos encontrado cotizaciones en verde, en mitad de una situación tan delicada y negativa para el país. La bolsa de Shangai (+1,3%) y la de Hong Kong (+0,6%) cerraron las dos en positivo.
Tras las asiáticas, llegó el turno de la apertura de las europeas. Los futuros indicaban fuertes caídas alrededor del 4% pero a la apertura resultaron menores, aunque paulatinamente empeoraron sus posiciones a medida que avanzó la jornada. Hubo un antes y un después tras otro anuncio demoledor por parte de China, el contraataque de Xi Jinping con otros aranceles extras del 84% a los Estados Unidos. La reacción de las bolsas fue de nuevo inmediata. El Ibex se precipitó a una caída del 3% y le siguieron el resto de bolsas europeas incluso con pérdidas superiores al 4% en el caso de Alemania y París. Con todas las empresas teñidas de rojo, especialmente las farmacéuticas, que tampoco se salvan de los aranceles. También sufrió el petróleo, el barril de Brent se desplomó a los 58 dólares, a mínimos que no se veían desde febrero de 2021. Incluso el bitcoin, la moneda amiga de Trump, que llegó a su máximo histórico con la llegada del mandatario a la Casa Blanca y este miércoles bajó a los 70.000 dólares.

La inestabilidad es tal, que ya ha habido dos bancos centrales que han decidido bajar los tipos de interés para hacer frente a los aranceles y evitar una ralentización económica. Nueva Zelanda y la India han decidido bajar un 0,25% esos tipos y ya se especula con la posibilidad de que el Banco Central Europeo haga lo propio la semana que viene, el jueves 17, cuando se vuelva a reunir.
La última en abrir, por cuestión horaria, es Wall Street, que parecía por sus futuros que podría incluso hacerlo en verde, aunque dio un vuelco al rojo inmediatamente después de conocer la noticia del contraataque de aranceles de China. Se ha movido en una volatilidad total, lo mismo cotizaba en rojo que subía ligeramente al verde, con movimientos cortos. Hasta que Trump se ha vuelto a pronunciar. Y los inversores han recibido esa tregua arancelaria de 90 días con optimismo, con subidas incluso superiores al 10% en el Nasdaq, el índice de las tecnológicas. Veremos lo que les dura la alegría.