“El sistema ha superado con éxito su primer examen”, subrayó la ministra Elma Saiz tras conocer el primer informe de la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF) sobre el cumplimiento de la regla del gasto en pensiones. Efectivamente, el informe -cuya metodología fue cuestionada por este organismo en el documento- certifica dicho cumplimiento, que el Ejecutivo celebró como “una noticia extraordinaria” ya que no exige nuevas medidas de ajuste.
Sin embargo, la Autoridad Fiscal enfrió tal optimismo del Ejecutivo al advertir de que el cumplimiento de la regla de gasto no garantiza la sostenibilidad del sistema. Según sus proyecciones, el envejecimiento de la población elevará el gasto anual en pensiones, por encima de lo previsto inicialmente del 12,7% al 16,1% del PIB en 2050 y exigirá más transferencias del Estado. Su mensaje fue contundente: el ‘aprobado’ del sistema no es sinónimo de fortaleza; cumplir la norma no basta si no se afronta el reto estructural.
Punto de partida
Dentro del Plan de Recuperación, el Gobierno y la Comisión Europea pactaron la llamada regla de gasto en pensiones. Su objetivo es limitar el crecimiento del gasto en pensiones entre 2022 y 2050, en un contexto de fuerte presión demográfica con la jubilación de la generación del baby boom. Así, se fija un tope máximo: el gasto medio anual en pensiones, una vez descontado el efecto de las medidas adoptadas (como el Mecanismo de Equidad Intergeneracional, la cotización adicional de solidaridad o la reforma del régimen de autónomos) desde 2020 para reforzar los ingresos del sistema, no debe superar el 13,3% del PIB.
El encargo de verificar ese cumplimiento recae sobre la AIReF, que debe publicar un informe cada tres años. En este primer análisis, la institución concluye que la regla se cumple: el gasto neto se sitúa en el 13,2% del PIB. No obstante, advierte de importantes debilidades en la definición de la regla, por lo que “en ningún caso puede considerarse un indicador adecuado de la sostenibilidad del sistema de pensiones”.
Respuesta de la AIReF
Frente a este enfoque a su entender limitado, la AIReF optó por ampliar el foco. Y lo hizo a través de su segunda Opinión sobre la sostenibilidad de las Administraciones Públicas, donde analiza los efectos del envejecimiento sobre el conjunto de las finanzas públicas. En materia de pensiones, la AIReF prevé un aumento del gasto anual de 3,4 puntos del PIB entre 2022 y 2050 (sube desde los frente a los tres puntos de hace dos años), hasta el 16,1% en 2025. La cifra supone un repunte de cuatro décimas respecto a las previsiones recogidas en su anterior Opinión, y confirma que, lejos de estabilizarse, el esfuerzo financiero asociado al envejecimiento irá a más.
“El envejecimiento es el que domina esta dinámica”, advirtió la presidenta de la AIReF, Cristina Herrero, quien insistió en que “la mejora en el punto de partida no cambia la trayectoria: en 2050 llegamos al mismo nivel de gasto (16,1% del PIB), y eso no es más favorable que lo previsto hace un año”. Entre las causas, destacan el incremento sostenido del número de pensiones por la jubilación de las generaciones del baby boom y la mayor esperanza de vida.
Efecto de las medidas
Con todo, la AIReF reconoce que algunas medidas para abordar la sostenbilidad del sistema ya han tenido efectos tangibles. Las jubilaciones anticipadas han caído, mientras que las demoradas han aumentado. Así, la edad efectiva de jubilación ha subido desde los 64,7 años en 2021 a los 65,2 años en 2024, con una previsión de alcanzar los 66,2 años en 2050. Y aunque también estima que las reformas generarán ingresos adicionales, advierte de que serán insuficientes para compensar el efecto del nuevo modelo de revalorización de pensiones conforme al IPC y la supresión del factor de sostenibilidad. Herrero recordó que, aunque el sistema ha superado el primer examen, “el gap entre gasto en pensiones e ingresos estructurales sigue aumentando y tendrá que cubrirse con ahorros [recortes en algunas partidas], nuevos ingresos [impuestos] o mayor endeudamiento.”
Según el supervisor fiscal, el resultado es una senda de gasto creciente que obligará a reforzar las transferencias desde el Estado para sostener el sistema actual de pensiones en 2,4 puntos del PIB. En paralelo, se prevé un deterioro del saldo primario y un aumento de la deuda pública hasta el 129% del PIB en 2050 y el 181% en 2070 si no se aplican nuevas medidas de ajuste.
Presión demográfica en aumento

De izq. a dcha, Elma Saiz, ministra de Inclusión; Gerardo Cueva, presidente de Cepyme; Unai Sordo, secretario general de CC.OO.; Pedro Sánchez, presidente del Gobierno; Antonio Garamendi, presidente de CEOE, y Pepe Álvarez, secretario general de UGT en el Palacio de La Moncloa.
La clave de este escenario es el envejecimiento. Aunque la población total crecerá de forma moderada hasta 2050, lo que realmente condiciona la sostenibilidad del sistema es el cambio de la pirámide poblacional. Según la AIReF, la población en edad de trabajar (entre 16 y 66 años) alcanzará su máximo en 2029 con 38 millones de personas y comenzará después un retroceso sostenido (cerca de 36 millones en 2050), a pesar de la incorporación de flujos migratorios anuales medios de 288.000 personas. Es más, advierte de que ni siquiera una inmigración de un millón de personas al año compensaría plenamente los efectos del envejecimiento poblacional.
Al mismo tiempo, la tasa de fecundidad continuará por debajo del nivel de reemplazo generacional, con una previsión de apenas 1,31 hijos por mujer a mitad de siglo. A esto se suma una mejora continuada de la esperanza de vida, que alcanzará los 82,8 años para los hombres y 87,5 años para las mujeres en 2050. Esto, junto a la jubilación de los nacidos en los años sesenta y setenta, elevará la tasa de dependencia hasta el 70,5% a mitad de siglo, con más de siete personas mayores de 66 años por cada diez en edad laboral. Dicho de otro modo: si hoy hay 2,3 personas en edad de trabajar por cada mayor de 66 años, en 2050 apenas habrá 1,4.
Lectura del Gobierno
Desde el Ejecutivo, sin embargo, la lectura fue muy distinta. Elma Saiz, aseguró que “la sostenibilidad hoy está garantizada” y subrayó que no serán necesarias nuevas medidas de ajuste. “Todos los datos que podían ir bien han ido incluso mejor”, incidió. Para el Gobierno, la AIReF ha avalado el diseño y la orientación de la reforma de pensiones.
Hoy es un gran día para nuestro país porque la reforma del sistema de pensiones ha pasado su primer examen con éxito.
💪 El Gobierno seguirá trabajando en los retos a futuro sin perder de vista la protección y el bienestar de los y las pensionistas del país. pic.twitter.com/Ot7Y41Q6MR
— Elma Saiz (@SaizElma) March 31, 2025
Además, pone el acento en otros factores que, a su juicio, refuerzan la sostenibilidad del sistema: el aumento del número de afiliados a la Seguridad Social (más de 21,5 millones), la subida acumulada del salario mínimo —un 61% desde 2018— y la recuperación de la llamada hucha de las pensiones, que cerró 2024 con 14.000 millones de euros, casi un 1% del PIB. También valora el cambio de tendencia en la edad de jubilación. “No hay autocomplacencia”, matizan, “pero los datos demuestran que vamos por el camino correcto”.
Cuentas de la Seguridad Social
El Ejecutivo aprovechó este primer informe de la AIReF para reforzar su mensaje con la publicación de los datos de ejecución presupuestaria de la Seguridad Social correspondientes a 2024. Los ingresos por cotizaciones sociales crecieron un 7,2% interanual, hasta alcanzar los 165.574 millones de euros, lo que representa un 10,4% del PIB y un 33% más que antes de la pandemia. El Mecanismo de Equidad Intergeneracional (MEI), en vigor desde enero de 2023, aportó 3.711 millones al Fondo de Reserva, que cerró el ejercicio con 14.000 millones, prácticamente el 1% del PIB. Además, las transferencias del Estado aumentaron un 9,6%, hasta superar los 43.000 millones.
Por el lado del gasto, las prestaciones contributivas aumentaron un 7,9%, hasta los 194.225 millones, mientras que las pensiones contributivas crecieron un 7,2% debido al incremento del número de pensionistas, la revalorización de las pensiones con el IPC y el aumento de la pensión media. Aun así, el déficit del sistema se mantuvo contenido en el 0,6% del PIB, una cifra inferior a la registrada antes de la pandemia, según destacó.
INFORME AIREF SOBRE SOSTENIBILIDAD PENSIONES
✅ El sistema de pensiones ha superado su primer examen con éxito y demuestra que es sostenible y que las reformas que se han iniciado desde 2021 están dando resultado. No es necesario realizar nuevas medidas
✅ El informe de la…
— Oscar Puente (@oscar_puente_) March 31, 2025
Próximos pasos
En su análisis AIReF no se limita a constatar riesgos, si no que plantea medidas concretas para afrontarlos. Entre otras, propone reformular la actual regla de gasto de pensiones e integrarla en el nuevo marco fiscal europeo, con un diseño más robusto y una metodología actualizada. También aboga por poner en marcha una estrategia fiscal a medio plazo, que no dependa de ajustes puntuales ni de compromisos genéricos, sino de planes estructurales realistas y sostenidos. A su juicio, el sistema requiere una planificación que vaya más allá del equilibrio financiero y contemple también la suficiencia de las prestaciones y la equidad entre generaciones.
El supervisor fiscal sugiere, además, anticipar la aplicación del nuevo marco europeo, incluso antes de su entrada plena en vigor, como señal de responsabilidad fiscal ante los socios comunitarios. El próximo informe de evaluación llegará en tres años. En palabras de la presidenta, “cumplir la regla no puede hacernos bajar la guardia: no significa que no haya que adoptar nuevas medidas en el marco fiscal.” Para entonces, advierte la AIReF, será clave no solo cumplir con una regla, sino con el compromiso de garantizar un sistema viable, justo y creíble.