En un mundo ideal, todos entenderíamos perfectamente cada línea de nuestra nómina. Esa hoja que mensualmente detalla nuestro salario y descuentos. Sin embargo, la realidad es que para muchos, la nómina sigue siendo un documento complejo y lleno de términos técnicos. Todo esto surge al hilo de los últimos acontecimientos mediáticos. Vamos a poner en contexto, que siempre merece la pena.
Hace unos días, Antonio Garamendi, Presidente de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE), sugirió que los trabajadores cobraran su nómina al completo y fueran ellos quienes decidieran cuánto quieren cotizar a la Seguridad Social. Es decir, que haya una libertad total a la hora de pagar impuestos. A esto ha respondido Elma Saiz, Ministra de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones.
La ministra de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, Elma Saiz, se ha posicionado en la polémica surgida por las palabras del presidente de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE), Antonio Garamendi, quien ha sugerido que los trabajadores cobren su nómina entera y sean ellos quienes decidan cuándo quieren cotizar a la Seguridad Social. “Los trabajadores tienen ese conocimiento reflejado en la nómina”, afirmó Elma Saiz. Pero ¿realmente lo tienen? ¿Saben entender una nómina de tal forma que conocen en cada momento lo que ganan, lo que cuesta a la empresa y cuánto le quita el Estado? Vamos a comprobarlo.
¿Qué es una nómina?
Una nómina es más que un simple papel que anuncia cuánto dinero ingresará a tu cuenta cada mes. Es un documento legal que refleja la relación laboral entre un empleado y su empleador. Contiene información crucial sobre el salario, las deducciones aplicadas y las contribuciones sociales. Elementos que todos debemos comprender para asegurarnos de que nuestros derechos como trabajadores estén siendo respetados. Y que nadie nos ha explicado en la escuela o instituto, por cierto.
La estructura de una nómina para que puedas entenderla
Un ejemplo de nómina básica (BBVA)
La nómina se divide en tres grandes bloques: percepciones, deducciones y base de cotización. Vamos a desglosar cada uno de estos componentes.
Percepciones:
Las percepciones son todas aquellas cantidades económicas que el trabajador recibe, las cuales se clasifican en salariales y no salariales.
- Salario base: Es la remuneración fija pactada por el trabajo realizado, sin incluir complementos ni horas extras.
- Complementos salariales: Son cantidades que se añaden al salario base por condiciones particulares, como antigüedad, idiomas o responsabilidad.
- Horas extras: Remuneración de las horas trabajadas que exceden la jornada laboral ordinaria.
- Percepciones no salariales: Incluyen indemnizaciones o suplidos, como los gastos de transporte, que no cotizan ni se consideran salario para el cálculo del despido.
Deducciones:
Son las cantidades que se restan de las percepciones brutas, e incluyen:
- Contingencias comunes: Es la cotización a la Seguridad Social, un porcentaje del salario bruto que se destina a cubrir pensiones, desempleo, formación y horas extraordinarias.
- IRPF (Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas): Es un impuesto que se calcula según el salario bruto anual, la situación personal y familiar del trabajador, y otras deducciones aplicables.
Base de cotización
Es la suma del salario bruto más los complementos salariales. Sirve de base para calcular las cotizaciones a la Seguridad Social.
Elementos clave de la nómina
- Devengos: Son los ingresos que el trabajador ha generado en el periodo de nómina, incluyendo el salario base y los complementos.
- Tipo de contrato: Es importante verificar que el tipo de contrato que se refleja es el acordado, ya que de esto dependen derechos como el tipo de cotización a la Seguridad Social.
- Categoría profesional: Determina el salario mínimo correspondiente según el convenio colectivo aplicable.
Entender estos conceptos es esencial para verificar que la nómina está correcta y que se respetan los derechos del trabajador.
Cálculo de las deducciones
Los útiles, preparados para calcular impuestos (Licencia Unsplash)
Las deducciones en una nómina representan una porción significativa del salario bruto, y comprender cómo se calculan es crucial para asegurar la exactitud de lo que efectivamente recibes.
Seguridad Social:
La cotización a la Seguridad Social es obligatoria y se calcula como un porcentaje del salario bruto. Este porcentaje varía según la categoría profesional y el tipo de contrato, pero generalmente ronda el 6.35% para el trabajador. Cubre contingencias comunes, desempleo, formación y el FOGASA (Fondo de Garantía Salarial).
IRPF:
El Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF) es quizás la deducción más compleja, ya que depende de múltiples factores:
- Salario bruto anual: Cuanto mayor sea el salario, mayor será el porcentaje aplicable.
- Situación personal y familiar: Estado civil, número de hijos y otras circunstancias personales afectan el porcentaje de IRPF.
- Deducciones y reducciones aplicables: Inversiones, donaciones y otros gastos deducibles pueden disminuir la base imponible.
Para estimar el IRPF, se puede utilizar la herramienta proporcionada por la Agencia Tributaria. Aunque el cálculo definitivo se realiza al presentar la declaración de la renta.
Base de cotización
La base de cotización es la suma de tu salario bruto más los complementos. Es importante porque de ella dependen las prestaciones que podrás recibir en caso de desempleo, enfermedad o jubilación. Un salario correctamente categorizado garantiza una base de cotización adecuada, protegiendo tus derechos a futuro.
Verificación de la nómina
Revisar meticulosamente tu nómina cada mes es esencial para detectar posibles errores o inconsistencias. Aquí te dejamos algunos consejos prácticos:
- Verifica tus datos personales: Asegúrate de que tu nombre, número de seguridad social y categoría profesional estén correctos.
- Comprueba el salario base y los complementos: Confirma que se ajusten a lo pactado en tu contrato y el convenio aplicable.
- Revisa las horas extras y complementos: Si has realizado horas extras o tienes derecho a complementos (nocturnidad, peligrosidad, etc.), verifica que estén incluidos.
- Deducciones: Comprueba que los porcentajes de Seguridad Social e IRPF sean los correctos según tu situación.
- Vacaciones y permisos: Asegúrate de que se reflejen adecuadamente en tu nómina.
